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¿Qué significa el color naranja en Psicología?


El color naranja es uno de los colores secundarios que se asocia con lo exótico, la diversión y el entusiasmo. Pero no sólo esto; la psicología de los colores ha propuesto distintos significados y efectos según la tonalidad específica del naranja, así como diferentes usos.

En este artículo veremos qué es y qué significa el color naranja según la psicología del color, así como algunos usos en psicología del consumidor.

La psicología del color

La relación entre los colores y nuestros procesos mentales y subjetivos ha sido largamente estudiada, no solo por la psicología, sino también por la filosofía, la física y otras áreas de conocimiento.

Entre las propuestas que han surgido de estos estudios se encuentra la idea de que los colores son una parte activa de nuestro entorno, con lo cual, están dotados de una serie de significados. Estos últimos dan forma y a la vez son reflejo de nuestras percepciones y emociones.

Además, son significados que han emergido de nuestra interacción cultural con los colores. Es decir, conforme los colores fueron definidos por distintas sociedades humanas, en relación con los fenómenos de la naturaleza, cada uno fue adquiriendo un significado especial, así como la posibilidad de activar emociones, pensamientos y efectos psicofísicos.

Pioneros en este campo son los estudios realizados a inicios de 1800 por el novelista y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe, quien retomó las teorías de Newton sobre la descomposición de la luz, para analizar los efectos morales de los colores, así como las características intelectuales, tradicionales y de estatus según el contexto.

En la época contemporánea son reconocidos los estudios de Eva Heller, quien nos dice por ejemplo que el color naranja se popularizó en Europa hasta que la migración y las guerras trajeron la fruta desde oriente. De igual manera propone que todos los colores tienen un significado no solo cultural sino psicológico, y es además un significado que puede variar si los colores se combinan entre sí.

¿Cómo se obtiene el naranja?

Al descomponer la luz solar en un prisma de vidrio se generan distintas longitudes de onda que producen a su vez una gama de colores: el violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. De estas se derivan tres combinaciones de luces coloreadas que pueden recrear la luz blanca. Dichas luces son de color verde, azul-violeta y rojo-naranja, que se consideran colores primarios. Lo anterior se conoce como la Ley de la mezcla de los colores de la luz, o también como el Sistema RGB (Red, Green, Blue), la Síntesis aditiva, o el Proceso de tricromía.

No obstante, hay otra forma de analizar los colores. Esta es la Ley material del color, también llamada Sistema CMYK (Cyan, Magenta, Yellow, Key) o Proceso de cuatricromía, que es la ley que ha permitido generar tintas y reproducir imágenes a color, por lo que es la más utilizada.

De esta ley se derivan los colores primarios rojo, amarillo y azul. Estos últimos son los únicos que no se producen a partir de la mezcla de otros, pero que sí pueden mezclarse entre sí para originar todas las tonalidades que el ojo humano puede apreciar.

Por su parte, los colores violeta, verde y naranja se conocen como colores secundarios, ya que se obtienen a partir de la mezcla de los primarios. Tal como ocurre con otros colores, el naranja tiene una amplia gama cromática, es decir, se compone de tonalidades distintas, y cada una de ellas puede representar elementos diferentes.

¿Qué significa el color naranja?

Las distintas tonalidades del color naranja se han relacionado con rasgos de personalidad, actitudes, motivaciones y emociones. Representa principalmente la alegría, el entusiasmo y lo divertido. Asimismo se ha relacionado con lo exótico, lo que no genera agrado para todas las personas.

Tiene relación con la sociabilidad, la originalidad, la extraversión, la actividad o el entusiasmo y la cercanía. Por otro lado, algunas tonalidades del naranja representan lo excesivamente llamativo, una actitud frívola y convencional; y otras tonalidades representan también lo inadecuado y el peligro.

Así mismo, el naranja se ha asociado con la lujuria y la sensualidad. Su combinación con gris evoca al mismo tiempo discreción y extroversión; y la mezcla entre naranja y blanco evoca lo llamativo y a la vez lo moderado. Esto último parte de la teoría de Heller que dice que hay una combinación específica de colores que tiene efectos opuestos y contradictorios a nivel psicológico. En términos culturales ha utilizado con frecuencia en el budismo y en relación con el protestantismo.

En psicología del consumidor

Algo que la psicología ha estudiado es cómo las distintas marcas fundamentan su comunicación con el consumidor mediante una simbología de formas y colores. Parten de la idea de que el uso que se hace de los colores determina en gran medida el éxito del mensaje; ya que los colores evocan distintas emociones según las características del público al que se dirigen. Es decir que el color influye incluso nuestras decisiones, por lo que ha tenido implicaciones importantes en psicología del consumidor.

Específicamente, en psicología del consumidor, el naranja, así como el rojo y el amarillo, se han asociado a la estimulación del apetito y de los sabores, por lo que se han utilizado para anunciar distintos alimentos y cadenas de restaurantes.

Relacionado con esto, la psicología psicofísica del color han encontrado la relación entre el color naranja intenso y la experiencia de sabor dulce. Colores cálidos como amarillo, rojo y naranja provocan una respuesta positiva de compra por su asociación con el optimismo.