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¿Dónde formarse en Recursos Humanos? 4 recomendaciones


El ámbito de los Recursos Humanos es uno de los contextos profesionales con más salida en el mundo empresarial. Y es que prácticamente todas las organizaciones necesitan a expertos en el trato y la gestión de los trabajadores, así como de sus condiciones laborales.

Ahora bien… ¿dónde formarse en Recursos Humanos? ¿Cómo elegir un programa de especialización para profesionalizarse en esta área de trabajo? Veamos varias recomendaciones y consejos.

¿Cómo elegir dónde formarse en Recursos Humanos?

Antes que nada, es necesario tener en cuenta lo siguiente; tanto la gestión de las actividades empresariales en general como la gestión de los Recursos Humanos en concreto abarcan una gran cantidad de procesos y prácticas que requieren de conocimientos teórico-prácticos muy diversos.

Esto significa, entre otras cosas, que los cursos de posgrado y los Másters que permiten profesionalizarse en estas áreas pueden ser muy diferentes entre ellos. Hay mucho donde elegir, y justamente por eso hay que saber tomar la elección que mejor se ajuste a nuestras necesidades.

Sin embargo, más allá de las características que hacen único a cada programa de profesionalización en RRHH, existen una serie de cualidades que nos indican si en ellos es posible aprender de una manera eficaz y basándose en un contenido de calidad.

En los siguientes párrafos veremos cuáles son estas características principales, criterios para saber si un programa de formación en Recursos Humanos es de calidad o puede resultar recomendable. Todas estas recomendaciones se fundamentan en la idea de que especializarse en este ámbito debe tener como objetivo desenvolverse bien en el trabajo justo después de terminar el posgrado o Máster, conociendo tanto los aspectos más generales de la profesión, por un lado, como los detalles del día a día, por el otro.

1. El equipo docente debe estar compuesto por profesionales

Es importante que la principal actividad de la mayoría del equipo docente esté concentrada en el ámbito temático del que dan clase: selección de personal, relaciones laborales, psicología de las organizaciones, etc.

Dedicarse únicamente a dar clases puede permitir lograr un alto nivel de conocimiento teórico, pero este estaría descontextualizado y conduce fácilmente a los sesgos. Poder contar con profesores capaces de resolver dudas relativas a lo que ocurre en la práctica en el funcionamiento de las empresas aporta un gran valor añadido a la formación.

2. No se centra solo en los aspectos cuantitativos

La formación en Recursos Humanos corre el riesgo de quedar sesgada hacia un enfoque puramente mecánico y cuantitativo a la hora de analizar lo que ocurre en las organizaciones, que implica caer en la creencia errónea de que todos los trabajadores son piezas sustituibles y esencialmente equivalentes entre sí, y que para que una empresa funcione solo hay que hacer que exista una suficiente cantidad de profesionales resultando rentables y una mínima cantidad de estos no llegando a sus objetivos.

Si bien no cabe duda que la eficacia y la eficiencia son muy importantes en un entorno económico tan competitivo y convulso como el que estamos viviendo estos años, no hay que olvidar que cada trabajador es un ser humano único, y que justamente por eso ofrece potencialidades únicas e irrepetibles, tanto para él mismo dentro de la empresa, como para la empresa en sí.

3. Enseña la teoría y la práctica

Esto es fundamental: hay que conocer los aspectos prácticos que, en caso de no dominar, pueden llegar a paralizar todo lo demás. A veces, no haber hecho nunca determinada tarea, por pequeña que sea, puede costar muy caro.

4. Va más allá de la Selección de Personal

Los Recursos Humanos son mucho más que un proceso de reclutamiento y filtrado para que los mejores candidatos lleguen a los puestos de trabajo vacantes.

Una vez en la organización, hay que saber ofrecerles un encaje entre sus habilidades y esfuerzo, por un lado, y lo que pueden obtener no solo desde las recompensas por su trabajo, sino de todo el ambiente organizacional en sí. Por ejemplo: programas de formación para optar a ser promocionados, espacios de trabajo ergonómicos y ajustados a sus necesidades, un buen clima laboral, etc.

Los buenos programa de formación en Recursos Humanos tienen en cuenta tanto la captación del talento como la manera de sacar provecho del potencial de los profesionales.

Una recomendación: Máster Propio Universitario en Gestión del Talento

Uno de los ejemplos de Másters para formarse en Recursos Humanos capaces de abordar tanto los aspectos más generales de los RRHH como de los detalles técnicos más cotidianos es el Máster Propio Universitario en Selección y Gestión del Talento de la Universidad de Málaga, que tiene lugar en la capital malagueña.

Se trata de un Máster de dos cursos de duración y que se fundamenta en tres vías de aprendizaje.

Por un lado, cuenta con un programa de aprendizaje en técnicas y estrategias de Selección de Personal y todos sus procesos asociados; por el otro, tiene otro programa destinado a la promoción y la retención del talento dentro de la empresa u organización, y finalmente tiene un elemento totalmente aplicado y práctico, que son las prácticas y la elaboración del Proyecto de Fin de Máster (si bien los dos anteriores programas también tienen una parte práctica basada en la realización de tareas y ejercicios).

Además, es posible cursar solamente el programa de Selección o el de Gestión del Talento, algo muy útil para quienes prefieran especializarse en nichos de trabajo más específicos; en estos casos, en vez de conseguir un título de Máster Propio, se obtiene un título de Experto en Formación y Desarrollo o de Experto en Selección.

En este Máster vinculado a la Universidad de Málaga es posible aprender procesos tan interesantes como la elección del tipo de entrevista de selección a aplicar a candidatos a un puesto, la realización de las entrevistas en sí, la gestión de la formación de los trabajadores, las estrategias de reclutamiento, la gestión de conflictos, y también tareas aparentemente más sencillas pero esenciales en el día a día, como la gestión de las contrataciones y el control de las nóminas.