Mutismo selectivo en adultos: síntomas, causas, y cómo se trata en terapia
El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad en el que una persona que lo padece no es capaz de hablar en unas situaciones sociales concretas; en cambio, en otras esa personas es capaz de hablar y comunicarse con total normalidad, siendo funcional completamente.
Este trastorno normalmente se desarrolla durante la infancia y tiende a desaparecer en la adolescencia o en la adultez; no obstante, se han detectado algunos casos en la etapa adulta. El mutismo selectivo en adultos presenta unos criterios diagnósticos similares a los que se dan en la infancia, por lo que en este artículo incluiremos los que aparecen en el DSM-5.
En el presente artículo vamos a explicar en qué consiste el mutismo selectivo en adultos, y para ello es importante que veamos cuáles son los principales criterios diagnósticos y también los síntomas, así como también su etiología o las posibles causas de su desarrollo.
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¿Qué es el mutismo selectivo en adultos?
El mutismo selectivo en adultos presenta unos criterios diagnósticos bastante similares a los que se dan en la infancia, ya que en los manuales diagnósticos internacionales no se contempla la clasificación de este trastorno de forma independiente al que se desarrolla en la infancia, que cuando suele desarrollarse en la mayoría de los casos.
El mutismo selectivo, de acuerdo con el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, se compone de los criterios que vamos a comentar a continuación.
El criterio básico sería que se hubiera producido un fracaso de manera constante para hablar en aquellas situaciones sociales concretas en las que hay un expectativa por hablar (p. ej., a la hora de hablar ante un grupo de personas que acaban de presentarle a esa persona), a pesar de que en otras situaciones esa persona sí sea capaz de hacerlo (p. ej., a la hora de hablar con amigos o con sus familiares).
Otro de los criterios que debería cumplir un caso para hacer el diagnóstico de mutismo selectivo es que la alteración interfiera en logros académicos y/o laborales (más común en el caso del mutismo selectivo en adultos) o en la comunicación social.
Además, la duración de los criterios anteriores debería ser de 1 mes al menos para que podamos contemplar el diagnóstico de un mutismo selectivo en adultos y, por supuesto, en niños y adolescentes.
Por otro lado, el hecho de no poder hablar en aquellos contextos que habíamos mencionado en el primer criterio no se puede atribuir a la falta de conocimiento del lenguaje hablado requerido en el entorno social en el que se desenvuelve la persona.
Cabe destacar que dicha alteración no podría explicarse mejor por la existencia de un trastorno de la comunicación y no se produce de manera exclusiva durante el curso de una esquizofrenia u otro trastorno psicótico ni tampoco de un trastorno del espectro autista.
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¿Cuáles son los principales síntomas del mutismo selectivo en adultos?
Ahora que ya hemos visto cuáles son los principales criterios diagnósticos del mutismo selectivo es el momento de explicar cuáles son los principales síntomas que se deberían tener en cuenta a la hora de detectar, evaluar y/o diagnosticar un posible caso de mutismo selectivo en adultos.
Algunos de los síntomas principales o señales de alerta del mutismo selectivo en adultos son los que vamos a enumerar a continuación:
- No inician una conversación y/o no responden de manera recíproca cuando están hablando con otras personas.
- Presentan un discurso pobre o escaso en las interacciones sociales con otras personas.
- Suelen hablar con normalidad en casa con familiares cercanos pero no lo hacen cuando están con otros familiares.
- A causa de las dificultades causa el mutismo, han tenido un bajo rendimiento académico y/o laboral.
- Suelen tener una extrema timidez.
- Miedo notable ante una humillación social.
- Se suelen mostrar retraídas a nivel social.
- Pueden poseer unos rasgos compulsivos.
- Negativismo.
- Un comportamiento controlador.
- Su falta de expresión dificulta su comunicación social.
- Suelen tener preferencia por participar en aquellas actividades en las que no es necesario hablar.
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Posibles causas del mutismo selectivo en adultos
En cuanto a las posibles causas del mutismo selectivo en adultos, cabe mencionar que podrían existir una serie de factores hereditarios o genéticos compartidos con otras afectaciones como puede ser el trastorno de ansiedad social o fobia social. Además, en algunos estudios al respecto se han podido observar algunos factores de riesgo ambientales y temperamentales que podrían influir en el desarrollo de un mutismo selectivo en adultos. Algunas de esas posibles causas son las que vamos a ver a continuación:
- Rasgos de neuroticismo en su personalidad (afectividad negativa).
- Existencia de antecedentes familiares de timidez, fobia social y/o mutismo selectivo.
- Posibilidad de aislamiento y ansiedad social.
- Inhibición a nivel conductual.
- Inhibición a nivel social por parte de uno o de ambos progenitores; pudiendo haber servido de modelo.
- Tener unos padres que fueron sobreprotectores y controladores cuando la persona era más joven.
Tratamiento en psicoterapia
A la hora de abordar en terapia los trastornos de ansiedad, entre los que se incluiría el mutismo selectivo en adultos, lo más común es que se opte por la terapia psicológica y también el tratamiento psicofarmacológico debido a que ambas modalidades de tratamiento han sido eficaces en este tipo de trastornos.
No obstante, la terapia psicológica ha demostrado ser más ventajosa con respecto al uso de psicofármacos al presentar unos mejores resultados a largo plazo, así como una menor tasa de recaídas y por la ausencia de efectos secundarios. Es por ello que a continuación explicaremos las técnicas más utilizadas en la terapia psicológica para el abordaje de los trastornos de ansiedad.
Antes de explicar las diferentes técnicas psicológicas más utilizadas en terapia para el mutismo selectivo conviene mencionar que es importante empezar por la identificación de aquella sintomatología concreta que presente el paciente con el que se va a trabajar en terapia con el fin de conocer cuáles son los síntomas y signos que muestra. También se debe recurrir a la psicoeducación para explicar al paciente en qué consisten las técnicas que van a aplicarse durante las sesiones de terapia, así como también aquellos factores que influyen en el mantenimiento del mutismo selectivo y cuáles son sus causas.
1. Entrenamiento en relajación
Una de las técnicas más utilizadas para el tratamiento del mutismo selectivo en adultos es el entrenamiento en relajación, el cual podría incluir ejercicios de respiración, de manejo de la atención y/o ejercicios de entrenamiento en relajación muscular progresiva. Esta última es la más popular y consiste básicamente en la realización de una serie de ejercicios de tensión-distensión de diversos gruesa musculares de forma gradual, con el fin de lograr un control mayor y una percepción de las sensación musculares, así como también una relajación de los diferentes grupos musculares de manera voluntaria.
Cabe destacar que el entrenamiento en relajación progresiva ha resultado ser una opción muy válida para el tratamiento de una gran parte de los trastornos de ansiedad, tanto cuando se usa de manera individual como cuando es aplicado de forma conjunta con otras técnicas y/o terapias psicológicas.
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2. Entrenamiento de habilidades sociales
Otra de las técnicas psicológicas que más se suelen utilizar para el tratamiento del mutismo selectivo en adultos es el entrenamiento de habilidades sociales. Dicha técnica puede usarse de manera individual o en conjunto con otras de las génicas enmarcadas dentro del modelo de terapia cognitivo-conductual con el fin de mejorar la calidad de la comunicación del paciente, de sus relaciones interpersonales y relacionales, así como también para aumentar el repertorio de conductas que sean idóneas en función de cada situación social.
Dentro del entrenamiento de habilidades sociales se incluyen técnicas como el ensayo reforzado de conductas útiles para las diversas situaciones con el fin de mejorar el repertorio de conductas del paciente, el modelado por parte del psicoterapeuta y también las tareas para casa con el fin de que el paciente refuerce los aprendizajes desarrollados en terapia. Esto además puede complementarse con otras técnicas como la reestructuración cognitiva, la aproximación sucesiva, el análisis de conducta y el aprendizaje vicario, entre otras; siendo muy útiles tanto para el mutismo selectivo como para la fobia social.
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3. Exposición en vivo y/o en imaginación
Entre las principales técnicas que se utilizan dentro del tratamiento psicológico para el mutismo selectivo en adulto también podemos encontrar la exposición, que puede ser tanto en vivo como en imaginación, mediante la cual el paciente debería entrar en contacto con aquellas situaciones que le producen ansiedad hasta que esa ansiedad asociada se reduzca de forma notable o termine desapareciendo.
En este caso el estímulo temido al que debería exponerse la persona serían aquellas situaciones sociales en las que le resulta imposible hablar. Dicha exposición suele llevarse a cabo de manera gradual (p. ej., empezando por la exposición en imaginación durante las sesiones de terapia y/o mediante las tareas para casa) hasta que, por último, logra exponerse al estímulo o situación real temidos (p. ej., exponerse a aquellas situaciones en las que le resulta muy difícil o incluso imposible hablar con otras personas).
Cabe destacar que a la hora de aplicar el entrenamiento en exposición la persona puede recurrir previamente a alguna técnica de relajación, como puede ser la relajación muscular progresiva, antes de exponerse a la situación temida. En este caso estaríamos usando una técnica psicológica muy utilizada conocida como desensibilización sistemática.