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Célula animal: tipos, partes y funciones que la caracterizan


La célula animal es la unidad mínima de funcionalidad que compone a los seres vivos pertenecientes a la categoría de los animales, el reino Animalia.

Concretamente, es un tipo de células eucariotas que, combinándose entre sí y colaborando a veces con otras formas de vida (por ejemplo, bacterias que componen la flora intestinal) forman tejidos y órganos funcionales, que permiten la existencia y la supervivencia de un animal.

En este artículo veremos cuáles son las características de la célula animal, así como sus principales funciones y especializaciones al formar el organismo en el que viven.

Características de esta unidad biológica

Todas las células animales pertenecen al taxón de las células eucariotas. Estas se caracterizan por contener todo su material genético en una estructura conocida como núcleo celular, y además contienen diferentes orgánulos separados del resto por una membrana que las recubre, a diferencia de las células procariotas, que son más pequeñas y no presentan las características anteriores (por ejemplo, su ADN está disperso por el citoplasma que llena su interior).

Además, la célula animal se distingue del resto de eucariotas por el hecho de organizarse con otras para formar organismos pluricelulares que pertenecen al reino de los animales.

A su vez, los animales son seres vivos de tamaño tanto microscópico como macroscópico que se caracterizan entre otras cosas por su capacidad de movimiento y por presentar células nerviosas, entre otras cosas. El reino Animalia es uno de los 5 reinos que encontramos en el grupo de los eucariotas.

Partes de la célula animal

Estas son las principales partes y estructuras que constituyen a las células animales.

1. Núcleo

El núcleo es posiblemente la parte de la célula animal que resulta más importante, porque no solo contiene un “manual de instrucciones” sobre qué moléculas sintetizar para construir y regenerar ciertas partes de la célula, sino que también es un plan de estrategia para el funcionamiento y mantenimiento del organismo del que forma parte la célula.

Es decir, que en el núcleo se contiene toda la información relativa a lo que debe hacerse dentro de la célula y también fuera de ella. Esto es así porque dentro de esta estructura, que consta de una membrana que la recubre, está protegido el material genético, es decir, el ADN contenido en forma de hélice y plegado formando diferentes cromosomas.

De esta manera, el núcleo ejerce como filtro de lo que entra y sale de la zona donde permanece guardado el ADN o ácido desoxirribonucleico, de manera que este no se disperse y se pierda, y tratando de minimizar que ciertas moléculas entren en contacto con los cromosomas y desestabilicen o alteren la información genética contenida en ellos.

Eso sí, tal y como veremos, en las células animales aún hay otra estructura celular que contiene material genético y que no está dentro del núcleo.

2. Membrana celular

La membrana celular es la capa más externa de la célula, de manera que la cubre casi entera y protege por igual todas sus partes. Está formada por un conjunto de lípidos en los que quedan intercaladas /o incrustadas en estas capas) algunas proteínas con funciones especializadas.

Eso sí, la membrana celular de las células animales, como las de cualquier otro ser vivo eucariota, no son totalmente impermeables, sino que tienen ciertos puntos de entrada y de salida (en forma de poros) que permiten el intercambio de sustancias con el exterior.

Esto aumenta el riesgo de que elementos nocivos entren adentro, pero a la vez es necesario para mantener la homeostasis, el equilibrio físico-químico entre la célula y su entorno.

3. Citoplasma

El citoplasma es la sustancia que llena el espacio que hay entre el núcleo y la membrana celular. Es decir, es la sustancia que actúa como soporte físico para todos los componentes internos de la célula. Entre otras cosas, contribuya a que dentro de la célula siempre estén disponibles sustancias necesarias para que la célula animal se desarrolle, o se regenere, o se comunique con otras.

4. Citoesqueleto

El citoesqueleto es un conjunto de filamentos más o menos rígidos que tienen el objetivo de dar forma a la célula y mantener sus partes más o menos siempre en el mismo sitio.

Además, permiten que ciertas moléculas viajen a través de sus canales internos, como tubos (de hecho, algunos componentes del citoesqueleto son llamados “microtúbulos”).

5. Mitocondrias

Las mitocondrias son una de las partes más interesantes de la célula animal, porque contienen su propio ADN, distinto al del núcleo. Se cree que esta estructura es en realidad el remanente de una unión entre una célula y una bacteria (siendo la mitocondria la bacteria insertada en la célula, fusionadas en una relación simbiótica).

Cuando tiene lugar la reproducción, también se realizan copias del ADN mitocondrial para que pasen a la descendencia.

La principal función de las mitocondrias es la producción de ATP, molécula de la que las células animales extraen energía, por lo que las mitocondrias son muy importantes para los procesos metabólicos.

6. Aparato de Golgi

El aparato de Golgi se encarga principalmente de crear moléculas a partir de materia prima que le llega de otras partes de la célula animal. Así, interviene en procesos muy diversos, y todos tienen que ver con la reparación y producción de nuevos materiales.

7. Retículo endoplasmático

Como el aparato de Golgi, el retículo endoplasmático también se caracteriza por sintetizar materiales, pero en este caso lo hace a una escala menor. En concreto, está especialmente implicado en la creación de lípidos con los que mantener la membrana celular.

8. Lisosomas

Los lisosomas intervienen en la degradación de componentes celulares para reciclar sus partes y darles un mejor uso. Son cuerpos microscópicos que liberan encimas con la capacidad de “disolver” elementos de la célula animal.

Tipos y funciones

Podemos establecer una clasificación de células animales según sus funciones y tipo de tejidos y órganos biológicos que suelen constituir al agruparse entre sí. Veamos cuáles son estas categorías básicas. Eso sí, no todos están presentes en todas las formas de vida animal.

1. Células epiteliales

Este tipo de célula animal forma estructuras superficiales y de apoyo al resto de tejidos. Forman la piel, glándulas y ciertos tejidos especializados que cubren partes de órganos.

2. Células conjuntivas

Estas células tienen como objetivo crear una estructura interconectada que, más allá de la piel, mantengan todas las partes internas en su sitio. Por ejemplo, las células óseas, que están incluidas en esta categoría, forman los huesos, estructuras rígidas que mantienen el resto de elementos en su sitio.

3. Células sanguíneas

Este tipo de células animales permiten que todos los nutrientes, vitaminas y moléculas necesarias para la vida viajen a través del sistema circulatorio, por un lado, y evitar que agentes externos nocivos se propaguen por el organismo, por el otro. Así, su actividad está ligada al movimiento.

En esta categoría están incluidos los glóbulos rojos y los glóbulos blancos, o eritrocitos y leucocitos, respectivamente.

4. Células nerviosas

Este es uno de los tipos de células más característicos de la actividad de los animales, pues estos seres vivos se caracterizan por su capacidad de moverse y de procesar muchos tipos de información correspondiente a este cambio constante de entorno.

Se trata de una categoría que incluye a las neuronas y a las células gliales., gracias a las cuales los impulsos nerviosos viajan por el organismo.

5. Células musculares

Las células musculares forman fibras con la capacidad de contraerse y relajarse dependiendo de las órdenes que lleguen a través del sistema nervioso.

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