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Trucos de psicólogo para mejorar tu relación de pareja


Las relaciones de pareja no son algo que pueda darse por sentado. El fueron felices y comieron perdices de los cuentos deja un enorme vacío en nuestra educación emocional, tal y como si, una vez que se llega a la fase de enamoramiento y se es correspondido, ya no hubiese nada más que hacer.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Una vez pasada la fase inicial es cuando comienza la verdadera vida en pareja, que implica un compromiso y un esfuerzo voluntario para que estar juntos sea algo que compense a las dos partes.

Principios para ir mejorando las relaciones amorosas de pareja

Desde Atlas Psicólogos Tres Cantos recomiendan, ante todo, ser conscientes de que los altibajos en una relación de pareja son algo perfectamente natural, y que las relaciones deben alimentarse continuamente para que funcionen bien. Porque, no nos engañemos, las relaciones requieren trabajo. Mucho trabajo.

Por suerte cada vez es más común hablar sobre las preocupaciones de pareja abiertamente, y somos más conscientes de que la pareja es una opción de vida por la que hemos apostado, por lo que acudir al psicólogo para solucionar los problemas es el paso correcto.

Continuamente, todos los días, se van a presentar innumerables oportunidades para hacerlo bien o mal. El día a día es una carrera de fondo en la que la pareja debe demostrarse que se importa.

Veamos algunos trucos para mejorar la relación de pareja y hacer que funcione.

1. Alimentar lo que nos une

Mejorar la relación de pareja en el matrimonio, o en una relación de convivencia larga, implica un compromiso que supone un continuo esfuerzo por ambas partes por mantener los valores que los mantienen unidos. Estos valores pueden ser distintos para cada pareja, aunque para la mayoría suelen incluir confianza, comunicación, respeto y cooperación.

Es común que estos principios se vayan deteriorando por falta de atención y de manera sutil y progresiva, por lo que es necesario revisar la relación y revisarse a uno mismo.

2. Cuidar la sexualidad

Cuando se trata de mejorar la relación de pareja con hijos, uno de los factores que suelen salir a menudo en las terapias de pareja es el deterioro de la vida sexual.

Es normal que en la relación de pareja la atracción física no sea la misma que al principio, y que las obligaciones diarias no dejen espacio para una vida sexual tan intensa.

Sin embargo, disfrutar de una sexualidad sana y divertida siempre es posible, sin idealizar la vida sexual que se tenía en otras etapas. Es muy importante escuchar a la pareja, pues es posible que sin darnos cuenta hayamos ido cambiando nuestra forma de relacionarnos con ella a nivel íntimo.

Introducir pequeñas novedades, fantasías, regalos o simplemente reservar tiempo para una cena a solas o un momento de intimidad son gestos que pueden ayudar. En este aspecto, como en otros, también es importante poner de nuestra parte y no dejarnos llevar por la rutina.

3. Gestionar las emociones: amabilidad y muestras de cariño

Las discusiones o enfados, de vez en cuando, en una pareja, son perfectamente normales. A lo que debemos prestar atención es a la forma en la que las manejamos, sin que lleguemos nunca a faltarnos al respeto. Cuando la rabia nos domina podemos sobrepasar ciertos límites que hagan daño a la otra persona. Esto es algo que no se debe consentir dentro de la pareja.

La clave está en tener una comunicación asertiva, que es algo que puede entrenarse y aprender. Las relaciones deben ser cariñosas sin que falte nunca una sonrisa o un beso, de forma que la vida en pareja sea agradable.

4. Ser Fiable

Casi todas las personas afirman que la confianza es absolutamente clave para la pareja.

La confianza es algo que se vive desde los más mínimos detalles, que implican ser considerados con la otra persona, como por ejemplo respetar los acuerdos, ser puntuales, cumplir con lo prometido e incluso recordar las fechas señaladas.

Todas esas acciones indican coherencia y dan solidez y estabilidad a la relación, ya que existiendo confianza mutua se siente que la otra persona siempre nos apoya.

Relación de pareja

5. Ser un equipo

Las relaciones de pareja se dan en un contexto que implica a más personas, ya sean familiares, amigos, hijos, contextos laborales...

Todo ello implica que las decisiones que toma un miembro de la pareja afectan al otro, por lo que casi todas las decisiones importantes deberían tomarse de común acuerdo.

Al establecer objetivos comunes la pareja se consolida y se hace fuerte frente "al mundo". Esto no quiere decir que siempre se vaya a estar de acuerdo, a veces tocará ceder, pero sí debe valorarse la opinión del otro para llegar a consensos.

6. Reorganizar la división de las tareas familiares y del hogar

Aunque pueda parecer algo trivial, para las parejas que conviven juntas, más aún si tienen hijos, una mala gestión del hogar puede terminar por romper el equilibrio conyugal.

Desde Atlas Psicólogos recomiendan que cada miembro de la pareja apunte todas las cuestiones familiares de las que se esté ocupando. Después, las pondrán en común, valorando si el reparto es equitativo y si desean introducir cambios.

Este es un modo de tomar conciencia de la carga de la otra persona, lo que nos hará ser más considerado con ella, además de poder negociar sobre aquellas tareas que nos guste menos o nos supongan mayor conflicto.

7. Respetar los tiempos y espacios de la pareja

Si bien no disponer de momentos de intimidad para hacer cosas juntos y pasarlo bien suele ser unos de los puntos débiles de las parejas actuales, también existe otro enemigo, justo el contrario, para aquellas parejas que todo lo hacen juntos y son demandantes con el tiempo del otro.

Como seres individuales es sano disponer de tiempo para nosotros mismos, para nuestras aficiones, para reflexionar en soledad, relajarnos o disfrutar de la compañía de otras personas distintas a nuestra pareja.

Saber respetar el espacio de la pareja y defender el nuestro propio es fundamental para mantener relaciones sanas, donde cada individuo tenga una vida rica y plena por sí mismo, libre de dependencias, para poder compartir con el otro momentos de calidad.