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Craving: causas del ansia de consumo de sustancias


El consumo de sustancias psicoactivas, si se realiza de forma más o menos frecuente, acaba por provocar que el cuerpo genere tolerancia a dicha sustancia. Esto provoca que para lograr los mismos efectos que al principio, deba aumentarse paulatinamente la dosis administrada, o bien espaciar el consumo de cara a que el organismo se acostumbre a trabajar sin ella.

Si el organismo deja de consumir o se mantiene con dosis que ya no hacen efecto tiende a aparecer algún tipo de síndrome de abstinencia que causa un nivel de malestar y sufrimiento variable, apareciendo un intenso deseo por consumir la sustancia en cuestión. Se trata del craving.

¿Qué es el craving?

Entendemos como craving la sensación de necesidad imperiosa y urgente de realizar una determinada actividad, cuya ausencia genera ansiedad. En el caso de los drogas, se refiere al deseo intenso de conseguir y consumir la sustancia en cuestión que lo genera. Este deseo no tiene porque encontrar un correlato conductual, es decir no tiene porque provocar una actuación que lleve al consumo.

Este deseo se da en sujetos que tienen o han tenido dependencia respecto a una determinada sustancia, formando parte importante en el mantenimiento del proceso adictivo. Puede verse activado por la presencia de estímulos previamente asociados con el consumo de la sustancia, por eventos estresantes e incluso por la ausencia de suficiente estimulación.

El craving puede aparecer incluso en individuos que han dejado de consumir. Generalmente suele poder estar presente de forma activa hasta dos años después, si bien suele ser mucho más intenso en el periodo comprendido entre el mes y el primer año de la finalización del consumo. Ello sin tener en cuenta la existencia de caídas y recaídas.

Causas y contextos de aparición

El ansia de consumo de droga suele asociarse a la necesidad provocada por la abstinencia de ésta, pero dicha razón solo es una de las que existen. Algunos de los principales momentos en que aparece el craving son los siguientes.

1. Síndrome de abstinencia

La abstinencia a una sustancia a la cual el cuerpo y la mente se han acostumbrado puede ser muy dura.

Si la retirada del consumo se produce de forma brusca, demasiado rápida o inadecuada es frecuente que aparezcan diversos síntomas de peligrosidad variable. Aún si este se da de forma pautada y correcta, el descenso en el consumo o el no incremento de cara a sentir los efectos puede provocar malestar, frustración, ansiedad e incluso agresividad y bajo control al sujeto. E incluso si no el sujeto no se intenta desenganchar, el progresivo aumento en la tolerancia del cuerpo hacia la droga provoca la necesidad de un consumo cada vez mayor, generando malestar el no conseguirlo.

En todas estas circunstancias es frecuente que aparezca el craving, con el propósito de evitar o disminuir el malestar asociado al no consumo.

2. Condicionamiento estimular

El consumo de drogas suele darse en contexto determinado. Lugares, actividades e incluso personas son con el tiempo asociadas al hecho de consumir.

Ello provoca que a la larga entrar en contacto con determinados tipos de estímulos provoque una elicitación de la respuesta de consumo, apareciendo el craving ante dichos estímulos, personas o situaciones.

3. Búsqueda de placer/evitación del displacer

Muchos consumidores de drogas empiezan a consumir debido a que les genera sensaciones placenteras o por evadirse de problemas concretos. Aún si no existe una necesidad fisiológica como en el caso de la abstinencia, puede aparecer un fuerte deseo de consumo en situaciones de sufrimiento vital, abatimiento o simple aburrimiento. En ocasiones también aparece como manera de intentar potenciar una experiencia gratificante, como ocurre con el sexo o la comida.

Posibles explicaciones del ansia de consumo

Las causas de este fenómeno han sido exploradas y estudiadas por numerosos autores y corrientes de pensamiento. Algunas de las posibles explicaciones ofrecidas son las siguientes.

Explicación neuropsicológica

A nivel neurobiológico el craving parece estar provocado por la adaptación del sistema nervioso a la sustancia. El sujeto dependiente que deja de consumir mantiene alterados diferentes mecanismos cerebrales como el el sistema de recompensa cerebral y la transmisión de hormonas como la dopamina, la serotonina y las endorfinas.

Al cesar el consumo o no producirse en la medida suficiente, el organismo se encuentra alterado por la ausencia de elementos familiares. Ello provoca un malestar intenso que está asociado a la sustancia que falta, con lo que aparece el deseo persistente de consumirla. Con el paso del tiempo, si no se produce consumo el encéfalo vuelve a un estado normal, con lo que la necesidad no será tan elevada.

Explicación según condicionamiento

Otra explicación puede encontrarse en el condicionamiento.

Por un lado podemos observar componentes típicos del condicionamiento clásico, que en este caso provocaría una vinculación entre el consumo y elementos del entorno, con lo que la presencia de dichos elementos evocará el consumo. Así, se provoca un deseo de repetir la experiencia ante la estimulación vinculada a él.

Por el otro, desde el condicionamiento operante se puede establecer que las consecuencias positivas del consumo y su experimentación persistente actúan como refuerzo al propio consumo a la vez que genera la expectativa de conseguir continuamente la misma recompensa y en la misma intensidad. En ausencia de ella, se genera la respuesta de repetir el consumo con el fin de alcanzar los mismos efectos.

La perspectiva cognitiva del craving

Una visión más cognitiva refiere que el craving está mediado por las expectativas y las creencias de autoeficacia de la propia persona, siendo un elemento principal para explicarlo el procesamiento de la información.

Uno de los modelos cognitivo-conductuales más populares en la explicación del craving es el modelo de doble afecto, que señala que el craving proviene por una parte del estado emocional aversivo que causa el síndrome de abstinencia o eventos desagradables y por otra del estado emocional positivo que genera el consumo de la sustancia. Los eventos y estímulos del medio generan que se active la red de respuestas y cogniciones que se vinculan con los efectos apetitivos de la droga y los aversivos de su ausencia.

Otra posible explicación se encuentra en el modelo de procesamiento cognitivo, en el que se estipula que en personas drogodependientes el hábito de consumir se ha automatizado, requiriendo el no consumo un esfuerzo. Desde esta perspectiva el craving es un proceso no automático provocado por el esfuerzo de no consumir.

El craving en el tratamiento de las adicciones

Tratar la dependencia a una sustancia es un proceso dificultoso y prolongado en el tiempo, en el que pueden influir factores muy diversos como el tipo de tratamiento aplicado, las vivencias del individuo durante el periodo de tiempo en que se realiza o el apoyo social percibido.

En este proceso la abstinencia va a causar un profundo sufrimiento en la persona en tratamiento, sufrimiento que va a generar de forma muy potente el deseo o ansia de consumir de nuevo: el craving.

El craving es uno de los principales causantes de caída (consumir en una ocasión pero sin que por ello se reinstaure necesariamente el hábito) y recaída (en el que se recupera el hábito de consumo), con lo cual debe ser especialmente tenido en cuenta a la hora de establecer programas de tratamiento. Es por ello que resulta fundamental elaborar programas de prevención de recaídas durante cualquier tratamiento.

De cara a prevenirlo, es necesario en primer lugar informar y educar al paciente en que el deseo de consumo en normal y que el hecho de que aparezca el craving no implica que vaya a producirse el consumo.

También resulta útil tener en cuenta el tipo de estímulos que facilitan el consumo o provocan el deseo de hacerlo, con el fin de evitarlos o aprender a afrontarlos de manera adaptativa sin recurrir al consumo. Fortalecer y empoderar al paciente, así como restablecer su sensación de control y darle herramientas y estrategias que le sirvan para gestionar el estrés y resistir el deseo, es otra estrategia útil a aplicar.