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Pablo Fernández: «Se vive la sexualidad como competición por hacerlo bien»


La sexologiá es una disciplina que se encarga de estudiar e intervenir sobre uno de los ámbitos de la vida sobre los que pesan más tabúes. En parte, es precisamente por eso que mucha gente no se plantean buscar ayuda profesional en sexólogos, incluso necesitándola. El desconocimiento hace que esta opción no "viene a la mente".

Para aclarar cuáles son los tipos de problemas que pueden ser tratados y superados a través de la sexología, en esta ocasión hablamos con un experto en el tema: Pablo Fernández Álvarez, del centro de psicología y sexología Devidamente.

Entrevista a Pablo Fernández Álvarez: ¿cuándo deberíamos ir al sexólogo?

Pablo Fernández Álvarez es psicólogo y sexólogo con más de 20 años de experiencia atendiendo pacientes, y miembro del centro de terapia Devidamente, ubicado en Madrid. En esta entrevista nos habla sobre el tipo de problemas y necesidades que constituyen un motivo para acudir a los profesionales de la sexología.

¿Es habitual que resulte complicado saber cuándo ir al sexólogo en los casos en los que no se hay un problema médico vinculado a la sexualidad?

Sí, un rotundo sí. Pero además de ser habitual saber o no saber cuándo ir al sexólogo, lo cual de hecho podemos entenderlo como algo totalmente normal y comprensible partiendo de que nadie tienen por qué conocer qué implica la figura del sexólogo ni qué problemas o trastorno trata, lo que nos encontramos es que en un inicio es habitual no saber definir si se tiene o no se tiene un problema/trastorno sexual.

A pesar de que pueda parecer lo contrario, existe un gran desconocimiento y mucha desinformación en torno a la sexualidad y continua siendo un tema tabú.

Cada día es más evidente que se vive la sexualidad como una competición por “hacerlo bien” o cumplir unos estándares de ejecución, lo cual en sí mismo es fuente de muchos de los trastorno que nos encontramos.

Además, al ser una parcela que normalmente se mantiene en silencio, eso dificulta tener referentes que ayuden a poder definir si se tiene un trastorno susceptible de ser tratado.

¿Cuál es la idea principal a tener en cuenta como criterio para saber si toca acudir a un profesional de la sexología?

La idea principal, la idea central, no es otra que: si experimentas malestar físico, emocional y/o psicológico en respuesta a algún aspecto de la vida sxexual que pueda no estar funcionando “según” lo esperado, sea el que sea, es momento de acudir a un profesional de la sexología.

Lo que al principio podrá ser una “anécdota”, “una particularidad” que “ya se resolvería con el tiempo”, se convierte en una barrera que afecta no solo a las relaciones sexuales, sino que deriva con frecuencia en una merma de autoestima, cuadros de ansiedad ante la posibilidad de relaciones sexuales, bajo estado de ánimo...

¿Cuáles son los problemas más habituales tratados en terapia sexual?

Nos estamos encontrando cada vez más con cuadros/trastornos de Bajo Deseo Sexual, tanto e hombres como en mujeres. Esto está muy relacionado con el estilo de vida.

Otro problema habitual es el vaginismo y/o dolor en las relaciones sexuales en el caso de las mujeres.

Disfunción eréctil y eyaculación precoz, son trastornos igualmente de una alta incidencia y habituales, si bien en surgimiento y la proliferación de centros tratamientos hormonales con testosterona están haciendo que muchos hombres opten por una solución inmediata que, sin un tratamiento/abordaje psicológico paralelo, tiene un índice de recaída muy elevado.

¿De qué manera se relacionan la terapia sexual y la psicoterapia? ¿Se solapan mucho?

Excelente pregunta. Terapia sexual y psicoterapia están totalmente relacionadas. No es cuestión de que se solapen, tenemos que pensar que tratamos personas, y que lo que ocurre es que en muchas ocasiones los estilos de afrontamiento de las personas, los miedos, la gestión emocional, la gestión de las relaciones, determinados aprendizajes, experiencias o acontecimientos pasados..., derivan, afectan o se canalizan en pautas sexuales desadaptativos o poco “saludables”.

En ese sentido, prácticamente en el 100% de los casos, acompañando a las técnicas sexuales exclusivas de tratamiento de los diferentes trastornos sexuales, se hace necesario abordar cómo se afronta la vida sexual, con qué demandas con qué objetivos, con qué temores, y ahí está lo que llamaríamos psicoterapia.

¿Cuáles son los problemas que la gente no suele asociar al ámbito de la sexología, y que sin embargo pueden ser abordados por esta?

Una cuestión delicada y que debe ser abordada y tratada con cuidado y rigor, es la que tiene que ver con qué se entiende por problema, y sobre todo, quién lo entiende como un problema.

Con frecuencia dificultades a la hora de alcanzar el orgasmo o tener relaciones sexuales plenamente satisfactorias se tienden a normalizar, interpretándolas como “bueno, no todos respondemos igual”, “el sexo para mí no es tan importante”... Evidentemente, aquí es donde lo que comentábamos anteriormente cobra relevancia, ya que efectivamente existen diferencias individuales y debe evaluarse con rigor.

¿Quién termina el grado de placer estándar? ¿Quién establece la relevancia y la importancia que debe tener la sexualidad en la vida d una persona? Es indudable que es una faceta importante para la salud y el bienestar de una persona, por eso debe abordarse con naturalidad y evaluarse con detenimiento.

Otra cuestión para la que normalmente se tarda en solicitar ayuda, tiene que ver con el nivel de deseo sexual. Esto se pone de relieve principalmente cuando se vive en pareja y se presentan diferencias respecto a la demanda, interés y deseo por mantener relaciones sexuales. Es habitual entrar en reproches, forzar situaciones, reacciones de pérdida de autoestima por “no sentirse deseado“. Muchas relaciones no se habrían roto, o habrían encontrado un sano equilibrio en la vida sexual, si hubieran acudido en busca de ayuda por un o una profesional de la sexología.

Por otra parte, miedos, desinformación, tabúes en torno al sexo y a la sexualidad, son aspectos que si se abordaran con naturalidad y se acudiera a un/a sexólogo, se evitarían muchos futuros problemas entorno a la vida sexual.

Como profesional de la sexología, ¿qué técnicas te resultan más útiles?

Todas las técnicas son útiles, pero si tenemos que destacar algunas, me quedo con las siguientes.

Trabajar el efecto paradójico: algunos trastornos sexuales como son la disfunción eréctil, algunos cuadros de dolor (dispareunia), y algunos casos de deseo sexual hipoactivo adquiridos y situacionales, entre otros, comparten como denominador común vivir las relaciones sexuales con unos niveles de exigencia muy relevantes respecto a su ejecución sexual. Por eso, la Prohibición del Coito, en sí mismo al reducir esa exigencia, provoca una respuesta paradójica que ayuda y permite abordar un tratamiento eficaz.

También es útil la Técnica de la parada-arranque, para el tratamiento de la eyaculación Precoz.

La Focalización Sensorial consiste en aprender a centrar la atención en las propias sensaciones, es una recurso esencial a entrenar en la mayoría de los trastornos sexuales.

La Desensibilización sistemática para le tratamiento del vaginismo, junto con el entrenamiento de la musculatura pubococígea/perineal, con el programa de ejercicios de Kegel, se usan mucho porque son eficaces. Y también el Entrenamiento en fantasías y la autoexploración.

El entrenamiento en asertividad, que permita aprender a decir no y a expresar qué se quiere y qué es lo que gusta y excita de las relaciones sexuales, es en mucho casos tremendamente necesario y útil. Del mismo modo, trabajar y entrenar en técnicas de relajación, es igualmente útil en mucho casos.

Esto por destacar algunas de las técnicas más “frecuentes”.