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¿Cómo conseguir ser feliz sin tener pareja?


Cuando pensamos en lo que supone proponernos ser felices, suele ocurrir que nos imaginamos un proceso individual, un camino que cada persona debe recorrer tomando sus propias decisiones y en base a sus propios términos de lo que quiere y aporta significado a sus vidas. Esto tiene una parte de verdad; está claro que la felicidad va de la mano de la posibilidad de ser autónomos y tomar decisiones de peso acerca de lo que queremos hacer a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, en la práctica, esta no es una experiencia tan individual como parece; el modo en el que nos relacionamos con el resto de la sociedad tiene una gran influencia en él.

Un claro ejemplo de esto lo podemos ver en la gran cantidad de personas que creen no poder ser felices si no logran mantenerse en una relación de pareja. Este tipo de fenómenos no solo daña la salud mental de muchísimas personas sin pareja, sino que además fomenta las relaciones dañinas basadas en la dependencia emocional entre quienes sí tienen novio, novia, marido o esposa.

Así pues, veamos las principales claves para ser feliz sin tener pareja y aprovechar de verdad la soltería sin considerarla simplemente “una etapa”.

Alcanzando la felicidad sin estar en una relación de pareja

Veamos una serie de pautas y consejos para vencer a esas dinámicas de auto-sabotaje y desgaste de la autoestima, para ser felices sin tener pareja.

1. Despréndete del mito de la media naranja

La idea de que necesitamos a nuestra “otra mitad” es una de esas creencias que, a pesar de haber arraigado profundamente en nuestra cultura y de estar muy normalizadas, si nos detenemos a pensar en ello, resultan totalmente irracionales e incluso rozan la superstición, además de ser muy dañinas por ello. Asumir que hay alguien “esperándonos” hará que consideremos la soltería tiempo perdido, un limbo que debemos dejar atrás cuanto antes y en el que no merece la pena centrarse en otra cosa que no sea encontrar a esa media naranja.

Se supone que el tipo de amor que nos une a alguien en el contexto de un noviazgo o en un matrimonio, el vínculo basado en un proyecto de vida en común con alguien especial, es una experiencia imposible de desligar de lo que sentimos por esa persona en concreto; no nos enamoramos de conceptos abstractos ni de cosas que no hemos vivido, sino de seres humanos de carne y hueso con sus propias particularidades que nos atraen intensamente.

Ser feliz sin pareja

Teniendo en cuenta eso, y asumiendo que lo que nos motiva a iniciar y mantener una relación de pareja es el amor hacia alguien… ¿Cómo se explica que muchas personas sientan un fuerte malestar por el hecho de no tener pareja? La respuesta es sencilla: lo que está detrás de este tipo de insatisfacción no es un amor latente, sino otra cosa. Una combinación de elementos psicológicos individuales y dinámicas sociales colectivas que da lugar a inseguridades personales, miedos, pensamientos obsesivos, y en general, una situación de vulnerabilidad emocional que debe ser afrontada y gestionada.

2. Detecta e identifica las distintas formas de presión social que te afectan

En gran parte, la supuesta necesidad de tener pareja para ser feliz se fundamenta en las expectativas que, llegadas desde fuera, asumimos que nacen en nosotros mismos. Por ejemplo, los roles de género llevan a muchas mujeres a creer que si llegadas a cierta edad no se han casado y/o no han formado una familia con hijos, no valen nada, ya que han fallado en su principal función tradicional: la reproducción y el apoyo al hombre en el ámbito doméstico.

Por otro lado, la idea de lo que supone ser una persona exitosa suele incluir el hecho de tener una casa grande y una familia que la habite, y la figura de la persona solitaria que se ve forzada a compartir su soledad con sus mascotas es la representación de lo que significa fracasar en la ida. Pero esas representaciones de lo bueno a lo que debemos aspirar y lo malo que debemos evitar son totalmente arbitrarias, tan solo siguen existiendo porque no se las cuestiona lo suficiente.

3. Disfruta de tus amistades de verdad

La amistad no debería ser vista como un sucedáneo de una relación de pareja, o como una versión “recortada” de lo que significa tener novio o novia. Es una conexión genuina entre dos o más personas perfectamente capaz de aportar varias de las experiencias más estimulantes e ilusionantes de la vida, pero para sacarle partido, hay que dejar de lado concepciones limitantes de lo que significa tener un amigo o una amiga.

Una vez tomamos consciencia de lo irracional e injusto de esas inercias basadas en la tradición y en “lo que se espera” de las personas para mantener funcionando la sociedad del mismo modo, nos daremos cuenta de que lo que creímos que necesitábamos tan solo es un espejismo, de que lo que asumíamos que nos falta ya está en nosotros.

4. Céntrate en el presente… y haz planes de futuro

Aunque parezca contradictorio, es perfectamente posible. De lo que se trata es de no estar pendiente de señales de que puedas dejar de estar soltero/a en poco tiempo; acepta que tu realidad es la de una persona sin pareja y aprecia las oportunidades que te ofrece esta forma de vida, en vez de compararte con un futuro idealizado (o con una versión de ti que no existe y es muy feliz por el simple hecho de estar en una relación amorosa). Si no lo haces, usarás esa tendencia a fantasear como una excusa para no involucrarte en aquello que de verdad quieres hacer y podrías llevar a cabo desde el aquí y ahora.

Así, partiendo de la realidad que conoces y que no se basa en ficciones, establece proyectos personales y/o profesionales que sean significativos para ti, que conecten con tus valores e intereses, en vez de obsesionarte por si eso te acercará o te alejará de la posibilidad de conocer a alguien con quien iniciar una relación.

Por otro lado, aunque no tengamos pareja, es importante saber que en un futuro esa persona puede llegar y es bueno estar abiertos a que sea así y tener una excelente predisposición para recibir alguien especial que te sume; ahora bien, eso no debe llevarte a adoptar una actitud de espera constante manteniendo todos tus planes "congelados" por si cambian tu estilo de vida o tus prioridades con la llegada de alguien especial.

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Si quieres reconciliarte con la soltería y dejar de sentir la necesidad de tener pareja cueste lo que cueste, ponte en contacto conmigo.

Mi nombre es Lorena Irribarra, soy psicóloga, y te propongo un programa de entrenamiento en la gestión de las emociones y de las expectativas de lo que significa ser feliz para evitar la dependencia emocional; todo ello mediante dinámicas de refuerzo del autoliderazgo y de la autoestima, Mindfulness, y en caso de que lo necesites, terapia psicológica para intervenir en tus problemas con mayor profundidad.