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Los 5 beneficios del ayuno (para tu cuerpo y tu mente)


Alimentarse bien es un aspecto fundamental para mantener un estilo de vida sano. Sin embargo, en un mundo en el que los alimentos procesados lo copan casi todo, y en el que nuestros hábitos a la hora de comer están condicionados por las campañas de marketing de la industria alimenticia, la cuestión no es solo qué comer, sino también cuándo no hacerlo.

Y es que aunque no nos demos cuenta, muchas veces comemos pese a no necesitarlo, e incluso llegamos a convertir esto en una costumbre, un patrón de conducta que asumimos como normal y natural... pese a no serlo.

En las siguientes líneas veremos cuáles son los principales beneficios del ayuno, y por qué es recomendable realizar alguna forma de ayuno con cierta periodicidad.

Los beneficios del ayuno

El ayuno es un hábito realizado desde hace siglos por una gran variedad de culturas y por diferentes motivos, pero recientemente se ha descubierto que además de su valor cultural, si se realiza del modo adecuado, puede llegar a ser un aliado para vivir de una manera más saludable.

Aquí veremos algunas de las ventajas de realizar ayuno, si bien hay que tener claro que algunas de ellas dependen de la duración de este. Evidentemente esta actividad debe ir de la mano de una buena hidratación y de un seguimiento del estado de la salud general para que no resulte contraproducente o dañino, tal y como veremos. Al menos en las primeras veces en las que se pruebe el ayuno, es recomendable contar con asesoramiento profesional, algo sencillo de conseguir.

Dicho esto, veamos cuáles son los beneficios del ayuno más destacados.

1. Ayuda a quemar grasa de manera natural

La grasa que tenemos repartida por el cuerpo es fundamentalmente un gran almacén de energía. Por eso, estos depósitos de grasa solo son consumidos por el cuerpo cuando ya se ha consumido la que hay disponible en otras partes del organismo.

Es por eso que el ayuno es un contexto muy útil para ir quemando buena parte de esa grasa acumulada, algo que no se consigue realizando sesiones de ejercicio intenso de menos de 60 minutos, que es lo que se hace habitualmente al ir al gimnasio.

2. Hace bajar la probabilidad de procesos inflamatorios

Se ha visto que la realización de ayuno controlado hace bajar la probabilidad de que se generen procesos inflamatorios, y también actúa como factor de protección contra ciertas enfermedades cardiovasculares. Esto puede deberse a que favorece la eliminación de toxinas acumuladas en el cuerpo.

3. Contribuye a bajar de peso manteniendo musculatura

Muchas personas creen que dejar de comer alimentos ricos en calorías y sustituirlos por otros es suficiente para bajar de peso, pero en muchos casos esto solo sirve para perder masa en general, y especialmente músculo, dado que falta materia prima con la que mantenerlo.

En cambio, el ayuno es beneficioso para hacer que los niveles de grasa bajen a un ritmo más rápido que la musculatura, siempre que antes y después de este se siga una dieta sana y se realice ejercicio.

4. Ralentiza los procesos biológicos de envejecimiento

La restricción calórica gestionada a través del ayuno controlado ralentiza los procesos asociados al envejecimiento, y el aumento de la producción de "la proteína de la juventud", SIRT3, parece estar involucrada en ello.

5. Supone un buen punto de inflexión psicológico

El ayuno da la oportunidad de abrazar nuevos hábitos alimenticios tras su finalización, algo que puede ser complicado si se va con la inercia de ir haciendo lo que hemos estado haciendo siempre a la hora de comer algo.

Es decir, que ayunar representa un punto de inlexión que nos predispone a comprometernos con nuevos hábitos más saludables.

Referencias bibliográficas:

  • Aksungar, F.B., Topkaya, A.E., Akyildiz M. (2007). Interleukin-6, C-reactive protein and biochemical parameters during prolonged intermittent fasting. 51(1). pp. 88 - 95.
  • Wegman, M.P., Guo, M.H., Bennion D.M., Shankar, M.N., Chrzanowski, S.M., Goldberg, L.A. et. al. (2015). Practicality of intermittent fasting in humans and its effect on oxidative stress and genes related to aging and metabolism. 18(2). pp. 162 - 172.