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Suicidios: datos, estadísticas y trastornos mentales asociados


El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia vida. La conducta suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir.

El suicidio, primera causa de muerte no natural en España

El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España. Hay el doble de suicidios que de muertes por accidente de tráfico. En España hay 10 muertes por suicidio diarios. Sin embargo, la tasa es baja en comparación con otros países de la Unión Europea. Casi 4.000 personas fallecieron en 2014 por este motivo dentro de las fronteras españolas. Un 20% más de incidencia respecto a los datos registrados en el año 2007.

Hay sociedades donde es más aceptable, como por ejemplo en Japón, y otras menos. En los países del sur, con un fuerte componente cultural que bebe de la religión católica, el suicidio está muy mal visto.

¿Por qué decide alguien acabar con su propia vida?

Con frecuencia, estas personas están tratando de alejarse de una situación de vida que les parece imposible de manejar. En el intento de suicidio están buscando alivio. Suelen sentirse avergonzados, culpables o como una carga para los demás. Se sienten víctimas, y tienen sentimientos de rechazo, pérdida o soledad. En los intentos de suicidio suelen reflejarse los gritos de ayuda.

Entre los síntomas posibles está la dificultad de concentrarse o pensar claramente, tener comportamientos autodestructivos (hacerse cortes en el cuerpo, tomar alcohol en exceso), alejarse de amigos o no querer salir y/o cambiar hábitos alimenticios o de sueño.

El perfil psicológico de la persona que intenta suicidarse

Estas personas, en muchas ocasiones no buscan ayuda porque creen que nada les va a ayudar, porque no desean contarle a nadie que tienen problemas, porque piensan que buscar ayuda es un signo de debilidad. En otros casos, no buscan ayuda porque no saben dónde acudir para que alguien acuda a echarles una mano. Hay que tener en cuenta que una persona que está pensando en suicidarse tiene detrás una historia personal y familiar, además de una cierta predisposición psicológica. El suicidio no es un evento aislado, no hay una sola causa. Es algo multifactorial.

Hay detonantes, pero está claro que no se toma la decisión “solo” porque te haya dejado el novio/a o porque has perdido tu trabajo. Si así fuera, todos no habríamos intentado suicidar en algún momento. Los intentos de suicidio pueden estar motivados por una mezcla de factores genéticos y ambientales. No existe un perfil de la persona que intenta quitarse la vida y, por tanto, no es fácil predecir una conducta suicida.

La reincidencia, uno de los factores de riesgo

Un tercio de las personas que han intentado suicidarse volverá a intentarlo en el período de un año. El 10% de las personas que amenazan o intentan suicidarse finalmente se quitan la vida. No es un acto de egoísmo ni de cobardía, es el desenlace de un proceso.

Según los expertos, cuando alguien ejecuta la decisión de suicidarse (es decir, segundo antes de realizar la acción) en la persona se produce una reacción de “cortocircuito”, podría decirse que sufre “enajenación mental transitoria” donde “fracasa el instinto de supervivencia”.

El suicidio y los trastornos mentales asociados (comorbilidad)

La persona que decide suicidarse no tiene por qué mostrar ningún trastorno mental. Sin embargo, es cierto que un 90% de los intentos de suicidio suelen tener de base algún trastorno mental o bien alguna condición incurable.

1. Depresión

El trastorno mental más común en los casos de suicidio es sin duda la depresión. La depresión es un poderoso predictor de intentos de suicidio y de suicidios llevados a cabo, consumados. Sin embargo, las investigaciones muestran que entre un 13% y un 40% de las personas que se suicidan no cumplen con los criterios diagnósticos de Trastorno por Depresión Mayor.

Hay pruebas de que el riesgo de suicidio a veces puede aumentar a medida que la depresión desaparece. Esto puede ser debido a que las personas con depresión severa comienzan a experimentar mejoría y un retorno de la energía. Durante este período de tiempo, denominado “período ventana”, el paciente está todavía deprimido pero con la energía suficiente como para llevar a cabo un intento de suicidio. De todos modos, esto no significa que una persona profundamente deprimida esté fuera de peligro.

2. Drogadicción, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad...

Alrededor de un 10% tienen otros diagnósticos como, trastorno por uso de sustancias (por ejemplo, alcoholismo), esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad o trastorno bipolar. Los pacientes con trastorno límite de la personalidad, por ejemplo, ya sea con o sin depresión, son dos veces más propensos a intentar suicidarse que los pacientes diagnosticados solamente con depresión.

3. Suicidios por causas ‘subclínicas’

Entre un 5% y un 10% de las personas no tienen ningún trastorno mental identificable. Suponemos que probablemente padecen “síntomas subclínicos”, es decir, presentan algunos síntomas de uno o más trastornos mentales pero no se llegan a cumplir los criterios diagnósticos por completo.

Más allá de la psicopatología: los “suicidios racionales”

Se ha constatado, sin embargo, que un número indeterminado de personas cometen lo que los expertos han denominado “suicidio racional”. En estos casos, el suicidio es una decisión preparada para acabar con la propia vida, en muchas ocasiones debido a una enfermedad incurable.

Como datos finales, en la mayoría de los casos de mujeres con conductas suicidas, la búsqueda de acabar con la propia vida suele deberse a un tema afectivo. En cambio, los que mueren por suicidio son más bien hombres, principalmente mayores y con alguna patología mental o médica. Así lo reflejan las estadísticas.

En general, los hombres se suicidan son tres veces más que las mujeres, pero también se sabe que las mujeres intentan suicidarse tres veces más que los hombres porque refieren mayores cotas de estrés y ansiedad. Con ello, no queremos decir que ellas solo quieren llamar la atención. No es verdad. Se quieren suicidar, pero no lo logran.

Los métodos y sistemas más usados para cometer suicidio

El método escogido para intentar quitarse la vida, predice el “éxito” de posteriores intentos. Entre los métodos más usados está en primer lugar el ahorcamiento (usado por la mitad de los suicidas en España y en su mayoría hombres).

El segundo método más usado es el salto al vacío elegido por una gran cantidad de mujeres. La tercera opción es el envenenamiento por consumo de sustancias. El mes “favorito” para los suicidas es Junio.

El suicidio en el mundo

El suicidio es una acción individual, pero existen países donde es culturalmente más aceptado que en otros. Por distintos motivos, como puedan ser los económicos, sociales y culturales, existen países donde la tasa de suicidios es mucho más alta que en otros. Lo puedes comprobar en el siguiente mapa.

Un tema tabú

El suicidio sigue siendo un tema tabú en nuestro país, y en otros muchos. Supone un fracaso como sistema, tanto político, social, sanitario, legal e incluso cultural. Y sin embargo, seguimos teniendo pocos datos e información sobre él. ¿Por qué pasa? ¿Qué podemos hacer? ¿Se puede evitar? Son algunas de las preguntas que seguimos intentando resolver.