Líneas de tiempo: ¿qué son y para qué sirven?
Todas y cada una de las cosas que vivimos, los problemas que tenemos, los desafíos que afrontamos o en general las situaciones que forman parte de nuestras vidas ocurren en un contínuo espacio-temporal, en el que en un momento concreto sucede un acontecimiento concreto. Es decir, no ocurre todo en un mismo instante sino que se va estableciendo una secuencia temporal más o menos prolongada.
Comprender un hecho supone comprender los fenómenos que han ido ocurriendo a lo largo del tiempo, y a menudo vamos a tener que analizar lo que ha ocurrido en una situación (sea porque queremos comprender nuestro pasado, establecer una cronología o buscar las causas de un fenómeno concreto). Para ello puede ser gran utilidad utilizar algún tipo de elemento gráfico que nos permita representarlo. Una de las opciones de las que disponemos es la de crear líneas de tiempo.
Artículo relacionado: "70 frases sobre el tiempo y el paso de la vida"
Líneas de tiempo: ¿qué son?
Las líneas de tiempo son representaciones gráficas en forma de línea cuya principal función es la de permitir la correcta comprensión de la secuencia temporal en la que ha ocurrido uno o varios fenómenos, indicándose a través de diversas marcas en la línea los diferentes pasos o elementos principales que han ido marcando el elemento que estemos analizando y anotándose el tiempo o período en el que han ocurrido dichos pasos.
Por ejemplo, podemos establecer una línea de tiempo con los sucesos que han marcado nuestra vida desde nuestro nacimiento hasta la actualidad, marcando los puntos que consideremos clave. Otro ejemplo sería el análisis de un problema o de un elemento de interés, como la quiebra de una empresa o la adquisición de un aprendizaje o habilidad, observándose los elementos que han ido conduciendo hacia ella a lo largo del tiempo.
También es posible elaborar varias líneas de tiempo sobre diferentes situaciones o variables y compararlas de cara a intentar determinar visualmente si podría existir relación entre ellas tienen algún punto en común.
Creación de líneas de tiempo: pasos
Crear una línea de tiempo puede ser de gran utilidad en múltiples ámbitos y de cara a analizar diferentes aspectos. Sin embargo no se puede empezar a anotar elementos sin más, sino que se requiere una serie de pasos y la consideración de diferentes elementos.
Para elaborar una línea de tiempo es fundamental tener en cuenta y seguir una serie de pasos:
1. Valora y decide qué queremos representar y para qué
Este paso parece muy lógico, pero es fundamental para que la línea de tiempo tenga sentido. Principalmente es importante para valorar el tipo de datos que vamos a reflejar y determinar cuáles deben aparecer y cuales no. Si por ejemplo nos planteamos hacer una línea de tiempo del desarrollo del Imperio Romano a lo largo de la historia, no será necesario que expliquemos lo que ocurría en territorios no vinculados a éste, o que anotemos detalles sobre el día a día de un sujeto en concreto. Se trata de mantener cierta coherencia y representar únicamente los elementos principales y más importantes.
2. Establecer los límites temporales
Un paso también importante es tener en cuenta donde están los límites temporales de la representación que vamos a hacer. Si estamos analizando las causas de un problema concreto que sucedió hace un año no es necesario que nuestra gráfica continúe hasta el día de hoy (a menos que se requiera específicamente, por ejemplo si el problema no se ha solucionado) Es necesario decidir de antemano que fecha va a dar inicio a nuestra gráfica y cuál le dará fin.
3. Determinar la escala de medición
Nuestra futura representación ya tiene un tema y objetivo y un inicio y final planteados. ¿Pero qué tipo de divisiones temporales vamos a hacer? Estamos hablando de anotar horas, semanas, años, siglos, etapas… Es necesario tenerlo claro de manera que podamos situar en la línea de tiempo los diferentes fenómenos.
4. Recogida y selección de los datos más relevantes
Una vez decidido lo que vamos a representar en la línea temporal y cómo hacerlo, se puede proceder a recabar y/o decidir que elementos van a ser expuestos. Este paso puede haberse hecho previamente antes de pensar en cómo se va a representar. Por un lado este proceso puede verse muy influido por la elección de los períodos temporales a medir y la escala escogida, pero por el otro puede ser el que los marque.
5. Elaboración de la línea y las marcas que van a representar los diferentes pasos que se han querido destacar
Una vez hecho esto, se puede proceder a dibujar la línea y las divisiones que vamos a hacer de la secuencia temporal elegida.
6. Colocación de los datos
Finalmente se colocarán los datos escogidos, ordenados cronológicamente y anotándose también el momento temporal en el que ocurrió el evento.
Otros aspectos y consideraciones de la creación de líneas de tiempo
Al margen de los pasos anteriores, es necesario tener en cuenta que la línea de tiempo es una representación gráfica simple. No hemos de insertar explicaciones en ella, simplemente los sucesos o hitos que han ido ocurriendo a lo largo del tiempo. Tampoco opiniones o elementos subjetivos a menos que sean lo que estamos midiendo. El lenguaje debe ser claro y conciso.
La línea dibujado va a ser una recta, puesto que nos marca los sucesos en el plano temporal y no funcional. Con ello nos referimos por ejemplo a que no estamos haciendo un esquema del funcionamiento de algo sino de cómo ha funcionado a lo largo del tiempo. Incluso aunque podamos considerar que el tiempo es algo cíclico, nos vamos a estar refiriendo por lo general a fechas concretas.
Además de poder hacerse manualmente, hoy en día disponemos de múltiples opciones para elaborar líneas de tiempo en diferentes aplicaciones y programas informáticos. Por ejemplo, aplicaciones como Timetoast (en la que además se pueden agregar imágenes), Tiki-Toki o Timelinr. De una forma bastante más rudimentaria es posible también realizarlas en programas tan conocidos como Microsoft Excel.