Test de Apgar para bebés: modo de administración y criterios
El examen de Apgar es una prueba que se aplica a bebés que acaban de nacer. Consiste en evaluar su estado físico en cinco grandes áreas para determinar si necesitan asistencia médica.
En este artículo describiremos los cinco criterios del test de Apgar y su modo de administración. Conviene tener en cuenta que, aunque se trata de una prueba útil, sus resultados son superficiales y es importante complementarlos con otros exámenes en mayor profundidad.
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¿Qué es el test de Apgar?
Es muy habitual que se practiquen pruebas de evaluación poco después del parto para comprobar si el bebé reacciona de forma normal a distintos tipos de estimulación y si su sistema nervioso está funcionando correctamente.
El examen de Apgar es uno de los métodos de evaluación neonatal más populares. Consiste en observar cinco funciones o características del bebé relevantes a nivel informativo: el color de la piel, el ritmo cardiaco, la irritabilidad refleja, el tono muscular y la respiración. El nombre proviene de su creadora, la anestesista obstétrica Virginia Apgar.
El objetivo de esta prueba es determinar el grado de estrés perinatal que sufre el bebé por tal de valorar si necesita asistencia médica o bien puede sobrevivir sin ayuda externa, tomando estos cinco criterios como referencia básica.
Otros exámenes utilizados para evaluar el estado de los neonatos son el test de Prechtl, que evalúa también la postura, los movimientos espontáneos o las expresiones faciales, y la Escala de Evaluación de la Conducta Neonatal de Brazelton, cuyos criterios incluyen la interacción social, la capacidad muscular, el control de la alerta y la respuesta fisiológica a la tensión.
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Modo de administración
El test de Apgar es aplicado por personal médico o de enfermería un minuto después del nacimiento, y vuelve a pasarse otra vez a los cinco minutos del parto. De este modo se puede obtener una idea general y rápida del estado del bebé, si bien la información proporcionada por este examen es limitada puesto que sólo detecta complicaciones evidentes.
Las cinco variables que hemos mencionado (y que describiremos en detalle en el apartado siguiente) se puntúan del 0 al 2; mientras que la valoración mínima es un indicio de la existencia de problemas muy graves en ese área, el 2 señala un funcionamiento normal y saludable.
Dado que existen cinco criterios que pueden puntuarse con un máximo de 2, el resultado final siempre se encontrará entre 0 y 10. Cuanto más alta sea la puntuación global, mejor el estado físico del bebé; si es inferior a 4 el pequeño requerirá atención médica urgente, mientras que si se encuentra entre 4 y 7 se tendrá que hacer una evaluación más detallada.
Criterios del examen de Apgar
Las áreas analizadas por el test de Apgar constituyen una muestra representativa de las respuestas fisiológicas básicas de los recién nacidos. Aunque se suman las puntuaciones en cada criterio para obtener una valoración global, un 0 e incluso un 1 en cualquiera de las variables pueden ser signos de alerta importantes de que el pequeño tiene problemas físicos.
El término “Apgar” es un acrónimo de los criterios en inglés, el idioma original de la prueba, aunque también puede obtenerse también con una traducción aproximada en castellano: A de aspecto (o “appearance”), P de pulso (“pulse”), G de gesticulación (“grimace”, que significa literalmente “mueca”), A de actividad (“activity”) y R de respiración (“respiration”).
1. Color de la piel (Aspecto)
El criterio “aspecto” hace referencia al color de la piel del bebé. El tono normal se puntúa con un 2; un color azulado en las extremidades se valorará con un 1, mientras que si todo el cuerpo tiene una apariencia pálida y azul el resultado será 0.
2. Frecuencia cardiaca (Pulso)
La frecuencia cardiaca se evalúa mediante la utilización de un estetoscopio. Se considera que el ritmo cardiaco es adecuado cuando supera los 100 latidos por minuto; el 1 se otorga cuando la frecuencia es inferior, mientras que el 0 se reserva para los casos en que no se detecta actividad cardiaca.
3. Irritabilidad refleja (Gesticulación)
El criterio de irritabilidad refleja (“gesticulación” en el acrónimo) mide la respuesta del bebé a estímulos físicos molestos, como puede ser un pellizco. El 0 indica una ausencia de irritabilidad refleja, el 1 la presencia de gestualizaciones débiles, como fruncir el ceño o llorar un poco, y el 2 engloba respuestas enérgicas como tos, estornudos o llanto fuerte.
4. Tono muscular (Actividad)
En este caso se otorga una puntuación de 2 cuando el tono muscular es elevado y el bebé se mueve de forma activa. Un 1 significa que la actividad muscular es débil, y un 0 que el sistema muscular se encuentra en un estado de flacidez y laxitud.
5. Esfuerzo respiratorio (Respiración)
Una puntuación de 2 en este criterio indica que el bebé llora de forma normal. Si la respiración es lenta o irregular se le asignará un 1, mientras que un 0 significa que no está respirando por sus propios medios.