¿Cómo ayuda la psicoterapia ante un divorcio?
El divorcio es un concepto que solemos relacionar con sentimientos dolorosos y emociones negativas, como la tristeza, la melancolía o incluso la ira. Si bien es cierto que muchas veces la experiencia va acompañada de estos elementos psicológicos, nadie está predestinado a ver su calidad de vida dañada durante semanas a causa del fin de un matrimonio: existen estrategias de manejo de las emociones que ayudan mucho a superar esta clase de situaciones.
La terapia psicológica es el contexto en el que las personas pueden aprender a interiorizar esas habilidades de gestión emocional al pasar por una separación o divorcio, pero desgraciadamente, no todas las personas saben eso: hay quienes asumen que el trabajo de los psicólogos se limita a la atención de pacientes con trastornos mentales o a la atención a parejas en crisis. Nada más lejos de la realidad; en este artículo veremos de qué manera se trabaja en psicoterapia no solo para minimizar las probabilidades de terminar en separación o divorcio, sino también para saber adaptarse a un divorcio.
- Artículo relacionado: "¿Cómo saber cuándo ir a terapia de pareja? 5 razones de peso"
La prevención de la separación: el trabajo en terapia de pareja
Como su nombre indica, la terapia de pareja es el tipo de asistencia psicológica orientada a la atención a parejas en crisis, y tiene como principal objetivo mejorar la relación entre ambas personas ayudándoles a interiorizar estilos de interacción, convivencia y comunicación más adecuados. Es por eso que ayuda a hacer que las posibilidades de terminar en divorcio o separación se reduzcan, mediante los siguientes ámbitos de trabajo:
- Entrenamiento en habilidades de gestión de los conflictos.
- Creación de un espacio en el que tratar temas delicados o “tabú”.
- Búsqueda de la reconciliación ante agravios pasados.
- Detección de malas dinámicas en la manera de convivir (por ejemplo, reparto desigual de las responsabilidades).
- Aprendizaje de maneras asertivas de expresar emociones.
Como hemos visto, en terapia de pareja se trabaja para mejorar en la medida de lo posible el modo en el que las personas involucradas en la relación se comunican, conviven y expresan sus emociones y sentimientos, de modo que sea más fácil que el vínculo amoroso vaya siendo reforzado día a día.
Sin embargo, no es del todo acertado asumir que el objetivo de la terapia de pareja sea evitar a toda costa que el noviazgo o el matrimonio lleguen a su fin: también ayuda a reconocer los casos en los que la solución más beneficiosa para ambos es terminar con esa clase de vínculo y pasar a otro fuera del concepto “novios” o “matrimonio”. No hay que olvidar que una relación puede existir más allá de estas etiquetas, y separarse o divorciarse no tiene por qué implicar hacerlo de malas maneras, dañando o siendo dañado. Por ello, en una consulta de psicología también se puede hacer que la ruptura o divorcio sea lo más fluida posible.
- Quizás te interese: "Las 5 fases del divorcio y sus características"
¿Cómo ayuda ir al psicólogo ante una separación o divorcio?
Como hemos visto, la labor de los psicólogos ante una relación de pareja deteriorada no termina en el ámbito de la terapia de pareja. Incluso en los casos en los que se pasa por la separación o divorcio, disponer de apoyo psicológico profesional marca la diferencia para ajustarse bien a la nueva realidad sin quedarnos instalados en el malestar inicial.
Y es que aunque no seamos conscientes de ello, el modo en el que nos relacionamos con nuestras emociones, pensamientos y entorno influye mucho en cómo experimentamos el fin de un matrimonio o noviazgo, y con la ayuda necesaria podemos mejorar nuestra capacidad de adaptación a la nueva realidad.
Teniendo en cuenta esto, veamos de qué maneras se trabaja desde la psicoterapia en casos de divorcio o separación.
1. Mejora de la autoestima
Es muy común que el divorcio vaya acompañado de una baja autoestima, dado que las personas tienden a interpretar esta clase de situaciones desde la óptica del fracaso y la incapacidad para satisfacer ciertas expectativas.
Por eso, los psicólogos damos apoyo para que la persona no se quede centrada en las creencias que tiene acerca de sus propias limitaciones, y sea capaz de ver sus características positivas, su potencial, e incluso aquello que ha aprendido a raíz del divorcio.
2. Búsqueda de nuevas fuentes de incentivos
Normalmente, el divorcio da lugar a un nuevo estilo de vida; incluso si la pareja ya estaba separada previamente, el hecho de que la ruptura no fuese “oficial” del todo tenía implicaciones en las expectativas que uno se creaba acerca del futuro, y eso influye en cómo se vive.
Por eso, uno de los aspectos en los que se trabaja en psicoterapia aplicada en casos de divorcio es la búsqueda de nuevos incentivos en una vida de soltería, si es el caso de que no se tiene pareja. De este modo se ayuda a pasar el “duelo” del fin del matrimonio.
3. Gestión de los recuerdos asociados al matrimonio
Es importante poder resignificar los recuerdos asociados a ese matrimonio, de manera que no sean vistos como la señal de que se ha estado “perdiendo el tiempo”. Eso permitirá poder evocar esos recuerdos con normalidad y aceptar esa parte pasada de nuestra vida.
4. Aceptación del fin del ciclo
En psicoterapia se trabaja también para aceptar el hecho de que la fase de la vida vinculada a ese matrimonio ha llegado a su fin, y que por lo tanto no tiene sentido evaluar la propia capacidad de ser feliz teniendo como referencia los intereses y valores asociados a esa relación.
¿Buscas ayuda psicológica profesional?
Si estás pasando por una situación de divorcio o estás en una relación de pareja deteriorada que puede llevar a la separación y buscas servicios de asistencia psicológica, ponte en contacto conmigo; ya sea desde la psicoterapia individualizada o desde la terapia de pareja, podemos trabajar para gestionar la situación del mejor modo posible adoptando nuevas formas de manejo de las emociones y la potenciación de las habilidades comunicativas. Ofrezco sesiones presenciales en Sevilla y sesiones online por videollamada.