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Visualización creativa: así se usa para llegar a tus metas


Existe una célebre cita atribuida tradicionalmente al famoso productor de cine Walt Disney que dice: “Si puedes soñarlo puedes hacerlo”. Aunque en principio pueda sonar un poco utópica existen una serie de técnicas a las que bien se les podría aplicar esta frase.

La visualización creativa es una de ellas. Está técnica de base cognitiva se basa un precepto muy similar al de esta famosa cita. A continuación, explicamos en qué consiste y cómo podemos practicarla.

¿Qué es la visualización creativa?

La visualización creativa en una técnica cognitiva en la que, utilizando nuestra imaginaciones, nos lleva a crear una serie de imágenes mentales en la que proyectamos nuestras metas.

El objetivo de esta visualización creativa de nuestros objetivos y cambios vitales que queremos conseguir es aumentar nuestra autoestima, la confianza en nosotros mismos y la facilitar el afrontamiento ante dichos cambios.

Además, la práctica de esta técnica puede ayudarnos a modificar nuestras emociones y sentimientos que tenemos con respecto a nuestro futuro; facilitando la experimentación de un bienestar tanto a nivel psicológico individual, como a nivel social.

La visualización creativa no consiste en nada místico o enigmático, se trata en utilizar nuestra imaginación para modificar nuestros pensamientos. Tener pensamientos e imágenes positivas acerca de lo que queremos puede condicionarnos de manera inconsciente para que lo consigamos.

En realidad, utilizamos la visualización creativa prácticamente a diario, solamente es que no somos conscientes de ello y no lo hacemos de forma ordenada o regulada.

Una ayuda para conducirnos a la acción

Esta técnica no es tan fácil como parece. No podemos alcanzar nuestros sueños solamente con imaginarlos. Cada persona, debido a sus creencias, posee ciertas limitaciones a la hora de cambiar ciertos aspectos de su vida.

Por lo tanto, es necesario mantener la mente abierta y superar nuestras creencias limitantes. No basta con fantasear. Esto nos llevará un poco de tiempo, pero con la práctica conseguiremos que las cosas empiecen a cambiar.

Casi todos nosotros, pensamos repetidamente en todo aquello que nos rodea. Pasamos horas rumiando pensamientos acerca de nuestra situación actual, recreando continuamente el mismo tipo de circunstancias. Sin embargo, con la visualización creativa podemos modificar estos pensamientos y visualizar aquello que queremos cambiar.

Pautas para la visualización creativa

Existen algunas discrepancias acerca de las pautas a seguir para la visualización creativa. Algunos supuestos como la teoría computacional de imágenes, ha elaborado una serie de pautas regladas y ordenadas. Sin embargo, otros teóricos o practicantes son mucho más flexibles a la hora de trazar unas normas para su práctica.

No obstante, todos tienen varios puntos en común. A continuación presentamos una serie de pasos a seguir para poder llevar a la cabo la visualización creativa de manera satisfactoria.

1. Tener unos objetivos claros

Antes que nada es esencial saber qué queremos conseguir. Tener claros nuestros objetivos es esencial para poder focalizarnos en ellos.

Asimismo, un requisito clave es que estos sean realistas y sensatos para que los podamos asumir bien. Por ejemplo, aunque nos dediquemos todos los días a imaginar que nos ha tocado la lotería, esto ni es realista ni está en nuestras manos; por lo que es improbable que lo consigamos.

2. Generar la imágenes mentales

Una vez tenemos claro qué queremos conseguir, damos paso a la generación mental de estas imágenes. Utilizando procesos de memoria e imaginación debemos recrear mentalmente aquellas situaciones o metar que queremos conseguir.

Es importante, utilizar todos nuestros sentidos y ser lo más concretos posibles.

3. Mantener la visualización creativa

Esto significa conservar y sostener en tiempo estas imágenes, de manera intencional. Para ello podemos instalarnos en un lugar tranquilo y sin distracciones, respiramos profundamente y reproducimos mentalmente estas imágenes.

Es recomendable llevar esta práctica a cabo, al menos, dos veces al día durante unos 10-15 minutos aproximadamente. Crear una rutina es esencial para que estas imágenes no decaigan o se degeneren con el tiempo.

4. Inspeccionar las imágenes

Durante esta fase, debemos de inspeccionar la imágen mental una vez la hayamos creado y mantenido durante un tiempo.

Es necesario explorarla cuidadosamente y asegurarnos de que es tal y como queremos. Así como percibir qué sentimientos y emociones nos genera y asegurarnos de que sean positivos.

5. Transformar las imágenes

Finalmente, una vez inspeccionada la imagen podemos modificarla o alterarla según si nos provoca emociones negativas o no. Si existe algo en ella que no acabe de convencernos deberemos de volver a reflexionar y encontrar aquel punto que nos aporte bienestar y nos parezca satisfactorio.

Consejos para la visualización creativa

Además de los pasos a seguir para la visualización creativa de imágenes mentales que reflejen nuestras metas, existen una serie de recomendaciones para que esta técnica se lleve a cabo de manera eficaz.

Antes que nada, y como se comenta anteriormente, debemos desarrollar nuestra apertura de mente. Mantener una mente abierta es esencial para adaptarnos y gestionar los cambios que nos rodean. Así como para poder identificar las oportunidades que se nos presenta en la vida.

Además, es vital mantener una actitud positiva con respecto a nuestras imágenes mentales. Mediante la utilización de pensamientos y palabras reforzadoras podemos combatir nuestras dudas y pensamientos negativos.

Finalmente, al igual que con todo aquello que nos propongamos, debemos de ser constantes y creer en nosotros mismos. Si dejamos de intentarlo de buenas a primeras, seguramente no lo consigamos nunca.

Aplicaciones terapéuticas

En el ámbito terapéutico, la visualización creativa pretende otorgar al paciente de herramientas para afrontar las dificultades o contratiempos que son inherentes al transcurrir de la vida.

Esta técnica, guiada por un profesional en psicología o salud mental, facilita que la persona pueda sustituir aquellas imágenes o pensamientos que mantienen o empeoran su situación actual, por otros que le proporcionen soluciones a sus problemas y por lo tanto un mayor bienestar psicológico.

El objetivo, es educar al paciente en la creación de imágenes mentales que cambien su perspectiva del problema y aporten soluciones plausibles.