Consejos para ayudar a los niños a afrontar su escolaridad
Cuando los pequeñines entran al primer grado de la escuela, ¿qué deben hacer los papás y mamás para que el niño se organice y pueda cumplir con esta nueva etapa?
La entrada a la escuela genera muchos sentimientos encontrados tanto para los padres como para los pequeños de la casa. Tanto pueden sentir alegría y entusiasmo como, repentinamente, pueden experimentar momentos de nostalgia y preocupación por los nuevos cambios.
¿Cómo ayudar a los pequeños a ser positivos ante la nueva etapa en la escuela?
Dentro de las reacciones típicas que se presentan se encuentra el llanto y el apego al papá o la mamá para no quedarse en el centro educativo. Pese a estar el niño entusiasmado preparando sus materiales durante los días previos al inicio del curso escolar, el día en que deben iniciar la escuela y entrar en el centro, llora y no quiere que sus padres le abandonen.
Generalmente, las escuelas colaboran para que el proceso de adaptación sea fácil y agradable para la familia, no obstante dependerá mucho del manejo que el núcleo familiar realice para facilitarse o complicarse la nueva etapa que está por empezar.
Algunos consejos para facilitar la nueva realidad a los niños
Por eso, consideramos importante brindar una serie de recomendaciones para ayudarles en este gran paso sin generar mayores temores en los pequeños y, sobre todo, que sirva de guía para los papás:
1. De ser posible, permitirle al niño(a) conocer (15 días antes) el centro educativo (inclusive el aula) en el cual recibirá lecciones, así como a la maestra.
2. Una semana antes de la entrada a clases, comenzar levantar al niño(a) a una hora cercana a la que deberá hacerlo en clases, para que se acostumbre. Los niños, durante la primera semana y por la ilusión que les hace ir al colegio, muchas veces, lo hacen sin problema alguno, pero una vez pasada la primera semana comienzan a presentar problemas en este aspecto. Los(as) niños(as) requieren de un aproximado de ocho horas diarias para descansar.
3. Mantener en casa, en un lugar visible, un planificador grande o calendario donde anotar las tareas, trabajos y compromisos que se deben realizar por día, utilizando dibujos o calcomanías para que el niño pueda identificarlo.
4. Desde tres meses antes del inicio de la escuela, se deben asignar deberes en casa de acuerdo a la edad, para que cuando esté en la escuela pueda asumir los asignados por el equipo docente. También es recomendable tener horarios en la casa de comidas, meriendas, juegos, descansos y cumplimiento de dichos deberes, etc.
5. Establecer desde la primera semana una rutina de estudio diaria para cumplir con las tareas; inclusive cuando no esté en exámenes es importante repasar, durante un rato que no exceda los treinta minutos diarios. Es importante que el (la) niño(a) descanse, se alimente, y después realice los deberes.
6. Rotular los materiales antes de iniciar el periodo lectivo, con el nombre del niño(a) e indicarle la importancia de cuidarlos y mantenerlos en su debido lugar, así como las consecuencias en caso de extraviarlos con frecuencia.
7. Cultivar en el niño la rutina de alistar sus materiales y pertenencias para ir a la escuela, comenzando por limpiar los zapatos (actividad que puede realizar en conjunto con el papá cuando este alista su propia vestimenta), alistar el maletín con los cuadernos, de tal manera que no sean los padres quienes asuman la responsabilidad en dicha labor. Es importante tener preparados los materiales un día antes para cerciorarse que cuenta con todo lo necesario.
8. Para ayudarse con el punto anterior, el papá o la mamá puede anotar los materiales (extras) que le están solicitando en la escuela y después asistir juntos (padre/madre e hijo) a conseguirlos o bien confeccionarlos de ser el caso, pero siempre dejándole claro al niño que es su responsabilidad. Los padres pueden hacer uso de un cuaderno específico para comunicarse con el docente, el cual el niño siempre portara con él y los padres siempre lo revisarán.
9. Enseñarle y permitirle al niño forrar o decorar sus cuadernos e identificarlos por materia de tal forma que el niño los reconozca.
10. Estimular en el estudiante el orden y aseo en cuadernos, materiales y bulto. Ejemplo: todas las hojas deben estar pegadas en los respectivos cuadernos, y aquellas hojas que no correspondan a ninguna materia se guarda en una carpeta para dicho fin. Debemos procurar que los cuadernos los mantenga ordenados, completos y corregidos por la maestra.
11. Mantener una comunicación constante con el docente para cerciorarse de las actividades de la escuela: reuniones, paseos, recitales, etc.
12. En caso de ausentarse el niño a clases reponer la materia lo antes posible. En caso ausentarse por una actividad planeada de antemano cubrir la materia.
13. Mantener en casa materiales escolares extra para emergencias. Generalmente, en los primeros años de vida escolar los niños son muy afines a utilizar cartulinas, crayones, gomas, lápices de color, tijeras, por tanto, beneficiaría mucho tener en casa reservas de estos materiales por si acontece alguna situación especial.
14. Preguntarle al niño(a) cómo estuvo su día, qué le gusto más, qué no le agrado y por qué; recados que la maestra mencionó; relación con los compañeritos, así como supervisar que realice adecuadamente las rutinas de alimentación. Es importante no sólo prestarle atención a lo que verbalmente el (la) niño(a) mencione, sino también a sus gestos, lenguaje corporal, miradas, evasiones en la conversación y en caso de dudas, ahondar con la docente. Los niños pequeños, en su mayoría, no cuentan con la facilidad de expresarse y cuando se enfrentan a situaciones nuevas suelen reprimir sus sentimientos por temor a que no se les crea, por ende, es muy importante prestarle atención al lenguaje no verbal.
15. Ambos padres deben participar del proceso de escolarización del hijo, en muchas ocasiones se asume que la madre es quien debe velar por estas labores, no obstante el papá ocupa un lugar importantísimo en el proceso de acompañamiento del aprendizaje, por tanto, las tareas que conllevan el proceso de escolarización es un trabajo en conjunto.
Observaciones sobre la importancia de preparar a los niños
Es importante recordar que, en muchas ocasiones, la “angustia” que genera la entrada a clases, suele ser mayor en los padres más que en los mismos niños(as), quienes absorben el sentir de sus progenitores, y esto puede afectar a su capacidad de adaptarse al nuevo ambiente, así como en su capacidad de organizarse a las nuevas demandas escolares.
No es buena idea intentar paliar el sufrimiento del hijo en su entrada a la escuela con estas estrategias que enumeraré a continuación:
- Quedarse en el centro educativo, recogerlo a horas más tempranas
- Llamar constantemente al centro, o no llevarlo al centro.
Cualquiera de estas acciones le acrecientan la angustia al niño(a) y, por consiguiente, puede ocasionarle mayores dificultades de adaptación. Por este motivo, se recomienda conversarlo con la maestra o con el personal especializado en el centro educativo: orientador, psicólogo etc, quien le brinde orientaciones específicas para el debido manejo del caso.