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Las 5 trampas psicológicas en las que caen las personas politoxicómanas


La politoxicomanía es una realidad que muestra hasta qué punto las adicciones tienen capacidad para infiltrarse en todos los ámbitos de la vida de una persona si no son tratadas a tiempo.

Este fenómeno, que consiste en desarrollar dependencia de varias drogas, hace que la persona que lo sufre se vuelva mucho más vulnerable tanto física como mentalmente.

Sin embargo, trazar una línea entre la adicción a una droga y la adicción a más de una sustancia no es tarea sencilla, porque una vez ha empezado a consolidarse la dependencia, esta puede quedar orientada hacia una gran variedad de elementos psicoactivos. Y esto es así porque cuanto más se acostumbra a consumir una droga el ser humano, más propenso es a caer en determinadas trampas psicológicas que lo adentran cada vez más en la politoxicomanía.

¿Qué es la politoxicomanía?

La politoxicomanía es el abuso y dependencia de dos o más drogas ante las cuales la persona siente que pierde capacidad de control sobre sus acciones. Esta puede plasmarse tanto en el uso combinado de drogas (tomarlas al mismo tiempo en un momento determinado, para combinar sus efectos) o en el consumo intercalado de estas (dejando varias horas de diferencia entre el consumo de cada una).

En todos los casos, la mezcla de sustancias psicoactivas con potencial adictivo sin prescripción médica tiene un efecto muy dañino para la salud física y mental de la persona. Este desgaste suele ser más intenso que si se consumiera un solo tipo de droga en la misma cantidad, ya que la combinación de sustancias potencia los efectos negativos de cada uno de los productos usados.

Además, aunque las personas que desarrollan politoxicomanías sean conscientes de este hecho, eso no es motivo suficiente para que dejen atrás definitivamente su adicción; el patrón de comportamiento en el que se basa su uso de las drogas o depende de si toman decisiones informadas o no, sino de otros aspectos psicofisiológicos que van más allá de las palabras. O bien ignoran el carácter dañino de la mezcla de drogas, o bien intentan no pensar en ello, dado que surge una gran dificultad para controlar su comportamiento.

Es por ello que la politoxicomanía es un fenómeno tan habitual y frecuente entre quienes consumen drogas; hay incluso investigadores que la consideran una de las etapas de máxima consolidación de los trastornos adictivos, delineando una “escalera de consumo” que va de la experimentación con una sola droga al uso constante de sustancias psicoactivas de todo tipo.

Y es que si las adicciones dependiesen de la información de la que dispone la gente, cada peldaño sería una línea que la persona sabe que no debe cruzar, pero no es así. Sin embargo, se estima que en los países occidentales, aproximadamente la mitad de las personas con una adicción a las drogas presenta adicción a varias sustancias al mismo tiempo, y la mayoría de quienes sufren dependencia del alcohol, de los opioides, del cannabis o, sobre todo, de la cocaína y la heroína.

Por supuesto, eso no significa que sea imposible superar un problema de drogadicción una vez se ha consolidado la politoxicomanía; lo que ocurre es que es más complicado, y la intervención por parte de profesionales de la salud se vuelve más urgente que nunca.

Politoxicómanos

Trampas psicológicas de consolidación de la politoxicomanía

Estos son los mecanismos psicológicos que actúan como una “pendiente resbaladiza” que conduce hacia la politoxicomanía.

1. El límite entre lo sano y lo insano se difumina

El uso combinado o intercalado de drogas hace que cada una de estas sustancias quede banalizada, que pase por un elemento más del día a día, difuminándose con el resto de objetos cotidianos que rodean a la persona.

Esto hace que la reacción emocional de peligro y/o precaución impulsada desde las campañas de concienciación y en contra del uso de drogas desaparezca; la persona tiene menos motivos para pensar en si el uso de esas sustancias va bien o mal para su salud, ya que el concepto de “droga” queda normalizado y despojado de la mayoría de sus connotaciones negativas.

2. Se normaliza en consumo de una sola sustancia

Si la dinámica de comportamiento impulsada por las politoxicomanías en sus etapas más tempranas ya normaliza en sí el consumo de varias sustancias a la vez, aún lo hace más con el consumo de un solo tipo de droga.

Por ejemplo, facilita que el hecho de beber alcohol sin esnifar cocaína en la misma jornada parezca algo “sano”, algo que prácticamente no cuenta, porque en comparación con la idea de tomar varias cosas a la vez, a los ojos de quien ya tiene un problema de adicción casi no parece ni reseñable.

3. Aparece la aceptación del uso de drogas con efectos opuestos

Otra de las trampas psicológicas asociadas a la politoxicomanía es la idea de que resulta aceptable usar drogas que aparentemente “se cancelan entre sí” (aunque en realidad eso no es cierto). Por ejemplo, el uso de una sustancia depresora de la actividad del sistema nervioso, como las benzodiacepinas, para contrarrestar la toma previa de un psicoestimulante como la cocaína.

4. Surge el autoengaño de intentar tratar una adicción impulsando otra

Por otro lado, también es habitual que los politoxicómanos se autoengañen asumiendo que tomando una droga están contribuyendo a salir de una adicción a otra droga, aunque no lo hagan siguiendo indicaciones médicas ni usando medicamentos recetados.

5. La persona se rodea de entornos sociales con fácil acceso a varias drogas

Finalmente, las personas con adicciones se acostumbran a invertir su tiempo libre sobre todo en las relaciones con otras personas que también son adictas. Esto hace que, debido a la disponibilidad de varios tipos de drogas propiciada por el hecho de exponerse a otras personas con problemas similares, el uso de diferentes sustancias sea visto como un modo de integración en un grupo, o prácticamente un ritual social.

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