Cuando el psicólogo te ayuda a ganar un juicio
El psicólogo forense es un colaborador de la justicia. A la hora de dilucidar un caso, los órganos competentes precisarán información extraordinaria de un experto público que arroje algo de luz sobre la resolución a tomar.
Por ejemplo, en casos en los que ha existido abusos de cualquier tipo contra una persona, el psicólogo facilitará un informe dando a conocer cuál ha sido la magnitud de los daños que ha sufrido la víctima.
Eso le ayudará al juez a imponer una compensación en función a los perjuicios que ha producido el acusado. Otro caso muy común, es cuando se requiere evaluar la peligrosidad de un individuo por motivos de salud mental. El psicólogo redactará un informe pormenorizado en el cual quedará de manifiesto la opinión sobre el grado de enfermedad del paciente. Por lo general, el perito será invitado a la vista para ser preguntado en el caso de que se precisen más detalles o tanto el fiscal como la parte contraria lo requieran.
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¿En qué casos se requiere un peritaje psicológico?
Dos suelen ser los casos más frecuentes en los que más se requiere de oficio un peritaje judicial.
En primer lugar, el estudio psicosocial en los divorcios conflictivos, en el que es necesario conceder o retirar la guardia y custodia de los niños a alguien. Un perito concertará una cita con las dos partes y los niños para realizar una serie de entrevistas.
Por otro lado, cuando hay que evaluar la incapacidad de una persona, el psicólogo forense cumplirá la función de traducir al juez los efectos de la patología que sufre el usuario para que posea una información concluyente en el litigio.
Si estás envuelto en un divorcio y tienes cita con un perito forense, esto es lo que puedes esperar de la prueba. Antes que nada, es menester que tengas claro que el estudio psicosocial no pretende juzgar a ninguna de las dos partes. Tampoco va a evaluar tu salud mental, ni mucho menos. Eso sí, no esperes que sea tan comprensivo como suele ser un psicólogo en una terapia.
La función del peritaje psicológico es la de obtener tanta información como sea posible de ambos progenitores para dictar unas conclusiones claras acerca de las aptitudes de ambas partes como padres. Con la información que traspase el perito, el juez decretará la custodia compartida o la concederá a uno de los progenitores solamente. En casos extremos, en los que esté en riesgo el bienestar del menor, el juez obtará por buscarles una familia de acogida.
Nuestro mayor consejo es que seas sincero con el experto. Es muy probable que el expediente judicial obre en su poder, con lo cual cualquier tipo de tergiversación o falsedad por tu parte solo podrá perjudicarte.
Nuestro segundo mejor consejo es que acudas a la cita tranquilo y te muestres colaborador en todo momento. El perito es solo un profesional. No tiene nada en tu contra.
Por último, consulta con tu abogado por si puedes traer algo a la entrevista que resulte esclarecedor y es probable que el juez no lo acepte como prueba. Por ejemplo, algún dibujo de los niños, alguna grabación o fotos.
¿En qué consistirá el estudio psicosocial?
El psicólogo entrevistará a las partes por separado y en conjunto. La entrevista podría incluir a algún miembro más de la familia, como los abuelos de los menores.
Ten presente que el perito no está ni de tu lado ni del de la parte contraria. El perito persigue el interés de los menores. Estos realizarán pruebas psicométricas que ayudará a comprender qué les va a favorecer más. En la entrevista con los niños no estarán presentes los padres.
Tras esto, redactará un informe que pasará al juez y las dos partes litigante obtendrán una copia.
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En caso de incapacidades, ¿es imprescindible contratar un psicólogo?
Como hemos indicado al principio, el juez decidirá si precisa de información extra para dictar una sentencia o no. Cuando el magistrado estima oportuno que un perito no hace falta, aportar uno por tu cuenta no va a ser de gran ayuda. Es más, te gastarás un dinero para que el informe sea rechazado como prueba en la vista. Acabarás arrojando a la papelera un informe que has pagado de tu bolsillo.
¿Por qué ocurre esto? Bien, el juez sabe de antemano que es un especialista de parte, no un forense público. En otras palabras, el magistrado estimará que, como es un médico privado, su informe podría estar sesgado o incluir vicios. En los juicios por incapacidades no se usa el peritaje judicial por defecto porque, como hemos dicho, los juicios revisten más sencillez que los de custodia. Ahora bien, puede ayudar en casos muy complejos en los que el expediente no refleje la complejidad de las patologías que padezca el usuario. Ahí el psicólogo puede aportar detalles más exactos sobre la gravedad del asunto.
Antes de contratar nada, realiza una consulta rápida con un psicólogo de tu confianza para ver si el expediente tiene algún error porque no refleja la realidad de las patologías del usuario.
Por otra parte, si eres abogado, debes de estar al tanto de que no todos los jueces aceptan estas pruebas, a pesar de que el informe público pueda estar incompleto. No todos los jueces le otorgan la misma importancia al peritaje psicológico. Esto también es clave antes de gastar tu dinero.
Concluyendo
En resumen, la utilidad de contratar un peritaje psicológico dependerá de multitud de circunstancias. Antes de proceder a contratar un servicio privado de esta índole, hazte las siguientes preguntas: ¿Está el informe público lo bastante claro? ¿Existen matices que no están registrados y pueden ser determinantes para la resolución? ¿Va el juez a aceptar mis alegaciones?
Llegados a esta situación, lo esencial no será solo el informe que pueda emitir el profesional de la psicología, sino el hecho de que acuda a la vista y los explique de primera mano. Esto es particularmente interesante, ya que tanto el juez como el ministerio fiscal podrán realizarles preguntas.
En conclusión: un buen peritaje psicológico, contratado en el momento adecuado y en causas pertinentes, te puede sacar las castañas del fuego en un juicio peliagudo.