Los 5 niveles en los que emerge el sufrimiento (y el bienestar) psicológico
En el contexto de los enfoques de la psicología clínica y la psicoterapia, nos hemos acostumbrado a pensar el dolor, el sufrimiento y el bienestar como fenómenos eminentemente individuales.
Muchos de los enfoques clásicos y más extendidos de estos saberes han centrado sus estudios y sus planteamientos en torno a la explicación de lo anterior considerando a las personas como si fueran independientes de sus distintos espacios sociales e interacciones significativas.
Algunos de los grandes cuestionamientos a los puntos de vista anteriores han venido desde los enfoques sistémico-relacionales, interaccionales, construccionistas sociales e incluso holísticos. Las críticas presentadas no consideran que el nivel individual sea insuficiente o innecesario para explicar los fenómenos psicológicos, sino que se han dejado de lado otros niveles igual de relevantes y que interactúan con el mismo.
Según los planteamientos de Humberto Maturana, a estos niveles se les denomina “dominios de existencia”. El concepto viene de la idea de que tenemos distintas formas de ser y características dependiendo de en cuál de esos dominios estamos participando y considerando.
Sumado a lo anterior y siguiendo los planteamientos de la Teoría Enactiva de Francisco Varela, podríamos considerar que ni siquiera somos la misma persona en los diferentes dominios, sino que vamos siendo y emergiendo con distintas características, emociones, acciones y formas de ver las cosas en un continuo de cambios permanentes. Dicho en términos simples, no somos la misma persona en el trabajo que en nuestras relaciones familiares o de pareja.
- Artículo relacionado: "Las 10 principales teorías psicológicas"
Los niveles de existecia
A continuación, se revisarán 5 de esos espacios o dominios de existencia que podrían ser considerados como los principales en la vida de las personas. Es importante tener en cuenta de antemano que estos se relacionan e influyen unos con otros, además de que es posible encontrar diversos subdominios o subsistemas dentro de cada uno.
1. El Nivel Individual
Este nivel, como se mencionó en principio, es el más ampliamente considerado tanto en los enfoques de la psicoterapia como en la mayoría de las sociedades en general. Muchos de los enfoques del psicoanálisis (si bien no todos), de las teorías cognitivas y conductuales e incluso humanistas, han centrado su foco en este punto. Sin duda el aporte ha sido sustantivo y ha servido como base para el desarrollo de un rico saber y un espacio de alivio para muchas personas a lo largo del tiempo.
Desde un punto de vista constructivista y narrativo, el nivel individual tiene que ver en términos simples con la relación que tenemos con nosotros mismos. Cómo nos percibimos y construimos identitariamente, actuamos, sentimos y vemos las cosas. Dicha construcción identitaria puede ser fuente inagotable tanto de sufrimiento como de bienestar.
- Quizás te interese: "El subjetivismo en la Psicología: qué es y por qué no lleva a ninguna parte"
2. El Nivel Laboral
La definición se explica prácticamente por sí sola. Un gran número de las personas que asisten a consulta lo hacen en el contexto de un problema o crisis en el espacio de sus trabajos.
En este punto son importantes para el entendimiento de dichos dolores las condiciones concretas de los mismos, las distintas expectativas, las relaciones interpersonales y sin duda, las posibilidades de cambio existentes. También este nivel es un lugar de mucha realización y de generación de recursos personales para otros. Esto se puede profundizar y relevar mucho en el espacio terapéutico y también ser utilizado como elemento de alivio.
- Artículo relacionado: "Psicología del trabajo y las organizaciones: una profesión con futuro"
3. El Nivel Social
Este es tal vez el dominio de existencia más dejado de lado por la psicoterapia y la psicología clínica de corte moderno. Otros espacios de la psicología sí se han hecho cargo del mismo, por ejemplo, los enfoques sociales-comunitarios.
Es un nivel sumamente complejo y reviste distintos tipos de abstracción, en los que participamos desde y hacia la sociedad en muchos espacios. La idiosincrasia de las distintas sociedades, los fenómenos de género, clase social, étnicos y hasta recreativos o deportivos forman parte. Nuestras formas de ser y por lo mismo, muchos de nuestros problemas y también soluciones a los mismos, emergen considerando dichos contextos. Las grandes crisis sociales, muy propias de los tiempos actuales, tienen mucho que ver con incomodidades o pérdidas de sentido dentro de los mismos.
- Quizás te interese: "¿Qué es la Psicología Social?"
4. El Nivel de Relaciones Amorosas o Sexo-Afectivas
Antiguamente y hasta hace no mucho tiempo se podría haber definido como simplemente el de “parejas”, pero en la actualidad, con el cuestionamiento a la hegemonía de dicho modelo y la aparición de otros, como por ejemplo las relaciones poliamorosas, ha sido necesario ir ampliándolo.
Este también suele ser un espacio en el que emergen muchas consultas y problemas psicológicos, que suelen tener que ver con problemas de negociaciones de límites, jerarquías, expectativas transgeneracionales de sus miembros, y ciertos fenómenos comunicacionales. Cada vez es más usual que otro tipo de relaciones como las mencionadas con anterioridad lleguen a consultar, con sus propias particularidades.
- Artículo relacionado: "Los 4 tipos de amor: ¿qué clases distintas de amor existen?"
5. El Nivel Familiar
Los sistemas familiares son sumamente complejos en su entendimiento, ya que dentro de los mismos se superponen distintos subsistemas, como el parental, el filial, el fraternal y el parento-filial. Al igual que en el nivel anterior, son muchísimos los elementos (como los ya mencionados) que pueden explicar los problemas o crisis del sistema o alguno de sus subsistemas. Aquí también aparecen con fuerza los fenómenos relativos a las alianzas, las coaliciones y los triángulos. Una adecuada estructuración de todos los aspectos mencionados hace posible que emerjan en este nivel experiencias reconfortantes y de bienestar.
Como puede observarse, son muchos y muy diversos los dominios de existencia en que se pueden llegar a explicar tanto las crisis y los problemas psicológicos como las experiencias reconfortantes y de bienestar. Es sumamente importante volver a recalcar que estos no son totalmente independientes unos de otros; al contrario, tienen una interacción inevitable y constante. El trabajo psicoterapéutico puede darse en cualquiera de estos niveles y, por lo mismo, ir más allá de la individualidad de quién o quienes consultan.