8 creencias que alimentan la dependencia emocional en relaciones de pareja
La dependencia emocional es una alteración psicológica que consiste en una necesidad obsesiva de mantener a alguien a nuestro lado. Muchas veces, esta persona es la propia pareja en un noviazgo o matrimonio, lo cual favorece que ese vínculo emocional vaya convirtiéndose en algo cada vez más dañino y limitante.
Este fenómeno anula a la persona que lo padece y tiene una afectación directa en todo los aspectos de su vida, tanto a nivel emocional y relacional como familiar e incluso laboral. Y en este sentido, hay una serie de creencias dañinas que refuerzan esta dinámica de dependecia en las relaciones de pareja; veamos cuáles son.
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¿Cuáles son las creencias asociadas a la dependencia emocional en las parejas?
Hay varios elementos psicológicos capaces de hacer emerger la dependencia emocional, y unos de los más importantes son las creencias disfuncionales que desarrolla la persona que depende de la otra. Veamos cuáles son las más frecuentes.
1. Miedo estar solo
Las personas que presentan dependencia emocional suelen asumir que estar soltero equivale a haber fracasado en la vida, motivo por el cual les aterra que su relación de pareja termine.
Este miedo irracional a quedarse solo es una de las señales más habituales de la dependencia emocional y va acompañado de la creencia de que una vez estemos solos nadie más nos va a querer.
De igual manera, la separación de la pareja, ya sea temporal o duradera también genera un sentimiento de malestar en la persona y suele ir acompañada de casos de ansiedad, estrés o depresión.
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2. Delegar todas las tomas de decisiones
Otra de las creencias más comunes en la dependencia emocional consiste en creer que la pareja siempre tomará mejores decisiones que nosotros en cualquier situación y es por eso que se evita tomar parte en cualquier responsabilidad, actividad u opinión por iniciativa propia.
Esta forma de pensar es totalmente irracional, ya que consiste en creer que a la otra persona es la mejor en la tarea de “tomar decisiones” en general, sin tener en cuenta el nivel de información o conocimientos que esta pueda tener sobre el tema en cuestión. Es decir, en esta creencia se confunde la acción de la toma de decisiones con una habilidad que puede ser aplicable a cualquier situación y no dependiese de otras aptitudes o de ciertos conocimientos.
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3. Miedo al abandono
En las personas con dependencia emocional también es muy frecuente el miedo a ser abandonado por la propia pareja, aunque la persona no sea realmente feliz en la relación actual o sea consciente de que está en una relación sin futuro.
Este miedo irracional al abandono genera dinámicas de relación tóxicas y desiguales en las que la persona tiene miedo de cometer cualquier error, de nuevo por temor a ser abandonado.
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4. La creencia de que hay que "compensar" por nuestra falta de atractivo
Son muchas las creencias que afectan a la autoestima en las personas que presentan dependencia emocional, y entre las más habituales podemos encontrar la idea de que necesitamos implicarnos muy activamente en satisfacer a la otra persona para compensar nuestra falta de atractivo.
La dependencia emocional se relaciona con una visión muy negativa de uno mismo, visión que normalmente no coincide con la realidad y que se acrecienta con el paso del tiempo a medida que la relación de pareja disfuncional va reforzando esas creencias limitantes.
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5. Idealizar a la otra persona
Tal y como se ha indicado, la dependencia emocional suele estar relacionada con una pérdida de contacto con la realidad y con la creencia en una serie de pensamientos ilusorios.
Así pues, es habitual creer que la propia pareja es una persona perfecta y sin defecto alguno, que lo sabe todo y que es especial. De igual manera se tiende a minimizar sus defectos y se pasan por alto aquellos comportamientos negativos o tóxicos.
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6. Creer que la felicidad está en el otro
Las personas con dependencia emocional suelen dar por sentado que no van a ser felices si no están con su pareja, hecho que genera mucho malestar a nivel emocional a largo plazo.
De nuevo, este fenómeno tiene implicaciones psicológicas muy negativas para la persona, ya que al vincular la propia felicidad fuera de nosotros mismos se vive permanentemente preocupado y constantemente con miedo a ser abandonado.
7. La creencia de que el desacuerdo es terrible
Otra de las señales clásicas de la dependencia emocional es la de experimentar una gran contrariedad y un fuerte malestar ante las discusiones o ante los desacuerdos con la pareja.
Es por eso que, a la larga, el dependiente emocional acaba por evitar cualquier tipo de conflicto y opta por dar la razón en todo a su pareja.
La sumisión hacia la otra pareja en los casos de dependencia emocional es tal, que habitualmente la persona tiene miedo de dar su propia opinión para no molestar a su compañero o compañera de vida.
De igual manera se suele acceder a cualquier demanda que la pareja pueda tener y se es más proclive a tolerar manipulaciones de todo tipo, así como maltrato físico o psicológico en los casos más graves.
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8. Necesidad de gustar
Las personas con dependencia emocional hacia su pareja acostumbran a hacer todo posible para gustar a la otra persona, dado que no asumen que esa persona pueda estar a su lado a causa de una historia en común y todo lo que han vivido juntos, así como por las cualidades de uno mismo que han gustado y han llevado a establecer ese noviazgo o matrimonio.
Esto suele provocar que la persona dependiente cambie constantemente de opinión y en ocasiones adapte su personalidad a su interlocutor para conseguir agradar a la otra persona.
Así, otra de las características esenciales de la dependencia emocional consiste en la renuncia total de las propias preferencias, opiniones, sueños o aspiraciones, así como también a relacionarse con los propios amigos o familiares.
Esto se produce porque la persona dependiente suele considerar que sus preferencias no tienen ningún valor y lo que realmente importa es lo que piensa desea su pareja.
¿Buscas apoyo psicológico?
La dependencia emocional debe ser tratada cuanto antes por un profesional de la psicología, ya que a la larga puede erosionar de manera notable el bienestar emocional de la persona y generar un verdadero problema de salud mental a varios niveles.
Ya sea en psicoterapia individual o en terapia de pareja, existen formas de intervención eficaces para dar solución a esta clase de problemas. Si te interesa contar con apoyo psicológico para casos así, te invito a que te pongas en contacto conmigo.