La relación entre perfeccionismo disfuncional, ansiedad y depresión
En una sociedad en la que se pone énfasis constantemente en la importancia del esfuerzo y la ética del trabajo duro, es frecuente asumir que ser perfeccionista es, por defecto, algo positivo. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Los psicólogos sabemos que existen varias formas de perfeccionismo, y algunos de ellos resultan disfuncionales, desgastando la salud mental en la persona y su calidad de vida en general.
Por ejemplo, esto es lo que ocurre cuando los estándares de calidad que nos marcamos como referente nos vienen dados sobre todo a través de la presión social, y cuando nos motiva más el miedo a quedar rezagados frente a otros que las ganas de hacer las cosas bien por la satisfacción que nos genera esa tarea en sí misma.
Teniendo en cuenta esto, no debería sorprender que el perfeccionismo disfuncional esté ligado a trastornos como la ansiedad generalizada o la depresión. En este artículo veremos cómo tiene lugar este tipo de vínculos entre elementos psicológicos aparentemente muy distintos entre sí.
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¿Cómo puede el perfeccionismo disfuncional favorecer la aparición de problemas de ansiedad?
El perfeccionismo disfuncional se caracteriza por el establecimiento de estándares de exigencia o rendimiento muy elevados, hasta cotas muchas veces inalcanzables, en un ámbito de la vida o ante las obligaciones y responsabilidades del día a día en general.
Dicha exigencia tanto en el ámbito académico como laboral o en las relaciones interpersonales se origina por una dinámica de comportamiento en la que las exigencias del entorno y la autoexigencia se mezclan y llegan a confundirse a causa de la manera sesgada con la que la persona interpreta lo que la vida espera de ella.
A continuación hablaré acerca de cómo esta manera de ser perfeccionista puede dar lugar al desgaste físico y psicológico a través de la acumulación de ansiedad.
1. Control excesivo
Una de las principales maneras en la que el perfeccionismo disfuncional puede propiciar un caso de ansiedad en la persona que lo padece es a través del control excesivo de cualquier actividad que se lleva a cabo, y de la búsqueda permanente de “la excelencia” (entre comillas porque la persona la asume como algo objetivo y externo a ella misma, a pesar de que en realidad no es así).
Intentar tener el control constantemente en cualquier actividad diaria acaba siendo agotador para la persona a nivel psicológico y es una situación que genera habitualmente cuadros de ansiedad generalizada o incluso síndrome de Burnout.
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2. Miedo al fracaso
El miedo al fracaso es otro de los principales generadores de ansiedad en personas que presentan un perfil de perfeccionismo disfuncional en cualquier ámbito de su día a día.
Este miedo permanente a fracasar o simplemente a no lograr el éxito que se pensaba en un trabajo determinado, un examen, una prueba física o cualquier otra actividad afecta ostensiblemente a la persona desde el punto de vista psicológico, y con el paso del tiempo los efectos de malestar o ansiedad pueden ser aún peores.
En los casos más extremos, este elemento psicológico también propicia la aparición de otra clase de trastornos de ansiedad: las fobias. Y es que el miedo al fracaso puede llegar a paralizar a la persona, hasta el punto de que entra en una dinámica de evitación de aquello que se siente en la necesidad de hacer.
3. Pensamientos obsesivos
Otra de las características clásicas que presentan muchas personas con perfeccionismo disfuncional son los pensamientos obsesivos o rumiativos que se repiten constantemente en su cabeza.
Estos pensamientos recurrentes ejercen un efecto muy negativo debido a su efecto erosionante en la salud mental: a nadie le sienta bien tener que lidiar una y otra vez con el mismo tipo de imágenes mentales perturbadoras, de predicciones catastróficas, etc. Son del tipo: “tengo que lograr el éxito en mi proyecto o nadie me respetará nunca más”, “tengo que ser el mejor para ganarme la vida” o “tengo que mejorar mucho mi rendimiento para ser aceptado en mi círculo de amigos”.
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4. Síndrome de Burnout
El Síndrome de Burnout consiste en una cronificación del estrés laboral y está fuertemente relacionado con los síntomas ansiosos propios del perfeccionismo disfuncional.
Este síndrome lo padecen diariamente miles de trabajadores en nuestro país y se caracteriza por un estado generalizado de fatiga física y mental y por una insatisfacción y malestar por la labor que se desempeña y por los resultados obtenidos.
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5. Trastornos alimentarios
Otro de los ámbitos ligados al perfeccionismo disfuncional consiste en revisar y juzgar constantemente la propia imagen personal o física. Esto lleva a muchas personas a intentar aliviar el malestar que les produce esto entrando en una espiral de exceso de ejercicio y preocupación por el peso corporal, algo que se da sobre todo en mujeres.
Las personas que se preocupan excesivamente por su peso o que están todo el día pensando en hacer ejercicio y quemar calorías pueden llegar a desarrollar un trastorno de la conducta alimentario, siendo la anorexia y/o la bulimia los más habituales.
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¿De qué manera se relaciona el perfeccionismo disfuncional con la depresión?
El perfeccionismo disfuncional también se puede relacionar con la aparición de casos de depresión; aquí veremos algunas de las formas en las que esto puede suceder.
1. Problemas de autoestima
La baja autoestima en las personas con perfeccionismo disfuncional se relaciona con una autoexigencia desmedida y en la creencia de que uno no va a lograr nada de lo que se proponga. Esto ocurre en parte porque la persona aprende a valorarse únicamente a partir de los resultados objetivos en aquello en lo que quiere destacar, sin considerar todo lo demás.
Al no llegar a los estándares de calidad u objetivos propuestos, la persona acaba pensando de manera recurrente que no vale para el puesto que se le le ha asignado, que no es tan buena como creía o directamente considera que es un fraude, sufriendo síndrome del impostor.
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2. Frustración
El perfeccionismo disfuncional también alimenta los sentimientos permanentes de frustración, lo que puede acabar ocasionando la aparición de casos de depresión. Esto ocurre cuando la persona había interiorizado una serie de expectativas poco realistas acerca de un futuro prometedor que la esperaba.
Esta frustración suele extenderse a todas las áreas de la vida de la persona, tanto a nivel personal como laboral o académico y social.
3. Desmotivación
La desmotivación también está relacionada con la frustración, y es un estado muy característico del perfeccionismo disfuncional que lleva a un estilo de vida marcado por la pasividad.
Muchas personas que se sienten insatisfechas o frustradas con su rendimiento también acabarán sintiéndose desmotivadas o tristes por creer que no han hecho las cosas tan bien como se propusieron. A su vez, el estilo de vida pasivo y sedentario, vinculado al aislamiento social y al desgaste físico, facilita la aparición de la depresión, entre otras cosas porque no aporta incentivos ni experiencias ilusionantes.
4. Negatividad
Las personas que presentan un perfil perfeccionismo disfuncional tienen tendencia a tener pensamientos muy negativos sobre el futuro, y a considerar que todo les saldrá mal. Adoptan un marco de interpretación de la realidad mus pesimista, el cual les lleva a pasar por más situaciones desagradables que, a su vez, confirman ese pesimismo.
Esta forma de pensar también contribuye a la negatividad general y a la larga puede acabar provocando cuadros de depresión.
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Soy psicóloga con más de una década de experiencia en el ámbito de la salud mental y atiendo a adultos, adolescentes y parejas; ofrezco sesiones de terapia online por videollamada.