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¿Es malo dormir con la boca abierta?


Algunas veces al despertarnos notamos sequedad en la boca, como si la saliva fuese más espesa de lo normal, normalmente esta sensación se acompaña de ronquera en la garganta.

La sensación de sequedad bucal al despertarse es producida muchas veces por dormir con la boca abierta, y es una señal indicativa de que probablemente no estés respirando de una manera correcta durante el sueño. Es habitual tener la boca seca de vez en cuando, pero si esta situación se repite frecuentemente después de que suene el despertador, es posible que en vez de por la nariz estés respirando únicamente por la boca en el transcurso de la noche.

La mala respiración puede tener un impacto negativo sobre tu salud, impide la absorción natural de oxígeno de la sangre al cerebro y los músculos, lo que provoca toda una serie de problemas y condiciones, también el hecho de respirar por la boca durante el sueño afecta a la salud oral, ya que disminuye la cantidad de saliva que ayuda, entre otras funciones importantes, a combatir las caries.

Si tenemos que responder de forma breve a la pregunta frecuente de si es malo dormir con la boca abierta, ,a respuesta es no, no se debe dormir con la boca abierta. En este artículo ampliaremos y argumentaremos este veredicto negativo explorando las causas de dormir con la boca abierta y como afecta a la salud tanto oral como a la del resto de nuestro cuerpo.

Cómo afecta dormir con la boca abierta a la respiración

El hecho de dormir con la boca abierta es considerado problemático para los profesionales de la salud, ya que tiene un impacto negativo sobre la salud oral y general. Esto es debido a que dormir con la boca abierta, suele significar que en vez de utilizar la respiración nasal, hacemos uso de la respiración bucal en el transcurso de la noche.

A través de la respiración nasal se proporciona al organismo el oxígeno necesario para su supervivencia y mantener todas sus funciones, además gracias una correcta respiración se liberan algunos residuos del cuerpo y se expulsa el dióxido de carbono.

El óxido nítrico, también llamado monóxido de nitrógeno, es un gas que producen las células que recubren el interior de las vías aéreas de la nariz, senos paranasales y bronquios. Cuando respiramos de manera correcta, es decir, por la nariz, producimos mayor cantidad de este gas, cuando respiramos por la boca no producimos este gas.

Efectos de dormir con la boca abierta

El óxido nítrico cumple con dos funciones fundamentales en la respiración. En primer lugar, este gas tiene un efecto dilatador en las vías respiratorias, esto significa que las abre y así se reduce la resistencia que oponen los vasos sanguíneos de los pulmones al paso de la sangre a través de sí, también mejora la capacidad para el intercambio de gases. La consecuencia principal es que la sangre lleva más oxígeno al respirar por la nariz gracias al óxido nítrico y también es más fácil transportarla por el resto del cuerpo.

Un estudio mostró que la respiración nasal aumenta la cantidad de consumo de oxígeno entre un 10 y un 20 por ciento en comparación con la respiración bucal.

La respiración nasal también tiene otras funciones importantes en el organismo: relaja las células del músculo liso vascular y permite que los vasos sanguíneos se dilaten, es un proceso importante para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. También se pueden añadir como funciones de la respiración a través de la nariz que ayudan al sistema inmunitario: el filtrado las partículas pequeñas en el aire gracias a los pelos conocidos médicamente como vibrisas, el humedecimiento del aire y el calentamiento de este para que llegue a los pulmones con la temperatura correcta y evitar la sequedad.

Cuando respiramos por la boca, todas estas funciones dejan de realizarse, por lo tanto, se considera una respiración deficiente: no se forma óxido nítrico y llega menor cantidad de oxígeno a nuestros sistemas. Además, ni se humedece, ni se calienta, ni se filtra el aire, que llega con mayor cantidad de patógenos y con unas condiciones que pueden provocar infecciones. En realidad, la respiración bucal actúa como una especie de seguro de vida, es decir, se activa cuando es imposible respirar por la nariz, pero no es una función que le corresponda a este sistema.

Este mecanismo de supervivencia no está exento de riesgos. Si se prolonga en el tiempo, los efectos adversos de la respiración bucal pueden provocar desde pequeños daños en los dientes, normalmente caries, hasta enfermedades que afectan al sistema cardiovascular.

Dormir con la boca abierta y las consecuencias sobre la salud oral

Un estudio reciente indicó que dormir con la boca abierta puede ser incluso peor para la salud dental que el consumo habitual de bebidas azucaradas, algo que desconocen muchos dentistas. A continuación describimos las condiciones más comunes que afectan a nuestra salud oral cuando respiramos por la boca.

1. Caries

Como sabemos, la saliva es esencial para la salud de la boca y los dientes, por una parte, tiene una sustancia conocida como lisozima que ayuda a luchar contra las bacterias y por otra contiene minerales que nos ayudan a tener unos dientes más sanos, entre otras funciones.

Cuando disminuye en saliva la cantidad de saliva en la boca, el pH de la placa dental disminuye, aumentando la cantidad de bacterias dañinas. Esto aumenta considerablemente el riesgo de caries y, en el peor de los casos, puede provocar la pérdida de dientes.

2. Sequedad

Al respirar por la boca y entrar el flujo de aire, la saliva que es húmeda se reseca, por eso tenemos esa sensación pastosa cuando dormimos con la boca abierta, también se pierde líquido debido a la evaporación, lo que provoca sequedad en la boca y los labios. Esto puede tener consecuencias graves, como dificultad para tragar y disminución de la protección salival, además de ser muy incómodo.

3. Mal aliento

El mal aliento se conoce con el nombre de halitosis y se caracteriza por cambios en el hálito (aliento) que son desagradables para el individuo afectado y quienes lo rodean. La respiración a través de la boca se asocia con la halitosis, ya que como hemos mencionado en los puntos anteriores, la reducción de la cantidad de saliva afecta a la capacidad de la boca para limpiarse, lo que conlleva un aumento de la flora bacteriana y causa mal aliento.

4. Deformación de las arcadas dentales

Las arcadas dentales se refieren a los grupos de dientes, que como podemos observar forman un arco. En el desarrollo, la cabeza, el cráneo y la mandíbula, se adaptan a nuestros patrones de respiración, si en vez de por la nariz respiramos por la boca, las arcadas dentales se verán afectadas y esto provoca un efecto dominó en labios, lengua y paladar. Normalmente, las personas que respiran por la boca tienen una cara más corta, dientes apiñados, fosas nasales estrechas, la mandíbula más pequeña y/o los labios rígidos.

5. Deglución alterada

La deglución se refiere al paso de los alimentos u otras sustancias desde la boca hacia el estómago. En el caso de la respiración bucal, esta puede alterar la deglución anormal. Cuando la boca está seca, es probable que se empuje la lengua hacia delante para tragar en lugar de cerrar la boca. Además, al respirar por la boca, se traga mucho más aire, lo que puede afectar al reflujo estomacal.

Sus efectos sobre la salud general

Como ya hemos explicado, la respiración bucal no permite que llegue tanto oxígeno a los pulmones, y, por tanto, al resto de sistemas. Este comportamiento también interrumpe el sueño, que como sabemos por experiencia, desempeña un papel esencial en nuestro bienestar físico, pero también mental. Estas dos condiciones derivadas de dormir con la boca abierta pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud generales de índole muy diversa a medida que se envejece, que incluyen:

  • Apnea obstructiva del sueño (trastorno del sueño en el que las vías respiratorias se bloquean parcial o totalmente, interrumpiendo la respiración)
  • Trastornos respiratorios del sueño
  • Infecciones respiratorias
  • Asma
  • Alergias
  • Disminución de la función inmunitaria
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Diabetes de tipo 2
  • Problemas hepáticos
  • Depresión
  • Infertilidad
  • Anomalías cerebrales y deterioro cognitivo

Causas comunes de dormir con la boca abierta

Respirar por la boca en vez de por la nariz es frecuentemente consecuencias, de padecer algún tipo de alergia que implica congestión (como la fiebre del heno) amígdalas hinchadas, senos paranasales o nariz parcialmente taponados, congestión por infección o apnea del sueño.

Las personas diagnosticadas con congestión nasal crónica suelen espirar por la boca, y especialmente mientras duermen, ya que no son conscientes de este comportamiento. La causa principal de la respiración bucal es la mala salud respiratoria: los tejidos blandos de la boca y la garganta colapsan durante el sueño, restringiendo el flujo de aire.

Una de las causas más común de dormir con la boca abierta para respirar son las alergias, frecuentemente los niños que presentan este problema respiratorio, este se deriva de la fiebre del heno, también llamada rinitis alérgica.

El tabique es la pared de tejido delgado que separa las fosas nasales, cuando esta pared está descentrada, una o ambas fosas nasales pueden bloquearse, lo que dificulta la respiración y conducir a utilizar la respiración por la boca. Muchas otras condiciones pueden causar congestión nasal crónica y respiración bucal. Algunas de estas condiciones incluyen tejido nasal inflamado o tumores dentro de la nariz.

Finalmente, la apnea del sueño también puede causar respiración bucal en vez de nasal. Las personas con esta afección dejan de respirar muchas veces durante la noche y, cuando sus niveles de oxígeno bajan, pueden tragar aire. Estos frecuentes episodios de apnea pueden promover el hábito de respirar por la boca.

¿Cómo dejar de dormir con la boca abierta?

Para solucionar el problema de dormir con la boca abierta se deben abordar y solucionar las afecciones de las vías respiratorias. Si las vías respiratorias se contraen o colapsan durante el sueño, el paciente seguirá respirando por la boca. La solución definitiva para la respiración bucal es restaurar la salud de las vías respiratorias, ya sea curando una infección, o remodelándolas para facilitar la respiración nasal. Los tratamientos son diversos y pueden incluir:

  • Aparatos bucales
  • Tratamiento de la lengüeta (tejido que conecta la lengua con el suelo de la boca)
  • Ortodoncia
  • Cinta adhesiva bucal para afrontar la relajación de la mandíbula que ocurre durante el sueño
  • Terapia miofuncional
  • Extirpación de amígdalas o adenoides
  • Descongestionantes nasales
  • Antihistamínicos
  • Filtración del aire