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Sistema Nervioso Entérico: partes y funciones


El sistema nervioso entérico es la parte del sistema nervioso autónomo encargada de regular las funciones vitales gastrointestinales. Entre estas funcione se encuentra la regulación del esófago, del estómago y de las funciones colorrectales; lo que a su vez implica la absorción y digestión de los nutrientes, así como el mantenimiento de las mucosas protectoras. El funcionamiento de este sistema es el más complejo del conjunto de elementos que componen el sistema nervioso autónomo.

A continuación veremos con más detalle qué es el sistema nervioso entérico y cuáles son algunas de sus principales funciones y características.

¿Qué es el Sistema Nervioso Entérico?

El sistema nervioso entérico es la estructura celular responsable de controlar nuestras funciones gastrointestinales. Lo anterior incluye la movilidad, la secreción, la inmunidad local y la inflamación de los órganos que componen el aparato digestivo.

Dicho de otra forma, el sistema nervioso entérico se encarga de regular funciones importantes para la ingesta, absorción, metabolismo y digestión de los alimentos. Así mismo se encarga de prevenir las enfermedades relacionadas con estas actividades.

El sistema nervioso entérico se origina en las células de la cresta neural (estructura generada durante el desarrollo embrionario), que, a su vez, se divide en dos grandes ramos de células nerviosas entrelazadas. Estos ramos se llaman “submucoso de Meissner” y “mientérico de Auerbach”, y conforman los dos principales componentes del sistema nervioso entérico.

Este sistema es reconocido como la parte más compleja del sistema nervioso periférico y está compuesto por una alta concentración de neuronas y células gliales. De hecho, contiene la más larga recopilación de neuronas que se encuentran fuera del cerebro.

Orígenes y desarrollo de este sistema

El sistema nervioso entérico se conforma desde el desarrollo embrionario, a partir de dos principales procesos: la proliferación celular y su diferenciación con la gran variedad de células gliales y variantes neuronales que componen el organismo.

Desde la cuarta semana de gestación, una parte de las células de la cresta neural, que dan origen a la mayoría del sistema nervioso entérico, migran a través de todo el tubo digestivo.

La otra parte de las mismas células, que contribuye en menor medida a la formación del SNE, migran desde la región craneal hasta la región caudal (es decir, de la cabeza hacia el extremo opuesto). Estas últimas se extienden paulatinamente por el tracto gastrointestinal del embrión en todos sus componentes:

  • Intestino anterior, que conforma posteriormente al esófago, el estómago y el duodeno (estructura conectora del estómago con el encargado de regular la absorción de sustancias: el yeyuno)
  • Intestino medio, que dará origen al intestino delgado, incluyendo su primera proposición llamada “ciego”; el colon ascendente, el apéndice y una parte del colon transverso, llamada “segmento proximal”.
  • Intestino posterior, que conforma una parte del colon transverso llamada “porción distal”, así como su parte descendente, las sigmoides (partes del colon que tienen forma de “S”) y el recto.

Componentes del SNE

Como veíamos antes, el sistema nervioso entérico se divide en dos principales segmentos que surgen de la cresta neural. Cada uno de ellos contiene una gran variedad de células gliales y nerviosas, y se encargan en conjunto de regular la ingesta, la absorción y metabolismo de todo lo que ingerimos. Estos segmentos, de acuerdo con Oswaldo, et al. (2012), son los siguientes:

Plexo submucoso de Meissner

Se desarrolla en el intestino delgado y el colon principalmente, y se encarga de regular la digestión y la absorción en la música y los vasos sanguíneos.

Plexo mientérico de Auerbach

Se se encuentra en todo el tubo digestivo, y se encarga de coordinar la actividad de las capas musculares de dicho órgano.

4 tipos de neuronas que lo conforman

La gran cantidad de neuronas entéricas en el intestino delgado adulto saludable permanece constante durante la mayor parte de la vida adulta, lo que parece ser resultado de un proceso de renovación contínua de las neuronas en el intestino (Kulkarni, S. et al, 2017).

Las neuronas que forman parte del sistema nervioso entérico, y que por lo tanto se encargan de regular nuestra actividad gastrointestinal son las siguientes (Oswaldo, et al, 2012):

1. Neuronas aferentes intrínsecas primarias

Al ser aferentes, se trata de neuronas que transportan los impulsos nerviosos desde los órganos hasta el sistema nervioso central. No obstante, al ser neuronas primarias, no conducen la información sensorial directamente, sino que lo hacen a través de otras células localizadas en el epitelio entérico (el tejido celular que recubre el sistema nervioso entérico). Es decir, su actividad es principalmente la de transductores sensoriales y de esta manera regulan funciones fisiológicas del tubo digestivo.

2. Neuronas motoras

Como su nombre lo dice, se encarga de activar las capas musculares que conforman tanto el tubo digestivo como los vasos sanguíneos y algunas glándulas. Se dividen a su vez en neuronas motoras excitatorias (por ejemplo, la acetilcolina), o neuronas motoras inhibitorias (como el óxido nítrico o el GABA). Estas últimas, las neuronas inhibitorias, son las responsables de regular la secreción de agua, el flujo sanguíneo y la liberación de electrolitos.

3. Interneuronas

Se trata de las células nerviosas responsables de conectar las neuronas aferentes intrínsecas primarias con las neuronas motoras. Pueden ser ascendentes o descendentes, según si actúan de la cabeza al extremo opuesto, o en el sentido contrario.

5. Neuronas intestinofugas

Sus prolongaciones se ubican fuera del tubo digestivo y se conecta con los ganglios nerviosos para formar un nuevo ganglio llamado “prevertebral”. Su principal función es la de avisar sobre los cambios en la actividad del intestino, por lo que se trata se mecanorreceptores (neuronas secundarias que disparan potenciales de acción ante estímulos mecánicos).

Principales funciones del SNE y patologías asociadas

De acuerdo con Furness, 2012, las principales funciones que desempeña el sistema nervioso entérico en su conjunto son las siguientes:

  • Determinar los patrones de movimiento del tracto gastrointestinal.
  • Controlar la secreción del ácido gástrico.
  • Regular el movimiento y los fluidos que cruzan el epitelio.
  • Modificar el flujo sanguíneo a nivel local.
  • Modificar y regular la absorción de nutrientes.
  • *Interactuar con el sistema endocrino intestinal y también con el sistema inmunitario.
  • Mantener la integridad de la barrera epitelial que dividen las células del intestino.

Un funcionamiento inadecuado de este sistema afecta las funciones descritas anteriormente. En su mayoría, el funcionamiento inadecuado del SNE se relaciona neuropatías que dificultan el control de la actividad muscular y el movimiento del fluido mucoso. Lo anterior se refleja en distintos padecimientos del colon y del tracto digestivo.

Además, el funcionamiento inadecuado del SNE puede ser de origen congénito o bien, adquirido durante el desarrollo posnatal. Generalmente esto último ocurre por una condición médica secundaria que termina por dañar signitivamente en funcionamiento del SNE, aunque también puede ocurrir por un efecto iatrogénico de algún fármaco, o por una neuropatología inducida por consumo de drogas.