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Síndrome de estrés postromántico: qué es y cómo afecta a las relaciones


El síndrome de estrés postromántico puede surgir al darnos cuenta de que la vivencia de amor a cambio y que ya no es como era o como imaginábamos que sería.

Es importante ser consciente del posible estrés que puede comportar la evolución del amor, para poder trabajar en ello y que no suponga un problema en la pareja. El propósito será conseguir aceptar el cambio y poder adaptarnos a la nueva vivencia de manera adecuada, disfrutando de ella.

En este artículo hablaremos del síndrome de estrés postraumático, y veremos varios consejos sobre cómo tratar de afrontar y disminuir el estrés que comporta la evolución del amor.

¿Qué es el síndrome de estrés postromántico?

Desde pequeños nos han mostrado como es el amor y que siente cada persona cuando está enamorado. En las películas Disney, sin ir más lejos, nos relatan cómo la sociedad entiende el enamoramiento. Pero lo que no nos cuentan es que este amor inicial, romántico y pasional, evoluciona cambiando el tipo de relación y el sentimiento que tenemos hacia el otro. Esta nueva sensación, la de una disminución de la intensidad de la pasión no debe valorarse como algo malo, ya que esta disminución no comporta una reducción del amor que sentimos por la otra persona.

Si nos fijamos en el nombre otorgado al síndrome es fácil deducir de qué se trata. Vemos cómo nos recuerda al conocido, trastorno de estrés postraumático, trastorno que aparece después de vivir una experiencia traumática. Pues bien, el estrés postromántico hace referencia a la sensación de estrés después de haber vivido una situación romántica, cuando el romanticismo termina. En este caso, lo que nos generará el malestar no es la vivencia romántica, sino el cambio que se produce, la evolución del amor.

Darnos cuenta de que la vivencia del amor no es como esperábamos y tenemos sensaciones con las que no contábamos, genera en nosotros un malestar y la aparición de emociones como frustración, tristeza, falta de ilusión, que repercuten, como es de esperar, en la pareja. El no conocimiento de la evolución que muestra el amor y los distintos tipos que existen, es decir, la falta de información, puede derivar en problemas en la pareja.

Causas del síndrome de estrés postromántico

El malestar y la confusión aparecem por no comprender por qué se ha producido el cambio y por qué sentimos cosas distintas. Debemos tener presente que existen distintos tipos de amores.

Según el psicólogo Robert Sternberg, uno de los más reconocidos en el estudio del amor, existen tres componentes que dan lugar a los distintos tipos de amor: la intimidad, hace referencia al sentimiento de apego y cercanía; la pasión, se refiere a un intenso deseo sexual y de unión con la otra persona; y el compromiso, consiste en el propósito de la pareja de mantener el vínculo.

Causas del síndrome de estrés postromántico

De este modo, según la combinación de dos de los componentes anteriores, ello generará distintas clases de amor. El amor romántico estaría formado por pasión e intimidad, con una duración aproximada de meses o los primeros años. El amor se desarrolla y evoluciona, pudiendo dar lugar a diferentes combinaciones, y con ellos distintas sensaciones.

El tipo de amor a alcanzar según el autor es el amor consumado, que consiste en la unión de los tres componentes, aunque Stenberg indica que no es difícil conseguir este tipo de amor, sino que lo complicado es mantenerlo, siendo probable que evolucione otra vez en otra clase de amor.

El tiempo de evolución del amor, pasar de un tipo de amor a otro puede ser variable; cada pareja lo puede presentar en distinto momento. Aunque sí que hay periodos o tiempos que funcionan como referencia, podemos decir que el amor romántico suele durar unos 12 a 18 meses, entre uno año y un año y medio. Este cambio o nuevas sensaciones que podemos sentir tienen distintas explicaciones. Por un lado, como ya mencionamos, la descripción que nos enseñan y comunican del amor no equivale a la realidad, generándonos unas expectativas que no se cumplirán y pueden producir en nosotros una sensación de malestar y descontento.

Por otro lado, también influyen factores internos o biológicos de las personas. Durante la etapa inicial del amor, de la relación, los neurotransmisores y hormonas del cerebro se activan más que de costumbre, generando en el sujeto una sensación distinta a la habitual.

Estos neurotransmisores son la dopamina, relacionada con el circuito del refuerzo y placer, serotonina, que se conoce como la hormona de la felicidad, y la oxitocina, denominada también hormona del amor. Cuando el cerebro vuelve a estabilizarse y estos neurotransmisores se regulan, desaparece esta sensación inicial, de “mariposas en el estómago” o de ver a la otra persona perfecta, sin defectos.

Cómo hacer frente al síndrome de estrés postromántico

Dado el malestar y emociones negativas que puede comportar este síndrome, podemos realizar algunas conductas o acciones para tratar que no aparezca o hacerle frente cuando este se haga presente. Al final, como con cualquier otra alteración, es fundamental ser conscientes de lo que estamos sintiendo para poder hacerle frente.

1. Aceptar el cambio

Como hemos mencionado, el transcurso del tiempo comporta la evolución del amor y con ello el cambio, dado que este cambio no lo podemos evitar, ya que forma parte del curso normal. Es necesario aceptarlo para poder así trabajar las distintas sensaciones y disminuir el malestar que comporta. La intención no es evitar el cambio y permanecer eternamente en el amor romántico, sino poder adaptarse al nuevo tipo de amor que sentimos sin que suponga para nosotros un problema.

2. Centrarse en vivir el presente

Es común, y no solo en el ámbito del amor, que las personas vivamos en ocasiones anclados en el pasado o recordar situaciones pasadas que valoramos como tiempos mejores, las tenemos idealizadas. Con el propósito de poder adaptarnos y disfrutar de la situación presente es fundamental que nos centremos en el “aquí y ahora”, qué significa vivir el momento actual sin pensar en el pasado o en el futuro.

Comparar la situación presente con como estábamos anteriormente no nos ayuda, ya que el cambio que se produce es real y puede generar en nosotros malestar por no sentirnos como antes.

3. Fíjate en las cosas positivas

Un cambio vinculado con la desaparición del amor romántico es que empezamos a ver a la otra persona realmente como es, sin idealizarlo, fijándonos incluso más en sus rasgos negativos. Por esta razón, siendo conscientes de este hecho, debemos procurar no dejarnos llevar por este cambio e intentar dar importancia y remarcar también los rasgos positivos de nuestra pareja. No significa que no actuemos si vemos que algo no nos gusta, sino intentar tener presente tanto lo malo, para poder hablarlo y mejorar, como lo bueno, que con el tiempo solemos dejar de considerar.

4. Comunicarnos

La comunicación es una herramienta esencial no solo en las relaciones de pareja sino en cualquier tipo de relación social. Si no expresamos a la otra persona cómo nos sentimos, posibles sucesos que nos han hecho sentir mal o aspectos que nos gustarían cambiar, es muy difícil que se produzca una mejora, derivando finalmente en problemas.

No podemos pretender que nuestra pareja sepa que pensamos o cómo nos sentimos, ya que es muy fácil que se den confusiones, debemos buscar espacios de comunicación para que ambos nos podamos expresar y así poder llegar a acuerdos y ayudarnos uno al otro, con el propósito de fortalecer la pareja.

5. Buscar otras formas de activar la pasión

La pasión, como hemos dicho, es un estado característico del amor romántico, que habitualmente tiende a reducirse con el tiempo. Pero este hecho no quiere decir que no podemos volver a sentir pasiones; simplemente puede que necesitemos probar maneras nuevas de conseguirla. Haciendo referencia al punto anterior, será importante que nos comuniquemos para saber qué nos podría ayudar o qué nos gustaría para poder volver a encender o mantener encendida la “llama” de la pasión. Hay múltiples formas, teniendo cada sujeto distintos gustos, que al mismo tiempo pueden variar con el paso de los años o con la evolución del amor.

6. Rompe con la creencia social

La imagen del amor que nos transmiten desde la sociedad hace referencia al amor romántico, dando a entender que este debe ser el tipo de amor que sintamos siempre y que si no es así algo malo está sucediendo. Debemos romper con esta idea, y ser conscientes de que el amor no es algo estable, evoluciona con el tiempo, dando lugar así distintas sensaciones. No podemos guiarnos por historias de amor de película porque como sabemos la vida real es distinta e influyen muchos más factores.