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Conocimiento mutuo: que es, características, y funciones


El conocimiento mutuo se puede entender como el conjunto de informaciones que dos o varias personas saben, al margen de que sepan que el otro lo sabe. Esta idea, que de primeras parece simple, tiene ciertos matices en función del ámbito con el que se relacione.

Este conocimiento puede hacer referencia a las normas, creencias, aspectos culturales, laborales o de cualquier tipo que tenga una dimensión social, y puede llegar a ser muy importante en una sociedad, entretejiendo el tejido de la convivencia.

A continuación vamos a hablar sobre qué se puede entender como conocimiento mutuo y varias definiciones que se han propuesto para este mismo término.

¿Qué es el conocimiento mutuo?

De primeras, entenderíamos al conocimiento mutuo como precisamente ese, el conjunto de saberes que son compartidos por dos o más personas. Podemos expandir el término, describiéndolo como una serie de elementos, saberes y capacidades que son compartidos por varias personas en un determinado ámbito, ya sea el laboral, académico, cultural, ético… Son varias las conceptualizaciones de este mismo término y se puede entender de múltiples formas en función de a qué ámbito hagamos referencia.

El conocimiento mutuo se desarrolla a través de experiencias compartidas, eventos en la vida de las personas que hace que compartan saberes y también perspectivas, o al menos que se asemejen. El conocimiento mutuo suele ser en muchas ocasiones aquello que hace que dos individuos se comprendan y, también, se toleren, poniendo en relieve lo que tienen en común pero aceptando también sus diferencias.

Una definición más académica de lo que se entiende que es el conocimiento mutuo es la propuesta por Daniel J. y Diane M. Hintz. Estos autores abordan el tema desde una perspectiva específicamente lingüística, afirmando que las principales fuentes de conocimiento mutuo son el idioma y la cultura, estableciendo que este se construye de forma conjunta a través de la experiencia perceptual compartida y la interacción lingüística.

No obstante, hay voces que difieren de esta definición. Algunos autores promueven la idea de que el conocimiento mutuo no requiere necesariamente compartir la misma lengua materna ni los mismos rasgos culturales. Esto lo podemos ver poniendo como ejemplo una conferencia internacional de medicina, en la que hay dos conferenciantes, uno estadounidense y uno japonés. Pese a que cada uno habla un idioma distinto y viene de un país diferente con costumbres muy dispares, tienen un conocimiento común de la medicina. Ambos comparten habilidades que les permiten comunicarse, comprenderse y respetarse.

Tipos de conocimiento mutuo

Variaciones conceptuales del conocimiento mutuo

Si bien ya lo hemos ido sugiriendo, la definición de conocimiento mutuo es muy variable en función de la perspectiva que cada autor o rama del conocimiento le otorgue. Disciplinas como la lógica y la epistemología conciben al conocimiento mutuo como todo dato o hecho que es conocido por varias personas, aunque esto no necesariamente implica que cierta persona sepa que los demás también conocen esa información.

Como hemos introducido antes, desde una perspectiva lingüística se entiende al conocimiento mutuo como los saberes que son construidos a través de interacciones lingüísticas y de percepciones compartidas. Las fuentes de información para este conocimiento compartido son las creencias, suposiciones y conversaciones que se dan entre los miembros de una determinada comunidad.

Mezclando un poco de las ideas que hemos visto hasta este punto, se puede concluir con que el conocimiento mutuo es todo aquello que puede tener en común un grupo de personas, ya sea el lenguaje, la cultura, la religión, la profesión y demás aspectos. Sea como sea que se prefiera entenderlo, lo que sí se puede destacar del conocimiento mutuo es que permite establecer vínculos y fomentar el desarrollo tanto en el ámbito laboral como en el comunitario.

Desde la ética social

Desde la ética se define al conocimiento mutuo como el conjunto de normas o costumbres que se encargan de dirigir el comportamiento humano dentro de una comunidad. Así pues, en este sentido hace referencia a los parámetros sociales que siguen y comparten las personas que forman parte de una sociedad.

En base a esta conceptualización, se puede decir que es de conocimiento mutuo respetar las normas de tráfico, respetar a las personas mayores, no llevar sombrero en interiores, llevar la mascarilla cuando nos lo solicitan o tener el móvil apagado durante una conferencia. Desde esta perspectiva, este conocimiento se vincula con los valores, la convivencia y el respeto.

Desde la ética laboral

El conocimiento mutuo dentro del ámbito laboral es un elemento muy importante para el desarrollo de cualquier organización, empresa o compañía. Aquí donde podemos hablar de un caso peculiar. Paul Harris (1868-1947), quien fue el fundador de la Rotary International, es probablemente uno de los casos más notorios y clásicos de interés por el desarrollo del conocimiento mutuo en el ámbito de las organizaciones. Harris tomó varias acciones éticas con el fin de favorecer a la comunidad laboral y evitar cualquier conflicto interpersonal que se diera y que perjudicara en la productividad.

Entre las medidas de Harris estuvo la de establecer sanciones o multas si alguno de los trabajadores contaba chistes salidos de tono o entablaba discusiones religiosas o políticas. Esto hizo que para los trabajadores fuera de conocimiento mutuo el hecho de tolerar a sus colegas y dirigirse a ellos con respecto, no hablar con ellos de temas controversiales o sensibles y enfocándose únicamente en realizar actividades laborales de forma eficiente y, en caso de entablar una conversación, hacerlo sobre temas superficiales o emocionalmente no disturbantes.

No obstante, no debemos pensar que el conocimiento mutuo dentro del entorno profesional está únicamente enfocado a las normas o parámetros éticos. Este conocimiento compartido también se relaciona con el fortalecimiento de aquellas cosas que tienen en común los trabajadores, con la intención de reforzar las relaciones laborales.

Se sabe que las personas, al reconocer los elementos que tienen en común con los demás en entornos laborales y no laborales, se vuelven más dispuestas a colaborar en actividades grupales para conseguir el bienestar grupal. Además, las tareas colectivas se realizan de forma más fluida y con menor posibilidad de que haya tensiones o conflictos en el transcurso de las mismas.

Su importancia para la convivencia humana

El hecho de que un grupo de personas comparta la misma información sobre las leyes y códigos de conducta sociales fomenta la convivencia. Por este motivo podemos decir que el conocimiento mutuo es una de las más sólidas bases de las sociedades, vinculado estrechamente con la ética.

Cabe decir que esto no se limita solamente a las normas, sino también se conforma por todas las costumbres y creencias compartidas por la comunidad. Dentro de estos conocimientos se encuentra información como las nociones de patrimonio y territorio, conceptos que conforman y fortalecen la identidad de las comunidades.

Con esto queremos decir que el conocimiento mutuo que favorece la convivencia dentro de una comunidad se compone por el patrimonio histórico y cultural del país o nación. Lo normal es que los miembros de una determinada cultura compartan las fechas patrias y los días festivos, además de también tener un idioma común o acento particular, con un refranero, vocabulario y terminología propios. También forma parte de ese conocimiento mutuo el conjunto de alimentos típicos de la región, los gestos, la indumentaria, los edificios históricos que cumplan con una función cultural, los museos…