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Premenopausia: qué es y cuál es su influencia en el estado emocional


La premenopausia es una experiencia que, en muchos casos, tan solo implica la entrada en una etapa de la vida en la que la capacidad de quedar embarazada prácticamente desaparece, y poco más. Sin embargo, se ha observado que en una parte significativa de las mujeres que pasan por ella, también produce otros efectos y síntomas, tanto físicos como psicológicos.

En este artículo nos centraremos en este último aspecto, viendo cuáles son los cambios emocionales más habituales que pueden darse de la mano de la entrada en la premenopausia.

¿Qué es la premenopausia?

La premenopausia es el período de transición biológica que aparece justo antes de la menopausia y marca el inicio del fin del período reproductivo (desde el punto de vista biológico) en el organismo de la mujer.

Esta etapa suele aparecer unos 10 años antes de la menopausia, es decir, alrededor de los 40-45 en la mayoría de mujeres, aunque en ocasiones también puede presentarse a edades más tempranas dependiendo de algunos factores de riesgo.

Algunos de estos factores de riesgo que pueden precipitar la aparición temprana de la premenopausia son el tabaquismo, los antecedentes familiares, determinados tratamientos para el cáncer y algunas cirugías practicadas en el aparato reproductivo.

Síntomas de la premenopausia

Al igual que sucede con la menopausia, las mujeres que pasan por esta experiencia pueden presentar una serie de cambios y síntomas que van más allá de lo físico y se reflejan en el estado emocional de la mujer, afectando a su comportamiento.

¿Cuáles son los principales síntomas de la premenopausia?

Los síntomas experimentados durante la premenopausia se deben al inicio de una serie de cambios en los flujos hormonales del organismo, principalmente en las dinámicas de producción de estrógeno por parte de los ovarios, que se libera de manera irregular durante un período de tiempo determinado. Y es que poco antes y durante la menopausia, disminuye la cantidad de estrógenos que son segregados por el organismo, y esto produce una reacción en cadena que incide en elementos psicológicos.

Este fenómeno cambia por completo los ciclos menstruales de las mujeres, y se asocia también con una serie de síntomas.

1. Cambios en el ciclo menstrual

Con el inicio de la premenopausia, las mujeres experimentan un acortamiento del ciclo menstrual (normalmente pasa de 28 días a 26 días), lo que supone un cambio notable en los ritmos de su cuerpo a los que estaba acostumbrada anteriormente.

Además de eso, con el paso del tiempo se produce también la aparición de ciclos menstruales más irregulares, en los que la menstruación se adelanta o se atrasa y con mayores intervalos de tiempo entre las menstruaciones.

En algunos casos, también es posible la aparición de menstruaciones con sangrado más abundante, en las cuales es recomendable acudir a un profesional de la salud.

2. Dificultades sexuales

Los cambios hormonales experimentados en esta etapa también pueden afectar a la vida sexual de la persona y sus síntomas son, de nuevo, tanto físicos como psicológicos.

Algunos de los síntomas físicos relacionados con la conducta sexual propios de la premenopausia son el dolor en las relaciones sexuales y la sequedad vaginal. La disminución en los niveles de estrógenos también tienen una afectación directa en la lubricación y elasticidad de los tejidos de la vagina.

3. Problemas en la vejiga

Resultan muy habituales las pérdidas de orina, las relaciones sexuales dolorosas y las infecciones urinarias o vaginales.

Para hacer frente a este problema es recomendable acudir a un ginecólogo especializado con el que poder aprender nuevos hábitos o estilos de vida saludables y fortalecer el suelo pélvico.

¿De qué manera afecta la premenopausia al estado emocional?

La premenopausia también está asociada a una serie de síntomas psicológicos muy específicos que, unidos a los síntomas físicos, pueden deteriorar ostensiblemente la salud mental de la persona si no son tratados. Ahora bien, no tienen por qué manifestarse en todas las mujeres que pasan por la premenopausia, aunque son relativamente frecuentes en buena parte de este segmento de la población.

1. Bajo estado de ánimo

Algunos de los síntomas emocionales relativamente frecuentes de la premenopausia son los cambios en el estado de ánimo hacia emociones como la tristeza, y un riesgo algo mayor de desarrollar una depresión.

Estos síntomas emocionales pueden relacionarse con los síntomas físicos, aunque en ocasiones aparecen de manera independiente a los segundos. No hay que olvidar que el estado de ánimo no depende únicamente de las dinámicas de liberación de neurotransmisores y hormonas, sino que también se ve afectado por el contexto social y por los eventos a los que nos exponemos.

Por ejemplo, la premenopausia y la menopausia son fenómenos que a menudo son interpretados como una muestra de debilidad, una señal de que la mujer valdría menos a ojos de la sociedad debido a la pérdida de la capacidad para engendrar hijos (lo cual se debe al modo en el que la feminidad ha estado asociada a las tareas de crianza y a la aportación de descendencia a los varones).

2. Irritabilidad o negatividad

Otro de los cambios emocionales vinculados a la premenopausia es una mayor predisposición a experimentar irritabilidad; aparecen episodios de enfado y/o frustración con mayor facilidad. Esto puede ser debido a que los cambios en la liberación de estrógenos se han vinculado a problemas de memoria y para concentrarse, lo cual hace que las tareas cotidianas resulten algo más difíciles y produzcan un mayor desgaste psicológico, por lo que la mujer nota que las actividades por hacer “la desbordan”.

3. Alteraciones del sueño

En la etapa de premenopausia también suelen aparecer, según el testimonio de la mayoría de mujeres y especialmente en el período más tardío, dificultades para dormir bien.

En este sentido, son relativamente frecuentes las sudoraciones nocturnas, las dificultades para conciliar el sueño al meterse en la cama y la propensión a despertar con facilidad y a tener un sueño poco reparador.

4. Disminución del deseo sexual

En muchas mujeres que pasan por la premenopausia, el deseo sexual disminuye. Sin embargo, abe destacar que esto no tiene por qué suponer un problema; todo depende de cada caso y del modo en el que la mujer experimente su vida sexual y afectiva.

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Mi nombre es Tomás Santa Cecilia, soy psicólogo especializado en intervención cognitivo-conductual, y atiendo presencialmente y también por videollamada.