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La mejor formación en Prevención en Drogodependencias


El ámbito de las adicciones es uno de los más fascinantes y complejos de la Psicología y las Ciencias de la Salud. La prevalencia de los trastornos por adicción es muy alta, especialmente en un momento en el que el consumo de sustancias adictivas cada vez se inicia a una edad más temprana.

Sin embargo, las intervenciones psicológicas y sociales necesarias para combatir el problema de la adicción no pueden centrarse únicamente en tratar a las personas adictas. Uno de los factores cruciales a tener en cuenta es la prevención: el conjunto de investigaciones, planes y estrategias dirigidas a evitar que la dependencia llegue a un punto crítico de desarrollo.

En este artículo veremos cómo se puede elegir la mejor formación en prevención de drogodependencias, teniendo en cuenta varios criterios que nos informan sobre la calidad de esos cursos, másters y posgrados de especialización.

Cómo formarse en Prevención de Drogodependencias: criterios de calidad

A la hora de elegir programas de formación, es importante fijarse en si los másters, cursos y posgrados cuentan con las siguientes características.

1. Tratan las principales formas de adicción

A no ser que el programa de aprendizaje se centre en un tipo muy concreto de adicción, estos cursos deben dar una visión global al menos de las principales formas de adicción, y no solo de algunas relativamente poco frecuente. De esta forma, los estudiantes ganarán en versatilidad en el mundo laboral.

2. Se fundamentan en conocimientos científicamente validados

Está claro que los conocimientos obtenidos a través de la ciencia nunca son definitivos ni imposibles de cuestionar, pero eso no significa que tengan el mismo valor que los alcanzados a través de otro procedimiento cualquiera.

Especialmente en un ámbito tan delicado y asociado al sector de las profesiones sanitarias, es imprescindible que tanto el paradigma desde el que se parte como los contenidos impartidos tengan solidez científica y estén actualizados en la línea de las últimas investigaciones publicadas. Planteamientos que hablen de las adicciones fundamentándose en conceptos totalmente abstractos y sin definición operativa, o que se basen en modelos caducos asociados al misticismo, deben ser descartados.

3. Ofrecen un trato personalizado

Buena parte del potencial de aprendizaje que nos ofrece un programa de formación viene no de la información que se nos transmite de un modo más o menos unidireccional, sino de la posibilidad de interactuar con personas con verdadero conocimiento en la materia y dispuestas a solucionar nuestras dudas específicas.

Por eso, las tutorías personalizadas son imprescindibles. Gracias a estas sesiones de asesoramiento, nos “empapamos” de conocimiento de un modo más espontáneo y dinámico, si bien estudiar a solas también es imprescindible.

4. Que ofrezcan conocimientos teóricos y prácticos

En el caso de los posgrados y los másters, es importante contar con la posibilidad de ejercer prácticas relacionadas con lo estudiado. De esta manera, los estudiantes interiorizarán los conocimientos transmitidos a través de la doble vía de la teoría y la práctica, dos facetas interrelacionadas y co-dependientes la una de la otra. De poco sirve saber la teoría si eso no se traduce en pautas de comportamiento que nos lleven a la acción independientemente de si nuestro ámbito es el clínico, el psicosocial o el educativo.

5. Que informen sobre todos los niveles de la adicción

La adicciones tienen diferentes niveles de complejidad, que van desde lo micro de la neuropsicología del circuito de recompensas hasta lo macro de los aspectos relacionales y sociales de las conductas adictivas. Para comprender bien de qué maneras puede ser abordada la prevención de estas alteraciones, hay que tener una visión global de toda esta problemática, y los cursos, másters y posgrados deben cubrir esos niveles de complejidad.

Conclusión: un interesante ámbito de especialización

La existencia de adicciones es un reto que como sociedad estamos obligados a enfrentar, y ello requiere de profesionales bien entrenados. Por eso, la especialización en prevención es uno de los principales focos de profesionalización, y parece que lo seguirá siendo a largo plazo a causa de la extensión de la problemática de las drogas y las conductas adictivas.