Kurt Koffka: biografía de este psicólogo Gestalt
El psicólogo alemán Kurt Koffka es ampliamente conocido por ayudar, junto con Wolfgang Köhler y Max Wertheimer, a establecer las bases de la escuela de la Gestalt, que en retrospectiva supondría un antecedente fundamental para la psicología cognitiva moderna tal como la entendemos.
Repasamos brevemente su trayectoria y contribuciones a la historia de la psicología, poniendo especial atención en su figura en la génesis del movimiento Gestalt, inseparable de sus otros dos compañeros pero con personalidad propia, y la importancia que esta cobró frente al reduccionismo vigente en la época.
Biografía de Kurt Koffka
Koffka nace en la Berlín de 1886, en el seno de una familia acomodada y conocida por ser un largo linaje de abogados y estudiosos del derecho. Ya desde joven, Koffka rompe con lo tradicional y, en lugar de decantarse por la carrera de Derecho, estudia Filosofía en la Universidad de Berlín.
Koffka siente que pertenece a este ámbito y termina doctorándose en 1908. Su tesis, titulada “Investigaciones Experimentales del Ritmo”, es llevada a cabo bajo la tutela de Carl Stumpf, importante representante de la psicología fenomenológica. Durante esta época vive en Edimburgo, que le permite perfeccionar su inglés y obtener una posición ventajosa con respecto a sus compañeros para poder introducir sus teorías en los países de habla inglesa antes que nadie.
Después de trabajar en diferentes laboratorios de psicología que cuestionan el elementarismo alemán dominante, Koffka viaja a Frankfurt y Main donde se asocia con Köhler y un Wertheimer recién llegado con miles de ideas acerca de la percepción que podrían a prueba en numerosos experimentos. Estos trabajos darían su primer fruto en 1912, cuando Wertheimer publica un artículo sobre la percepción del movimiento que da a luz el movimiento que constituye la escuela de la Gestalt.
Varios años después, tras la primera guerra mundial, se traslada a Estados Unidos como profesor universitario y participa, junto con Köhler en 1925, como representante del movimiento gestáltico en las conferencias de la Clark University, conferencias en las que años atrás habían participado también figuras como Freud y Jung.
Koffka permaneció activo como profesor universitario, investigador y escritor hasta el último de sus días en 1941.
La contribución de Koffka desde la Gestalt
Resulta imposible hablar de la contribución de Koffka sin tener en cuenta la singular colaboración que dio a luz el movimiento gestalt. Los tres nombres originalmente asociados a este forman un triunvirato indisoluble y, hasta cierto punto, es difícil atribuir aspectos particulares de la teoría a cada uno.
Sin embargo, cada uno de los tres jugó un papel diferenciado en el grupo e hizo su propia contribución, siempre desde una base común y el respeto por el trabajo de los otros dos.
En el contexto de una psicología gestáltica que rompe con el reduccionismo, que postulaba que si la psicología era una ciencia entonces debía ser capaz de reducir los fenómenos a elementos constituyentes, a Koffka se le atribuye un gran cuerpo de trabajo empírico.
Probablemente su contribución más famosa sea la aplicación sistemática de los principios gestálticos en sus dos trabajos más conocidos: El Crecimiento de la Mente (1921) y Principios de la Psicología Gestáltica (1935).
La mente infantil
En El Crecimiento de la Mente, Koffka argumenta que las primeras experiencias infantiles se organizan como “todos”, en lugar de la caótica confusión de estímulos que según William James perciben los recién nacidos. A medida que crecen, dice Koffka, los niños aprenden a percibir los estímulos de una forma más estructurada y diferenciada, en lugar de como un “todo”.
Koffka dedica buena parte de este libro a argumentar contra el aprendizaje ensayo-error. Él, a través de las investigaciones de Köhler, defiende el insight. Es decir, que el verdadero aprendizaje ocurre a través de la comprensión de la situación y de los elementos que la componen, no de dar con la solución de un problema por puro azar. Este concepto revolucionario contribuyó en gran medida a que el enfoque pedagógico norteamericano se desplazase de un aprendizaje memorístico al aprendizaje por comprensión.
Percepción y memoria
En Principios de la Psicología Gestáltica, Koffka continúa con la línea de investigación de la que originalmente nace el movimiento gestáltico: la percepción visual. Además, reúne la ingente cantidad de trabajo llevada a cabo por los miembros del grupo de la gestalt y sus estudiantes y profundiza en temas como el aprendizaje y la memoria.
Koffka da mucha importancia a los trabajos sobre la constancia perceptiva, a través de la cual los humanos somos capaces de percibir las propiedades de un objeto como constantes, aunque las condiciones como perspectiva, distancia o iluminación cambien.
Al hablar de aprendizaje y memoria, Koffka propone una teoría de las trazas. Supone que cada suceso físico experimentado hace surgir una actividad específica en el cerebro, que deja una traza de memoria en el sistema nervioso aunque el estímulo ya no esté presente.
Una vez formada la traza de memoria, todas las subsiguientes experiencias relacionadas implicarán una interacción entre el proceso de memoria y la traza de memoria. Esta circularidad donde las trazas antiguas afectan a los procesos nuevos recuerda a las teorías de Piaget, que junto con Lev Vygotsky se convertirían en el fundamento del constructivismo.
Asimismo, siguiendo esta teoría explica también el olvido. Otorga un papel muy importante a la disponibilidad de las trazas, una idea que sorprende por la semejanza con las explicaciones de las que disponemos hoy en día sobre el recuerdo.
Es innegable que Koffka, como individuo y como fundador de la Gestalt, es un pilar fundamental de la psicología moderna. Tanto a través del cognitivismo como del constructivismo, vemos reflejado su legado.