Tópicos Trastorno Bipolar Trastorno Familia Terapia

Cómo ayudar a una persona con trastorno bipolar: 9 consejos útiles


La bipolaridad es un trastorno del cual existen muchos mitos; el término suele emplearse forma errónea para hacer referencia a los cambios de actitud de las personas, pero sin que estos cumplan con los criterios necesarios para ser considerados como síntomas del trastorno bipolar.

En este artículo vamos a abordar el tema de cómo ayudar a una persona con trastorno bipolar, y además aclararemos dudas con respecto a los síntomas de esta patología, para determinar claramente cuándo podemos estar en presencia de esta alteración mental.

¿Qué es el trastorno bipolar?

Antes de pasar a los consejos referentes a cómo ayudar a una persona con trastorno bipolar, es necesario saber con exactitud de qué se trata esta patología. Lo que se conoce como trastorno bipolar consiste en una condición mental caracterizada por la alternancia entre ciclos en los que el estado de ánimo de la persona llega a extremos muy intensos; se producen una serie de cambios extremos en el estado anímico de las personas, los cuales se mantienen durante un tiempo de manera consistente.

Puede presumirse que una persona está presentando conductas propias del trastorno bipolar cuando los cambios entre un estado anímico y otro llegan al cabo de un periodo de tiempo aproximado de varios meses, es decir, no son cambios repentinos que se den en cuestión de minutos. Además, la intensidad de los estados de ánimo debe ser significativa y conllevar malestar o riesgos importantes para la integridad de la persona y/o de su entorno.

Las polaridades anímicas que se manifiestan en el trastorno bipolar de la personalidad son una maníaca, caracterizada por estados intensos de euforia y agitación en las personas, y otra depresiva; caracterizada por fuertes estados de apatía y falta de entusiasmo generalizada.

En algunos casos suelen verse pacientes en los que ambas polaridades coexisten; es lo que se conoce como trastorno bipolar mixto. Esta variante de la bipolaridad es más compleja que la clásica e incluye un riesgo mayor para los sujetos que la padecen.

En los casos mixtos de la bipolaridad, se mezclan las conductas maníacas y de euforia con las depresivas, lo cual tiene como resultado que los sujetos vivan con actitudes de alevosía motivadas por pensamientos depresivos intensos. En estos escenarios, el riesgo de autoflagelaciones y suicidio se incrementa.

Sintomatología

Como hemos mencionado con anterioridad, la sintomatología del trastorno bipolar va más allá de los simples cambios de humor en las personas.

Durante los estados maníacos se pueden evidenciar síntomas físicos, como agitación constante, verborrea, hiperactividad, etc. Estos irán siempre acompañados por una actitud de entusiasmo anormal, nerviosismo o tensión.

En lo referente a los estados depresivos que se dan en el trastorno bipolar, las personas presentan conductas de desánimo y abulia bastante marcadas, comportamiento lento ante cualquier circunstancia, insomnio, y fatiga. En los casos severos, se contempla la posibilidad del suicidio.

Así pues, para ayudar a una persona con trastorno bipolar es necesario en primer lugar comprender los principales síntomas de esta alteración psicológica y comprender que quien sufre esta condición no elige comportarse así. A partir de esta premisa, veamos una serie de consejos acerca de qué hacer.

Consejos para ayudar a una persona con trastorno bipolar

En el siguiente listado de consejos vamos a repasar algunas herramientas para brindar apoyo y ayuda a personas con trastorno bipolar.

1. Ayudarle a aceptar su trastorno

Cuanto más pronto consigamos que la persona acepte que tiene una patología, más cerca estaremos que esté dispuesta a buscar la ayuda necesaria. Recordemos que nuestra función es de acompañamiento y apoyo, y que hace falta contar con un profesional de salud mental para que la mejoría sea significativa.

Hablar con la persona sobre los beneficios de ir a terapia es una buena manera de contribuir a que acepte asistir a la consulta, si bien debemos tener cuidado de la forma en que decimos las cosas; no queremos que parezca que estamos haciendo juicios de valor acerca de su manera de comportarse y de tomar decisiones.

2. Entender los estados depresivos y maníacos

Como figuras de apoyo debemos entender las conductas de los sujetos cuando están pasando por alguna crisis polar de este trastorno. No debemos juzgar ni tratar al sujeto como una mala persona o alguien que no merece respeto por tener problemas graves; su conducta responde a una patología orgánica que escapa a su control voluntario.

Este es uno de los consejos más importantes a la hora de ayudar a una persona con trastorno bipolar, dado que dañar su autoestima podría hacer que deje de asistir a terapia.

3. Aprender a reconocer los indicadores

Por lo general, cuando un sujeto está próximo a cambiar de una polaridad a otra, suelen presentarse ciertos indicadores que lo anticipan. Es importante que sepamos reconocer cuáles son. De esta manera, se podrá hacer lo posible por evitar la progresión a un episodio completo, o retrasar su aparición.

Además, también es útil animar a la persona a reconocer en sí misma estas señales de alerta, para que pueda organizarse mejor y ganar en autonomía.

4. Acompañarle a terapia

El hecho de que estemos dispuestos y disponibles a acompañar al sujeto a terapia significa para él una fuente de motivación extra. Además, evitaremos que la persona se sienta sola, lo cual ayuda en gran medida a que sea constante con las sesiones y siga correctamente las indicaciones del terapeuta.

5. Ir monitorizando su medicación

Los pacientes con trastorno bipolar deben estar en control conjuntamente con el psicólogo y el psiquiatra. La medicación es muchasveces fundamental para que el sujeto pueda mantenerse estable y evitar que los episodios maníacos y depresivos afecten significativamente su calidad de vida.

Por eso, como amigos o familiares del paciente, hay que hacer lo posible por ir controlando si se toma su medicación según las instrucciones del médico, y en caso de no hacerlo hablar con él. Por supuesto, esto debe hacerse de manera no invasiva, respetando su privacidad. Simplemente hay que poner atención en la búsqueda de indicios de que la persona no sigue adecuadamente el tratamiento.

6. Pasar tiempo de calidad con la persona

Las personas que padecen de trastorno bipolar, por lo general no suelen tener facilidades para mantener relaciones personales largas y estables, tomando en cuenta que cambian de actitud de maneras muy extremas; a veces son demasiado elocuentes y frenéticas, y a veces no tienen ganas de hablar con casi nadie.

Es importante que pasemos tiempo de calidad con estas personas y les hagamos más fácil el proceso de relacionarse, evitando de esta manera que se aíslen de los demás. Podemos buscar actividades para realizar conjuntamente, en las que interactúen con otras personas y puedan sentir que son capaces de llevar una vida normal.

7. Evitar las situaciones tensas frente al sujeto

Es recomendable que intentemos mantener siempre una actitud de asertividad y respeto con las personas que presentan trastorno bipolar, debido a que los momentos de tensión pueden ser detonantes de conductas maníacas o depresivas.

8. Ayudarle a detectar las señales de que se acerca una etapa de manía o hipomanía

Estableciendo un flujo de comunicación con el o la terapeuta, es importante aprender a reconocer las señales emocionales y comportamentales que se dan cuando se aproxima una de estas etapas del trastorno bipolar.

9. Darle apoyo al llevar un adecuado horario del sueño

La regulación del sueño es muy importante en el tratamiento del trastorno bipolar. Por eso, a la hora de ofrecer apoyo a alguien que haya desarrollado esta psicopatología, es clave ponérselo fácil para seguir de manera organizada un horario del sueño consistente y compatible con las metas de la terapia. Recordarle la hora a la que se tiene que acostar, hacer lo posible por que duerma en un lugar sin ruidos ni distracciones, etc.