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Los 10 tipos de sueños (y sus características)


Nos pasamos buena parte de nuestra vida durmiendo y, mientras dormimos, se nos presentan todo tipo de visiones, imágenes y escenas, en otras palabras, soñamos.

Los sueños son muy diversos. Podemos soñar sobre prácticamente cualquier cosa, situación, persona… Hay quienes afirman haber soñado lo mismo que un conocido suyo, otros que han tenido premoniciones o que un familiar que partió al más allá se le ha mostrado en su mundo onírico a pedirle que acabe sus últimas voluntades.

Podríamos hacer una lista de diferentes clases de sueños prácticamente infinita según lo que se nos muestra en ellos; sin embargo, hemos optado por crear una clasificación de los sueños en función de su naturaleza. Descubramos qué tipos de sueños existen.

¿Qué son los sueños y cómo pueden ser clasificados?

Nos pasamos cerca de 25 años de nuestra vida durmiendo. De todo ese tiempo que dormimos, es inevitable que en algún momento soñemos, siendo la estimación de que nos pasamos unos 8 años de nuestra vida sumidos en nuestro mundo onírico. Lo que soñamos varía de persona en persona y claro, como se dice, “los sueños, sueños son”.

Pero ¿qué entendemos por sueño? La definición más precisa y científica es que son proyecciones de imágenes que genera nuestro cerebro y que “vemos” mientras estamos durmiendo, momento en el que nuestra mente parece que descanse pero en el que, a la vez, permanecemos en un estado de conscienia, aunque desconectada de lo que ocurre a nuestro alrededor.

Si bien dormimos para descansar, esto no quiere decir que apaguemos nuestro cerebro. Nuestro cerebro nunca se detiene (sería muy preocupante que lo hiciera) y, de hecho, se ha visto que durante la noche nuestra mente puede estar de lo más activa.

Nuestro sueño se divide en dos fases: la REM y la fase no REM. La fase REM (“rapid eyes movements”) es aquella en la que se producen movimientos oculares rápidos. Esta fase representa cerca del 25% del ciclo del sueño, entrando en ella unas 4 o 5 veces cada noche, haciéndolo por primera vez pasados unos 90 minutos tras habernos quedado dormidos. En cambio, la fase no REM representa cerca del 75% de los ciclos del sueño y es la etapa sin movimientos oculares rápidos.

Es durante la fase REM en la que se consolida la memoria, siendo el momento en el que se selecciona aquello que pasará a formar parte de la memoria a largo plazo. En otras palabras, mientras estamos en fase REM vamos olvidando o reteniendo información que ha sido captada durante la vigilia, información con la que podemos soñar.

Cada uno es libre de atribuirle un significado a sus sueños. Al margen de lo que puedan significar, es un hecho que los sueños son fascinantes porque, a pesar de ser tan cotidianos, siguen siendo también fuentes de misterio y grandes interrogantes, algo que ha sido lo que ha motivado a algunas personas a tratar de interpretarlos, mientras que la ciencia no se muestra muy optimista sobre si realmente tienen un significado real.

La diversidad de sueños que podemos tener es inmensa, puesto que al basarse en nuestra imaginación, podemos soñar con cualquier cosa, con cualquier situación y con cualquier persona. Podemos ser tanto protagonistas de nuestros sueños como hacer que sea otra persona, real o inventada, quien tome protagonismo. Sea con lo que sea que soñemos, lo cierto es que se pueden clasificar los sueños en función de cómo se presenten y su naturaleza. Podemos hablar de diferentes tipos de sueños, que son los que veremos a continuación.

Los tipos de sueños (explicados)

Ahora que hemos entendido qué son los sueños pasamos a hablar de qué tipos existen. Las categorías que veremos a continuación no conforman una clasificación oficial, sino más bien una agrupación de los diferentes grupos en los que podemos englobar a aquellas visiones que se nos presentan mientras dormimos.

1. Sueños convencionales

Los sueños convencionales son aquellos más comunes, los que versan sobre temas de nuestra vida cotidiana o que nos interesan. En ellos toman protagonismo personas, experiencias y cosas que forman parte de nuestro día a día, a pesar de que cuando nos levantamos, generalmente nos olvidamos de su contenido.

Puede que soñemos con nuestra familia, con ir de viaje a un nuevo lugar, volar, ser perseguido, estar haciendo un examen de matemáticas de la ESO… cualquier cosa y situación puede aparecer en ellos, pero tienen en común que son situaciones más o menos convencionales, típicas.

2. Sueños recurrentes

Los sueños recurrentes son aquellos que se repiten varias veces, tanto en una misma noche como en distintas noches.

Se trata de ensoñaciones curiosas que se viven más o menos exactamente igual una y otra vez, repitiéndose las mismas acciones, estando las mismas personas y habiendo las mismas situaciones cada vez. No siempre son copias exactas los unos de los otros, pero el grado de alteración suele ser minúsculo.

3. Pesadillas

Las pesadillas son sueños desagradables en los que se nos pueden aparecer situaciones de peligro, pánico y malestar. Por ello, constituyen uno de los tipos de sueños más conocidos a nivel popular.

No nos gusta tener este tipo de sueños, algo evidenciado en la respuesta emocional fuertemente negativa que generan, sobre todo en forma de miedo, tristeza y ansiedad. Son sueños que nos inducen a tener terror...

Lo que los causa es muy variado, pero entre las principales causas tenemos haber experimentado sucesos traumáticos, estar enfermo, haber tomado una cena copiosa, tener malos hábitos alimenticios, dormir poco, estar bajo medicación o padecer algún trastorno del sueño. También pueden aparecer sin causa aparente y, si tenemos pesadillas muy de vez en cuando, no nos debemos preocupar pues todo el mundo las tiene alguna vez.

4. Sueños lúcidos

Los sueños lúcidos son ensoñaciones en las que somos totalmente conscientes de que estamos soñando. Por regla general nos despertamos en el momento en el que nos damos cuenta de que estamos soñando, aunque esto no siempre es así y, por sorprendente que pueda parecer, podemos entrenar y practicar la habilidad de convertir nuestros sueños en lúcidos.

Resulta llamativo saber que hay personas que tienen unos sueños tan lúcidos que no es que simplemente sean conscientes de que están soñando, sino que también pueden controlar el sueño, de qué va y qué hacen ellos mientras están soñándolo. Durante los sueños lúcidos podemos controlar nuestro cuerpo, pensamientos y acontecimientos dentro del sueño.

5. Sueños precognitivos

Algunos los llaman sueños precognitivos, pero por poder podemos llamarlos sueños proféticos o premoniciones oníricas. Son aquellas ensoñaciones en las que vemos algo que, pasado un tiempo desde que tuvimos el sueño, aquello que soñamos parece que se ha convertido en realidad.

Son sueños que uno bien podría decir místicos, paranormales, visiones que predicen el futuro aunque la ciencia es más partidaria de considerar que se trata simplemente de una casualidad, que hemos soñado con algo y, después, ha ocurrido como también podría no haberlo hecho.

Hay quienes dicen que más que ser profecías lo que sucede en realidad es que nuestro subconsciente se prepara para algo que probablemente va a ocurrir, sin que nos demos cuenta de ello. Nuestro subconsciente nos “habla” en sueños haciendo que soñemos con ello y, pasado un tiempo, sucede aquello que había previsto que ocurriría con mucha probabilidad.

Pero los sueños precognitivos no son los únicos sueños aparentemente paranormales que se dice que existen. Hay muchas personas que reportan haber vivido experiencias místicas mientras dormían, en las que afirmaban que habían sintonizado con la mente de otras personas o haber sido visitados por espectros del otro mundo. Entre estos tenemos:

  • Sueños telepáticos: soñar con que se comunican con nosotros, sea una persona o algo.
  • Sueños compartidos: que dos o más personas sueñen con lo mismo al mismo tiempo.
  • Sueños de visitación: soñar que un ser querido que ha muerto nos visita mientras dormimos, de forma muy lúcida, para transmitirnos su voluntad antes de partir al más allá.

Clases de sueños

6. Falsos despertares

A veces sucede que soñamos con la vida misma. Nos despertamos, miramos la hora en el móvil, nos preparamos un té, nos duchamos y ¡pum! descubrimos que todavía estamos en la cama y todo eso no ha pasado.

A esto se le llama falso despertar, un tipo de sueño en el que vemos, con total lucidez, como nos despertamos y empezamos el día como cada mañana para después darnos cuenta de que en realidad ha sido nuestro subconsciente el que nos ha hecho una jugarreta. Son sueños en los que soñamos que nos despertamos. Curioso, ¿verdad?

7. Daydreams

Los “daydreams” (“sueños de día” en inglés) implican soñar mientras estamos despiertos. Hay quienes dicen que son sueños, mientras que otros consideran que no, porque la persona está despierta. Sean lo que sean, lo que está claro es que se relacionan con los sueños y los podemos considerar como un tipo especial dentro de ellos.

Decimos que una persona tiene un “daydream” cuando percibe la realidad inmediata de una forma diluida, como si estuviera teniendo un sueño muy poco lúcido a pesar de estar en vigilia. Es como si se encontrara en una especie de trance hipnótico, recibiendo estímulos visuales pero que los capta de una forma irreal, como si fueran alucinaciones o algo ajeno a ella.

8. Sueños sanadores

Los sueños sanadores son aquellos en los que estamos inmersos en una situación en la que tenemos el don de poder curar a otras personas, ya sea por medio de la telepatía, la telequinesis o el don mágico. Son sueños que manifiestan nuestro deseo de poder ayudar a los demás, de curar enfermedades potencialmente mortales o querer solucionar un problema, trastorno o enfermedad que estamos padeciendo.

9. Sueños metafóricos

Los sueños metafóricos, también llamados simbólicos, son aquellas ensoñaciones que representan algo de nuestra vida en forma de una situación que la representa, pero no de forma directa. Por ejemplo, pongamos que una persona está pasando por un momento muy difícil, en el que todo se le hace cuesta arriba. Puede que, al dormir, sueñe con que está escalando una montaña, un accidente geográfico que representa las dificultades de su día a día.

Los sueños metafóricos son los preferidos por las corrientes psicológicas y parapsicológicas que consideran que se pueden interpretar los sueños. De hecho, quienes son partidarios de la interpretación de sueños consideran como sueños metafóricos prácticamente cualquier cosa con la que soñemos. Cada uno es libre de creer si realmente lo que soñamos tiene algún simbolismo o no se trata más que simples imágenes y escenas aleatorias...

10. Sueños creativos e inspiradores

Hay algunos sueños que son muy inspiradores y, además, traen consigo ideas creativas o la respuesta a problemas de nuestro día a día para los cuales no hemos sido capaces de encontrar una solución mientras estábamos despiertos. Son sueños que, al momento de despertar, se viven como si hubieran sido revelaciones.

Un caso famoso de este tipo de sueño fue el que experimentó Paul McCartney, quien asegura que un día soñó con una melodía que, con unos cuantos ajustes, se convertiría en la famosa canción “Yesterday” de los Beatles. Otro ejemplo es lo que le ocurrió a James Watson, quien soñó con dos serpientes que se enroscaban entre ellas, revelación que se convertiría en su modelo del ADN por el que ganaría el Premio Nobel.