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Cómo ayudar a los niños a mejorar su autoestima, en 7 claves


La infancia es una etapa de la vida que resulta clave en muchos aspectos. No solo se aprende el funcionamiento básico de la realidad, sino que se asientan los fundamentos de lo que se sabe acerca de uno mismo. Es por eso que resulta muy importante saber cómo ayudar a los niños a mejorar su autoestima, objetivo al que va dedicado este artículo.

Ayudar a los niños a tener una buena autoestima

Cuando se es pequeño y se cuenta con pocos recursos para afrontar los retos que plantea el mundo, el papel de los padres, madres, hermanos mayores o tutores no debe limitarse a actuar como escudo protector, es decir, a evitar que algo malo entre en contacto con la percepción de los más jóvenes.

Esto es así porque es imposible proteger del todo, por un lado, y porque sin la posibilidad de encajar ciertos reveses de la vida, se llega a la adultez sin la capacidad de gestionar emocionalmente (o incluso cognitivamente) las situaciones complicadas.

Por consiguiente, la vida de los niños y niñas debe ser un equilibrio entre protección y la posibilidad de ir aprendiendo sobre la marcha a sobreponerse a las dificultades. Pero en esta harmonía es relativamente fácil que algunas experiencias minen su autoestima, dado que siempre habrá margen para que una situación los sobrepase debido a su relativa vulnerabilidad.

Por ello, es bueno monitorizar el desarrollo de su autoestima, interviniendo cuando la autoestima sea baja. ¿Cómo hacer esto último? A continuación encontrarás varias recomendaciones básicas, si bien todas ellas deben ser adaptadas al contexto concreto en el que vive el menor de edad.

1. Ayúdale a encontrar amistades con sus intereses

En la infancia, el simple hecho de no encajar con un grupo de iguales debido a las aficiones, puede significar quedar excluido y aislado. Pero, afortunadamente, como adultos podemos ayudar a que los pequeños encuentren a otros niños del entorno con los que se puedan llevar bien y compartan intereses.

2. Reconoce sus logros

La falta de tiempo no tiene que ser un obstáculo para felicitar a los pequeños por sus logros. A fin de cuentas, toda la etapa de la infancia es un proceso de aprendizaje constante, así que será fácil que se produzcan momentos de este tipo, y muchos de ellos incluso pueden tener un significado especial para los más jóvenes de la casa.

3. No les pongas una etiqueta

Hacer que asuman una etiqueta que defina quiénes son resulta un error, dado que favorece que no se planteen objetivos y metas más allá del limitado repertorio de roles y actitudes que se espera de ellos. Es por eso que, desde su punto de vista, todo aquello en lo que perciben que fracasan podrá ser atribuible a las limitaciones relacionadas con su supuesta esencia.

4. Pasad tiempo juntos

Algo que también sirve para reforzar la autoestima de los niños es hacer que vean que son importantes para nosotros y que nos importa su punto de vista, sus opiniones, sus intereses… Si a esto se le acompaña la expresión de afecto, se sentirán más apoyados.

5. Ayuda a que se cuide

Ya desde la infancia, el efecto de llevar una vida sana repercute en la autoestima. No se trata de encajar en los cánones de lo que se considera estético, sino que al estar sanos nos sentimos con más energía y capacidad para afrontar el día a día.

Así pues, una dieta sana y equilibrada, un nivel de higiene adecuado y la práctica de ejercicio regular son vuestros aliados.

6. Evita las comparaciones

A una edad tan temprana, es complicado comprender del todo los matices necesarios para asimilar de manera constructiva una comparación con otras personas, especialmente si estas últimas tienen su edad. Así pues, es mejor evitar las comparaciones. Entre otras cosas, porque también pueden terminar funcionando como una manera de etiquetar y limitar sus posibilidades.

7. Anímale a desarrollar proyectos

Proponerse proyectos y ver su avance es una manera excelente de mejorar la autoestima a cualquier edad, ya que permiten comprobar de qué se es capaz. Por eso, es bueno que los niños lo hagan desde pequeños: no todo se basa en trabajar en las tareas de obligada realización a causa de la escuela.