Las mujeres con estudios, menos propensas a encontrar pareja
Durante las últimas décadas las mujeres han luchado mucho por sus derechos y por la igualdad entre sexos, y son varias las costumbres y relaciones de poder que han cambiado gracias a este empeño. Aunque todavía quedan muchas cosas por hacer en este sentido, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las mujeres están más formadas que los hombres en lo relativo a los estudios universitarios.
Esta realidad, que podría ser positiva, correlaciona negativamente con el hecho de tener pareja: las mujeres heterosexuales con estudios superiores tienden a ser menos propensas a entrar en una relación formal. Al menos esto es lo que afirma la ciencia. En este artículo repasaremos algunos estudios que tratan este tema.
La relación entre estudiar y tener pareja
En cuanto al amor, los gustos de cada persona pueden variar; sin embargo a muchos individuos parece atraerles la apariencia de inteligencia de otras personas, es lo que se conoce como sapiosexualidad. Pero ser inteligente y tener estudios superiores no parece ser bueno a la hora de conocer on la que deseamos tener una relación seria. El nivel educativo alto de las mujeres dificulta sus posibilidades de tener pareja.
Jon Birger, periodista financiero y tecnológico, decidió investigar este fenómeno. Su curiosidad surgió porque una amiga suya, al parecer muy inteligente y formada, no conseguía encontrar a alguien compatible con ella. Esto le llevó a realizar una investigación en Estados Unidos con datos demográficos, y analizó a individuos heterosexuales que tenían estudios superiores y que se encontraban en la búsqueda de la persona ideal. Con los resultados, publicó un libro llamado Date-onomics: How Dating Became a Lopsided Numbers Game en el que explica algunas de sus conclusiones.
La causa: escasez de hombres formados
Según el autor, una de las causas de que las mujeres formadas no tengan éxito en las relaciones amorosas es la escasez de hombres con el mismo nivel educativo. Al menos en Estados Unidos, la escasez de hombres universitarios no es sólo un fenómeno característico de las grandes ciudades de este país, como por ejemplo la ciudad de Nueva York, en la que hay 4 mujeres universitarias por cada 3 hombres. Eso sí, excepto en Silicon Valley, donde la economía del país impulsa el mercado laboral masculino en investigación (según piensa Birger).
Los datos extraídos por Binger demuestran que en 2015, se graduaron un 35% más de mujeres que de hombres, y de éstas, un 33% siguen solteras. Tal y como concluye el autor, gran parte de las mujeres no está de acuerdo en tener una relación con alguien con un nivel educativo más bajo, lo cual hace que las estadísticas muestren esa tendencia relativa hacia lo soltería.
Las mujeres inteligentes tienden más a estar solteras
El estudio de Binger no es el único que se ha llevado a cabo en esta línea de investigación, y la hipótesis de que las mujeres más inteligentes son a la vez las más exigentes y, por consiguiente, tienden a permanecer solteras, no es nueva. De hecho, un estudio liderado por John Carney y publicado en las publicaciones británicas Daily Mail y en Elite Daily, entre otros, ya concluía que ésta era una posibilidad más que real.
Esta afirmación podría ser considerada clasista y llena de prejuicios, pero quizás esta idea no sea tan descabellada. La conexión emocional tiene mucho que ver con encontrar a una persona que mentalmente nos seduzca, y al menos en el caso de las mujeres inteligentes con recursos culturales aprendidos, puede ser complicado encontrar a un hombre con el que expresarse libremente y sentirse intelectualmente estimulada. El cuerpo puede entrarnos por lo ojos, pero si luego no existe conexión mental, esa relación difícilmente puede durar (excepto que sea una relación tóxica).
Ahora bien, las conclusiones de Carney han despertado cierta polémica, pues según éste las mujeres menos inteligentes tienen más tiempo libre porque no dedican muchas horas a estudiar más o trabajan más para ganar dinero. Las mujeres menos dotadas intelectualmente tienden a crear relaciones de pareja con hombres más inteligentes que ellas, que tienen una mayor posición económica y un mejor puesto de trabajo. Si quieres profundizar en este estudio y conocer sus conclusiones, puede leer este artículo: “Las mujeres inteligentes acostumbran a estar solteras”.
¿Mujeres sapiosexuales?
Parece ser, por tanto, que al menos en el caso de las mujeres existe cierto grado de sapiosexualidad con un sentido excluyente. Lógicamente, cada persona es un mundo, pero estos datos ponen el foco de atención en que muchas mujeres se sienten atraídas por el “coco”. Los sapiosexuales son aquellas personas que dicen sentirse atraídas por el “el interior”, es decir, por la capacidad intelectual.
Para estos individuos, los preliminares se inician en las conversaciones interesantes y estimulantes (arte, política, filosofía, etc.). El sapiosexual piensa que el intelecto de su pareja es uno de los rasgos más importantes que posee.
Los hombres las prefieren menos reflexivas
Y… ¿qué ocurre en el caso de los hombres? ¿prefieren a las mujeres inteligentes o no? Pues parece ser que prefieren a las mujeres con menos recursos intelectuales. Esto es lo que concluye una investigación realizada por las instituciones universitarias Lutheran University y la Universidad de Texas. Los investigadores de estas universidades afirman que los hombres se sienten intimidados ante las mujeres inteligentes y sienten especial predilección por las mujeres poco reflexivas.
Para conocer estos resultados, los investigadores encuestaron a un amplio grupo de estudiantes sobre cuáles eran las acciones, posturas corporales, actitudes o rasgos de personalidad que les parecían más atractivos. Esto les sirvió para extraer 88 factores que emplearon como parte de su estudio, en el que mostraron una serie de fotografías con estos rasgos a 76 hombres.
A los sujetos se les preguntaba qué comportamientos asociaban a éstos y cuál era su nivel de deseo hacia dichos factores. Los varones afirmaron que las mujeres más vulnerables y menos inteligentes eran más atractivas.