Tópicos Bullying Violencia Educación

Las 6 estrategias para combatir el bullying


El bullying, o acoso escolar, es uno de los principales problemas en el ámbito educativo al que se enfrentan desde hace años tanto las víctimas como los padres y madres, así como los educadores.

En los últimos años, ha aumentado el nivel de sensibilización social ante este tipo de dinámicas de violencia que son, por desgracia, tan frecuentes en los centros educativos. Esto es algo muy positivo, dado que si hace unas décadas este tipo de acoso era visto como algo normal o incluso deseable (interpretado como una manera de hacer que los chicos “se curtan” ante las asperezas de la vida), hoy en día la idea que es algo a erradicar de las escuelas se ha vuelto hegemónica, algo necesario para poner fin al bullying.

Sin embargo, resulta habitual que el discurso sobre lo que debe hacerse para combatir el acoso escolar sea más emocional e impulsivo que constructivo. Suele incidirse en la necesidad de escarmentar a los acosadores, de hacerles pagar por lo que han hecho, y toda una serie de medidas drásticas basadas en la venganza y que parecen más una válvula de escape para canalizar la rabia que una manera realmente efectiva de combatir el acoso escolar. Así pues… ¿Qué estrategias podemos seguir para combatir el bullying? Veámoslo.

Estrategias eficaces para combatir el acoso escolar

Desde hace algunos años, la investigación tanto en el ámbito de la salud mental como en el de la educación ha propiciado que actualmente se conozcan varias maneras de prevenir y combatir adecuadamente el acoso escolar. Estas son algunas de las más importantes.

1. Sensibilizar y crear consciencia

La primera tarea que corresponde a padres y educadores es la de educar y sensibilizar tanto a niños como a sus familias sobre la existencia de distintos tipos de bullying y cómo estos pueden afectar a la persona que los sufre. Para ello, debe quedar claro que el acoso escolar no es simplemente un “problema” entre dos personas, sino un fenómeno social que está ligado a toda una comunidad.

Así, por ejemplo, informar a los profesores de que el bullying está teniendo lugar no es entrometerse en la vida de los otros, sino hablar sobre algo que afecta a toda una clase o, incluso, a toda una escuela.

Cómo combatir el acoso escolar

También es importante que los niños sepan que el acoso escolar no solamente se reduce a palizas y ataques físicos que todo el mundo puede ver en el recreo o en el aula, sino que también existen formas más sutiles de violencia que se ponen en práctica con el objetivo de dañar a la víctima al máximo. Por ejemplo, la aparición de nuevas formas de comunicación mediante smartphones ha posibilitado que en el bullying se practiquen también nuevas modalidades de acoso que suelen tener efectos más nocivos en la vida y en la salud mental de la víctima, como por ejemplo difundir vídeos o fotografías humillantes de la víctima.

Además de eso, es de gran importancia educar a los niños y alumnos para que no solo no acosen a sus compañeros, sino que además, en caso de que alguno sufra acoso, denunciarlo a la mayor brevedad posible a profesores o padres.

2. Mejorar las líneas de comunicación de la escuela

Trabajar para lograr que la escuela tenga diferentes líneas de comunicación a través de las cuales las víctimas puedan pedir ayuda de manera confidencial y segura nos permitirá mejorar la vigilancia del centro a la hora de detectar casos de acoso con la mayor rapidez posible.

Tener líneas de comunicación disponibles para detectar casos de bullying significa hablar con los niños de manera frecuente sobre sus sentimientos y experiencias diarias en la escuela, así como estar siempre dispuestos a escucharles algo que pueden hacer tanto padres como educadores.

Así mismo, también podemos trabajar para mejorar líneas de comunicación ya existentes, poniendo especial atención a la salud de los niños y atender siempre que exista algún problema con alguno de ellos.

3. Potenciar valores positivos

Los valores positivos de convivencia y relación interpersonal en la escuela, como la inclusión, la tolerancia, la solidaridad y el compañerismo entre estudiantes, constituye una de las mejores maneras de prevenir casos de bullying en las aulas.

Con el objetivo de lograr dicho fin es importante crear ejemplos y referentes entre los estudiantes, ya que los niños aprenden los buenos y los malos comportamientos de los modelos que reciben tanto de sus padres como de profesores.

La labor de los profesores a la hora de ejercer como referentes puede lograrse también valorando el buen comportamiento del alumnado que va en esta línea, haciendo que se sientan orgullosos de comportarse así y castigando el mínimo atisbo de comportamientos de acoso siempre que se produzcan.

4. Formar al personal de la escuela

Otra de las estrategias más útiles que podemos poner en práctica para combatir el acoso es la de formar al personal de la escuela en la detección temprana de indicios de bullying, y en la activación de protocolos estandarizados para erradicarlo y atender correctamente a la víctima.

En la actualidad existen una gran variedad de instituciones especializadas en el entrenamiento y la formación de educadores para combatir el acoso escolar que nos pueden enseñar las principales herramientas y estrategias que nos permitirán estar preparados y actuar de manera diligente ante la aparición de este tipo de casos.

5. Desincentivar a los espectadores

Los profesionales de la psicología coinciden en que la mayoría de casos de bullying son posibles gracias a la participación de otros alumnos que actúan como espectadores del acoso, se ríen del mismo o permanecen sin hacer nada al respecto para detenerlo.

Desincentivar la aparición de estos espectadores es también una de las mejores maneras de terminar con el acoso, algo que pone en práctica desde hace varios años el gobierno finlandés con el método KiVa.

El método KiVa es una herramienta común en el sistema educativo finés, considerado como uno de los mejores del mundo, y se centra en educar a los estudiantes para que no animen al acosador, ni ofrezcan ningún tipo de reconocimiento a sus acciones, de modo que éste se quede sin incentivos para acosar.

En pocas palabras, el método KiVa previene que el resto del aula le ría las gracias al acosador y participe en el acoso hacia la víctima, una estrategia que ha logrado erradicar el acoso hasta en el 80% de centros educativos fineses.

6. Favorecer la integración

Animar a que los niños más vulnerables realicen actividades sociales de todo tipo acordes a sus intereses o aficiones también es una buena forma de prevenir el acoso escolar.

Ayudarles a participar en actividades que les hagan felices como puede ser el deporte, la natación, el canto, la pintura, los grupos juveniles o las bandas de música contribuirá enormemente en aumentar la autoestima del niño, en mejorar su salud emocional y le permitirá conocer gente de su edad con sus mismos intereses.

Del mismo modo, es importante educar a los pequeños a comprender las diferencias y las muestras de la diversidad cultural que existe en los miembros de un mismo curso. De este modo se evitan las situaciones de aislamiento social, que favorecen los casos de bullying al crear la figura de la víctima indefensa con la que no se empatiza.

Todo ello en su conjunto contribuye a prevenir el bullying y actúa de manera positiva sobre la personalidad del niño.

¿Buscas asistencia psicológica profesional?

Si quieres disponer de servicios de psicología en el contexto educativo o familiar, ponte en contacto con nosotros.

En Psicoconsulting ofrecemos servicios de terapia y asesoramiento para particulares y empresas, ya sea de manera presencial en Barcelona o de manera online por videollamada.