La teoría asociativa de la interferencia: estudiando el olvido
En este artículo vamos a conocer por qué olvidamos ciertos conceptos o recuerdos según la teoría asociativa de la interferencia de Jenkins y Dallenbach.
Esta teoría surge en un momento donde se empiezan a estudiar los fenómenos del olvido, es decir, se trata de una teoría del olvido y la memoria humana.
¿Alguna vez te han explicado muchas cosas en un día, y al final de éste, ya no recordabas alguna de ellas? ¿O simplemente habías mezclado las historias? Vamos a conocer con detalle por qué sucede esto.
- Artículo relacionado: "Tipos de memoria: ¿cómo almacena los recuerdos el cerebro humano?"
La curva del olvido de Ebbinghaus
El primer investigador que estudió el olvido como proceso psicológico en paradigmas de memoria fue el alemán Hermann Ebbinghaus, que realizó sus trabajos sobre el olvido y sobre el aprendizaje de sílabas sin sentido.
Ebbinghaus empezó estudiando su propia memoria. Creó 2.300 sílabas sin significado (para evitar la asociación entre sílabas), las agrupó en listas y registró cuántas era capaz de recordar.
Una de sus conclusiones fue que las personas olvidamos muy rápidamente durante la primera hora tras el aprendizaje, pero que la curva del olvido (tasa de olvido) se va suavizando según va pasando el tiempo.
Ebbinghaus, con sus estudios, ya anticipó la teoría asociativa de la interferencia para explicar el olvido, además de otras dos:
- La teoría del decaimiento de la huella: recuerdos erosionados por el paso del tiempo.
- La teoría multifáctica de la huella: fragmentación y pérdida de los componentes del recuerdo.
Origen del estudio de la interferencia
John A. Bergström, en 1892, fue quien realizó el primer estudio sobre interferencia. Hizo un experimento donde solicitó que los sujetos clasificaran dos mazos de cartas con palabras en dos pilas. Observó que cuando se cambiaba la ubicación de la segunda fila, la clasificación era más lenta. Este hecho demostró que el primer conjunto de reglas de clasificación interfirió en el aprendizaje del nuevo conjunto.
Posteriormente a Bergström, en el año 1900, Georg Müller y Pilzecker, psicólogos alemanes, siguieron estudiando la interferencia retroactiva. Müller fue quien utilizó el término de inhibición como un término general para aludir a la inhibición retroactiva y proactiva.
Finalmente, Jenkins y Dallenbach plantearon la teoría asociativa de la interferencia para explicar el olvido; la veremos a continuación.
Teoría asociativa de la interferencia: estudio experimental
La teoría asociativa de la interferencia plantea que el olvido es una cuestión de interferencia, inhibición o destrucción del material viejo por el nuevo (aunque también sucede a la inversa, como veremos más adelante).
Jenkins y Dallenbach llevaron a cabo un estudio experimental donde un grupo de sujetos debían aprenderse una lista de palabras tipo CVC (consonante, vocal, consonante). Posteriormente se evaluaba el recuerdo a las “X” horas de sueño o vigilia (desde 1 hora hasta 8).
Los resultados mostraron cómo el grupo “despierto” (más expuesto a estímulos que podrían causar interferencia) recordó significativamente menos que el grupo “dormido”. Así, los autores atribuyeron estas diferencias a la interferencia que habían podido causar los estímulos en la condición de vigilia.
Tipos de interferencia
La teoría asociativa de la interferencia plantea que las memorias codificadas en la memoria a largo plazo se olvidan y no se pueden recuperar en la memoria a corto plazo de forma efectiva, ya que las “memorias” o recuerdos interfieren o se obstaculizan entre sí.
Así, se considera que en procesos de aprendizaje, el olvido se produce por la interferencia de ciertos recuerdos sobre otros. Existen dos tipos de interferencia:
Interferencia proactiva
También denominada inhibición proactiva, aparece cuando la información aprendida (información “vieja”) dificulta la retención o aprendizaje de la información nueva.
Según Underwood (1957), en este tipo de interferencia el olvido será función del número de experimentos en el que participa el sujeto; es decir, a mayor número de experimentos, mayor olvido.
Este tipo de interferencia explicaría, por ejemplo, por qué las personas políglotas (que hablan varias lenguas), cuando están aprendiendo una nueva lengua, tienen dificultades para retener las palabras de la nueva lengua. Esto ocurre con frecuencia porque las palabras ya aprendidas de otras lenguas, interfieren en el habla (“salen a flote”).
Inferencia retroactiva
Se trata del fenómeno contrario, cuando la información nueva dificulta la retención o aprendizaje de la información ya aprendida con anterioridad (información “vieja”).
Según algunos autores, se producirá mayor interferencia retroactiva cuando la semejanza entre el material que interfiere y el material aprendido es mayor.
Por ejemplo, pensemos en un estudiante que se aprende una lista de palabras en inglés para un examen. Al día siguiente, estudia una lista de palabras en alemán. Es probable que cuando quiera recordar la lista de palabras en inglés tenga problemas para hacerlo, porque las últimas palabras estudiadas (en alemán) dificultan el estudio de las primeras, interfieren.
Limitaciones de la teoría
La teoría Asociativa de la Interferencia sólo hace énfasis en los efectos de la interferencia en la memoria declarativa o explicativa, y no tanto en la memoria implícita.
Por otro lado, la teoría explica el por qué se da el olvido, pero no describe ni explica la evolución de la tasa de olvido.
- Quizás te interese: "¿Qué es la memoria declarativa?"
Extensión de la teoría
Otros autores, Underwood y Postman (1960), sugirieron una hipótesis extensiva de la teoría asociativa de la interferencia, que iba más allá del laboratorio. La llamaron hipótesis de la interferencia extra-experimental, y en ella proponían que el olvido podía producirse por efecto de la interferencia de los hábitos del lenguaje del sujeto.
Sin embargo, los datos encontrados mostraron que la tasa de olvido no parecía tener ninguna relación con la frecuencia de las palabras, o en el caso de sílabas sin sentido, con la frecuencia de los pares de letras constituyentes en la lengua inglesa.
Referencias bibliográficas:
- De Vega, M. (1990). Introducción a la Psicología Cognitiva. Alianza Psicología. Madrid.
- Manzanero, A.L. (2008). El olvido. En A.L. Manzanero, Psicología del Testimonio (pág. 83-90). Madrid: Ed. Pirámide.
- Arista, N.J. (2012). ¿Es posible mejorar la enseñanza de la Patología en cursos y conferencias? Patolog Rev Latinoam, 50(3), 232-236.