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Los 6 tipos de eutanasia (explicados)


La eutanasia es una práctica médica que tiene como objetivo causar la muerte del enfermo terminal con el propósito de aliviar su sufrimiento y permitirle descansar en paz.

Así pues, consiste en un proceso que por acción, mediante medicamentos, sustancias o intervenciones quirúrgicas, u omisión, quitarle el soporte que le mantiene vivo o dejar de intervenir para acortar su vida, termina derivando en la muerte intencionada del paciente. Ahora bien, hay algunas variables que pueden dar lugar a distintos tipos de eutanasia como la acción que realiza el médico, la voluntad del paciente o la finalidad de la práctica.

Al tratarse de un tema tan sensible como es la muerte, genera controversia, presentándose argumentos en contra y a favor de la eutanasia. De hecho, actualmente, solo se puede realizar de forma legal en 7 países.

En este artículo conoceremos qué tipos de eutanasia existen y en qué consiste este proceso, qué países tiene esta práctica legalizada, qué tipos de eutanasia existen y qué argumentos se dan en contra y a favor de este proceso médico.

¿Qué es la eutanasia?

Etimológicamente la eutanasia significa “buena muerte”. En la mayoría de los casos, entendemos pues la eutanasia como el proceso médico de terminar con la vida de una persona padece una enfermedad terminal, liberándole así del sufrimiento que esta le comporta. De este modo, la acción que se realiza es voluntaria y dirigida intencionalmente para causar la muerte del individuo.

Es importante diferenciar la eutanasia de otras prácticas como el suicidio aistido, que consiste en la ayuda proporcionando a un enfermo con el propósito de terminar con su vida, pero en este caso quien ejecuta la acción es el propio enfermo.

Actualmente, la eutanasia se practica de forma legal en 7 paises: Holanda (el primer país en legalizarla, en 2002), Bélgica (2002), Luxemburgo (2009), Colombia (2014), Canadá (2006), y España y Nueva Zelanda (2021).

Clases de eutanasia

Tipos de eutanasia

Como ya hemos visto, la eutanasia muestra una definición concreta, con unas características particulares que deberán cumplirse para poder considerar la acción como tal. Aún así, existen pequeñas variaciones que dan lugar a diferentes tipos de eutanasia. Las variables que nos permiten distinguir entre las diferentes prácticas de eutanasia son el papel que ejerce el médico, la voluntad que muestra el paciente o cuál es la finalidad de la acción.

1. Eutanasia directa

Hablamos de eutanasia directa cuando el procedimiento que realiza el médico tiene como finalidad causar la muerte del enfermo terminal. Este tipo de eutanasia a su vez se divide en activa y pasiva, según cuál sea la actuación del profesional.

1.1. Eutanasia directa activa

La eutanasia directa activa o positiva, es denomida de este modo dada la implicación activa que tiene el médico en la muerte del paciente. El profesional realiza una acción, ya sea la administración de un medicamento o la práctica de una intervención que causa la muerte intencional del sujeto. Como ya vimos, la finalidad consiste en disminuir el sufrimiento y proporcionarle una muerte sin dolor y así poder descansar.

1.2. Eutanasia directa pasiva

La eutanasia directa pasiva o negativa muestra también como finalidad causar la muerte del paciente, pero en este caso, la persona fallece por omisión de acción. Dicho de otro modo, el enfermo no muere por la acción intencionada realizada por el profesional, sino por dejar de realizar una práctica o quitarle el soporte que mantiene con vida al paciente.

Aunque en este caso no se ejecuta una acción como tal, la intencionalidad y la responsabilidad sigue siendo del médico, puesto que es la omisión de su conducta la que causa el fallecimiento del enfermo.

2. Eutanasia indirecta

La eutanasia indirecta no muestra como principal objetivo causar la muerte del paciente terminal, sino disminuir su dolor. Estas prácticas se pueden observar aplicadas en tratamientos paliativos, donde la enfermedad es incurable y, con la finalidad de disminuir el sufrimiento y dolor del paciente, se le administran medicamentos con función analgésica que como efecto adverso hace que se acorte la vida del sujeto, provocando que muera antes de lo esperado.

El proceso hasta lograr el objetivo final, la muerte, será más lento que el observado en la eutanasia directa, pero el resultado en ambas será el alivio del sufriento y del dolor.

3. Eutanasia voluntaria

En la eutanasia voluntaria, como bien nos indica su nombre, el paciente terminal expresa su voluntad de morir. Así pues, el enfermo es quien pide la eutanasia en el momento actual, o la ha hecho anteriormente (por ejemplo, dejó por escrito que quería que se le practicara la eutanasia si llegado el momento él no era capaz de transmitir tal deseo, al encontrarse sus capacidades cognitivas afectadas).

4. Eutanasia involuntaria

En referencia a la eutanasia involuntaria, el individuo que comunica al profesional el deseo de practicar eutanasia no es el propio paciente, sino una tercera persona, que normalmente se trata de un familiar del enfermo.

Llegado el momento de tomar la decisión, dadas las circunstancias en las que se encuentra el paciente, como puede ser una disminución de la conciencia o una pérdida de las facultades cognitivas, no puede comunicar su voluntad, ni lo dejó escrito con anterioridad, siendo en este caso un familiar suyo quien toma la decisión, cumpliendo el deseo expresado con anterioridad por el paciente y así permitirle dejar de sufrir.

5. Eutanasia eugenésica

La eutanasia eugenésica propone la muerte de individuos con el objetivo de "mejorar la raza", es decir, con fines ideológicos. En este caso, la práctica no tiene la intención de terminar con el sufrimiento del paciente, sino que la muerte se ejecuta con la finalidad de "perfeccionar" la especie humana desde una lógica discriminatoria. También se puede realizar antes que el individuo nazca, considerándose en este caso aborto.

Ejemplos de este tipo de eutanasia consistiría en acabar con la vida de los sujetos débiles, con algún tipo de afectación o simplemente terminar con los sujetos que muestran unas caracteristicas especificas que no correspoden a la “raza fuerte” como les sucedió a los judíos durante el holocausto nazi.

6. Eutanasia piadosa

En la eutanasia piadosa, a diferencia de la eugenésica, la finalidad última sí es conseguir que el enfermo terminal logre descansar en paz. Así pues, es la que se vincula con la definición otorgada a la eutanasia, albergando la posibilidad de hacerse de distintos modos, con o sin el consentimiento del paciente, como ya hemos visto.

Razones a favor y en contra de la eutanasia

Como ya mencionamos en la introducción, la eutanasia sigue siendo una práctica que genera controversia y distintas opiniones. Así pues, tanto el grupo que se posiciona a favor como el que se posiciona en contra darán argumentos válidos para defender su punto de vista o creencias.

Los sujetos que se posicionan en contra de la eutanasia argumentan que la acción, por más que la intención sea acabar con el sufrimiento del paciente, consiste en matar o dejar morir a una persona y como tal, es un procedimiento inmoral y que va en contra de lo humanamente correcto. Por más que sepamos que la situación es difícil y complicada, siempre surge en nosotros esperanza y un leve pensamiento de conseguir que finalmente todo termine bien. Por esta razón cuesta aceptar que la eutanasia sea la mejor opción, puesto que siempre surgirá en nosotros la idea de una posible cura.

Por otra parte, también observamos la influencia ética y moral, cuando el médico, que como hemos visto, debe ser quien ejecute u omita la acción que provoque la muerte del paciente, sienta el remordimiento de haber dejado morir un paciente y no haber hecho nada para salvarlo. Está actuando en contra de la principal función que tiene como médico que es curar y, por tanto, también supone una responsabilidad que puede ser difícil de aceptar.

En cambio, los defensores de la eutanasia alegarán que es decisión del paciente decidir qué quiere hacer con su vida. Seguir aguantando el sufrimiento y dolor cuando la enfermedad es terminal y no hay posibilidad de mejora es peor para el paciente y para su familia que dejar que finalmente pueda descansar en paz. Al final debemos mirar por el bienestar del enfermo y valorar que es mejor para él. Dejar que siga sufriendo cuando sabemos que no va a recuperarse puede ser más inmoral que ayudarle a lograr su deseo de descansar.

Vemos pues cómo, según los factores o punto de vista escogido, los argumentos pueden variar y tener del mismo modo sentido, aunque se contradigan entre ellos. Por esta razón, cada país decide si acepta y legaliza la práctica de la eutanasia, aportando también cada uno sus modos de actuación o características que se deben cumplir, por ejemplo el número de médicos que deben autorizar, quien solicita la eutanasia, la edad del paciente terminal, las veces que es necesario expresar la intención de querer que se realice la eutanasia.