Los efectos negativos de la televisión en los niños
Los psicólogos y educadores llevan décadas alertando a los padres de los efectos nocivos de la televisión en los pequeños de la casa. Por eso, muchos investigadores han invertido su tiempo en comprobar qué hay de cierto en esta hipótesis.
¿Es verdad que la televisión perjudica el desarrollo de los niños? Y de ser así, ¿cómo afecta la televisión al desarrollo de éstos?
A más televisión, mayores problemas en la escuela
La televisión utilizada de manera apropiada y con unos ciertos límites puede resultar positiva, pero no hay que olvidar que es un agente socializador y, por tanto, transmite valores. Por ello, es necesario que exista un control sobre lo que los niños miran.
Es habitual que muchos padres, para poder tener un momento para respirar, sienten a sus hijos frente a la pequeña pantalla. Hay que ir con cuidado al hacer esto, pues un estudio en el que fue publicado en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, y en el que participaron la Universidad Sainte Justine de Quebec y la Universidad de Michigan, demostró que los niños que a los 2, 3 y 4 años de edad pasaban más horas frente a la televisión tenían mayores problemas en el colegio y habían adoptado más hábitos nocivos a la edad de 10 años.
Según este estudio, un exceso de exposición a la televisión durante la infancia provocó un descenso del 7% en el compromiso con la escuela, un descenso del 6% por ciento de logro en matemáticas, un aumento del 10 % en la victimización por compañeros de clase, una disminución del 13% en el tiempo dedicado a la actividad física los fines de semana, un aumento del 9% en el consumo de refrescos, y un aumento del 10 % en el consumo de “snacks” poco saludables.
La infancia es una etapa esencial en el desarrollo del cerebro
Los autores del estudio resaltan que la infancia es una etapa esencial para el desarrollo del cerebro. Durante este periodo, el cerebro y sus circuitos neuronales se someten a un intenso proceso de estabilización selectiva de las sinapsis. La mejor manera de crear estas conexiones es a través del juego. En otras palabras, los niños desarrollan su intelecto experimentando con el mundo físico.
La exposición a la televisión puede hacernos más ansiosos y violentos
La televisión ha tenido un impacto enorme en nuestra cultura. Por eso, Michel Desmurget, doctor en neurociencia y director de investigación en el INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica) llevó a cabo una investigación para conocer el impacto de la “tele” en nuestra vida.
Su estudio concluyó que la exposición de la televisión parece convertirnos en individuos más competitivos, ansiosos y agresivos. Por otro lado, esta investigación también afirmó que un exceso de televisión durante la infancia se relaciona con la aparición de los trastornos de atención en las primeras etapas de crecimiento, y, como se ha mencionado, puede provocar ansiedad y delincuencia también durante la adolescencia.
La relación entre los problemas para la salud y el uso de la televisión
Pero aún hay más, porque los niños de entre 2 y 10 años de edad que pasan más de dos horas al día delante del televisor tienen una 30% más de probabilidad de sufrir presión arterial alta. Parece ser que la causa se encuentra en la relación existente entre un estilo de vida sedentario y el uso frecuente de la televisión.
Por otro lado, la televisión parece ejercer una fuerte influencia en la cultura de la imagen. Un estudio realizado en la República de las Islas Fiji concluyó que hasta el 69% de los adolescentes comenzó a controlar su peso tras la exposición continua a los medios de comunicación. Vemos pues que la televisión también modula las creencias de los menores.
Las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP)
Por lo que podemos ver, son varios los estudios científicos han demostrado los efectos negativos del uso de la televisión: comportamiento agresivo, ansiedad, rendimiento académico, percepción negativa de la propia imagen, etc. A pesar de eso, un uso apropiado de la televisión puede ser positivo. Por tanto, para que la pequeña pantalla no se convierta en un aspecto negativo del desarrollo de los niños, la Academia Americana de Pediatría (AAP) propone varios consejos para los padres:
- Quitar los televisores de las habitaciones de los niños.
- Sólo permitir el uso de televisión y otros medios audiovisuales de una a dos horas al día como máximo. El contenido debe ser de calidad y, por tanto, se debe controlar lo que están viendo los niños y los adolescentes. Elegir los programas de contenido informativo y educativo.
- Los menores de dos años no deberían ver la televisión. En cambio, los padres deben animarles a practicar actividades que estimulen el desarrollo cerebral: conversar, jugar, leer, etc.
- Si es posible. mirar la televisión con los niños y aprovechar los programas para iniciar debates acerca de los valores familiares, la violencia, el sexo, las drogas, etc.
- Usar vídeos y DVD para grabar programas educativos.
- Apoyar los programas educativos en la escuela acerca de los medios de comunicación.
- Alentar a los a los niños a desarrollar otras actividades como la lectura, el deporte o los hobbies.