16 curiosidades sobre el número cero
Contemos hasta diez. O hasta veinte. O hasta mil. ¿Por qué número hemos empezado? Seguro que no por el cero.
Hoy en día puede parecernos algo normal, cotidiano y que usamos en una gran cantidad de elementos de nuestra vida. Sin embargo, el cero es uno de los números más especiales que existen.
Porque, de hecho, estamos ante un no número, dado que los números sirven para indicar la existencia de una cantidad de algo (estemos refiriéndonos a medir que cantidad de elementos, o el grado en que una determinada propiedad existe), mientras que el cero significa su ausencia. De cara a mejorar la comprensión respecto a este extraño número, a continuación puedes ver una serie de 16 curiosidades sobre el número cero.
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16 curiosidades y aspectos vinculados al número cero
A continuación puedes ver una parte de todo aquello que hace del número cero algo tan fascinante en el campo de las matemáticas. Si conoces alguna otra, siéntete libre de compartirla en la zona de comentarios.
1. El cero tiene dos funciones básicas
Utilizamos frecuentemente el cero en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, no solemos pensar en sus funciones. Principalmente se pueden destacar dos.
En primer lugar, el cero como tal es representativo de la nada, de la no existencia de una característica, propiedad u objeto. Sin embargo, la existencia o no existencia de la nada es una de las incógnitas filosóficas que históricamente han despertado mayores discusiones. ¿Acaso puede haber algo que por definición consiste en el hecho de no existir? De hecho, este tema se remonta por lo menos a la época de los pensadores presocráticos, especialmente Heráclito y Parménides.
La segunda de las funciones es la de servir de elemento posicional para marcar una posición que permita pasar al siguiente decimal, lo cual implica establecer una discusión sobre en qué momento se puede pasar de un decimal al siguiente. Teóricamente, todo puede ser dividido infinitas veces.
2. El cero como tal es un invento relativamente reciente
Si bien hoy en día nos parece algo normal y corriente, el cero como tal no ha sido formulado como concepto matemático hasta alrededor del siglo V. Culturas tan avanzadas como griega o la romana no poseían una grafía para el concepto de la nada, al considerar innecesaria e incluso ilógica la idea de conceptualizar matemáticamente la no existencia.
Se atribuye al matemático hindú Aryabhata su aplicación, si bien algunas culturas precolombinas como la maya también utilizaban conceptos semejantes (era simbolizado, por ejemplo, en forma de concha). Es importante tener en cuenta que lo que se pretende decir es que lo que resulta novedoso es el uso del cero como elemento matemático, puesto que el concepto de la nada se tiene en cuenta desde la antigüedad.
3. En la antigua Babilonia ya existía el cero posicional
Si bien como hemos dicho anteriormente una gran cantidad de culturas antiguas no poseían una grafía concreta para representar la ausencia de algo, en algunos casos si existían elementos para indicar la presencia de cantidades relativamente grandes, como por ejemplo 505. En la antigua Babilonia no se poseía un grafismo para hablar del vacío, pero de cara a distinguir entre cantidades (no es lo mismo 505 que 55) utilizaban dos pequeñas cuñas con las que separar los números.
Si bien en este caso podemos pensar que estamos indicando una cantidad en la que tenemos centenas y unidades pero no decenas, se está expresando en el fondo una cantidad determinada, con lo que dicho sustituto del cero sería meramente posicional. También en la civilización sumeria tenían un mecanismo que empleaban como cero posicional, dejando un espacio vacío entre los símbolos que representaban los números.
4. Algunos animales son capaces de comprender el concepto
Si bien el entender el concepto de la nada requiere de un nivel de abstracción elevado, se ha demostrado a través de varios experimentos que el ser humano no es el único en ser capaz de tenerlo en cuenta. Otros primates e incluso algunas aves como los loros han manifestado la capacidad cognitiva suficiente como para reconocer cuando no hay algo.
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5. Tiene propiedades que lo hacen difícil de clasificar
Aunque puede que este aspecto sea ampliamente conocido por la mayoría, el cero tiene una serie de propiedades matemáticamente curiosas. Por ejemplo, no puede clasificarse ni entre los los números positivos ni negativos, pues es únicamente indicativo de vacío. Tampoco es par ni impar. Sin embargo, sí entra dentro de los números racionales y de los naturales, siendo obtenible matemáticamente.
6. Aunque calculable y obtenible matemáticamente, tiene propiedades particulares
En el aspecto matemático, la realización de operaciones con esta cifra refleja aspectos que pueden parecer extraños. Por ejemplo, sumar o restar cero a algo no tiene ningún tipo de efecto (si bien a nivel lógico puede parecer normal, el hecho de sumar o restar matemáticamente debería implicar cierta variación).
Multiplicar por cero siempre va a dar la nada como resultado, y dividir entre esta cifra supone una indefinición matemática (en general dando por resultado infinito). Asimismo, elevar cualquier cantidad a cero dará como resultado la unidad.
7. Su nombre proviene del árabe, al igual que la palabra cifra
El concepto de cero ha llegado a nuestra cultura a través de los matemáticos árabes, quienes difundieron los conceptos elaborados por los hindúes. La palabra cero surgió del vocablo árabe sifr (que significa estar vacío), que acabaría derivándose en nuestro cero y que, del mismo modo, daría origen a la palabra cifra. El vocablo sifr, asimismo, sería tomado del sánscrito shunya, que significa nada.
8. En nuestro calendario no existe ningún año cero
El calendario que gran parte de la población occidental utilizamos hoy en día se denomina calendario gregoriano. Según dicho calendario estamos en la actualidad en el año 2017 después de Cristo. El punto de partida de dicho calendario, pues, es la fecha más o menos aproximada en la que se calcula que nacería.
Sin embargo, este punto de partida no es el año cero, sino que en el calendario se pasa directamente de año 1 a.C. a año 1 d.C. Esto se debe a que ordenamos el tiempo a partir de elementos ordinales, del primero al más reciente.
9. El tiempo, en general, no contempla la existencia de un cero
Teniendo en cuenta el punto anterior, podemos darnos cuenta de que, de hecho, el tiempo es algo fluido que no somos capaces de detener en ningún momento. Aunque quizás es posible, no conocemos ningún periodo en el que no haya habido tiempo. Por consiguiente, el cero como símbolo de la nada no podría ser aplicado en elementos como el tiempo a menos que hagamos referencia a aspectos como al inicio directo de una actividad o suceso.
10. El cero en la informática
En un mundo cada vez más avanzado tecnológicamente, el lenguaje informático resulta cada vez más conocido por todos. Dicho lenguaje se basa en el código binario, que utiliza únicamente el 0 y el 1. Sin embargo estas cifras no están representando una cantidad, sino que actúan como indicadores de la apertura o cerramiento, o de verdadero o falso. En principio, cualquier otro símbolo podría ser posible.
11. El cero absoluto
Es muy probable que hayamos oído hablar del término cero absoluto. Este concepto está vinculado al mundo de la termodinámica. Estaría haciendo referencia a la temperatura más baja que puede existir, que corresponde a -273 grados centígrados o 0 grados Kelvin..
Sin embargo, esta temperatura es teórica, no habiéndose podido alcanzar experimentalmente.
12. La gravedad…¿cero?
Solemos considerar la gravedad cero como la ausencia de gravedad, como ocurre con los astronautas en el espacio o en situaciones de ingravidez. Sin embargo, la fuerza de la gravedad no es en ninguno de esos casos cero, aunque sí inferior a lo habitual. La ingravidez se consigue cuando el ambiente que nos rodea y nosotros mismos nos vemos atraídos con la misma aceleración hacia los cuerpos gravitacionales.
13. La carta del Loco
Uno de los arcanos mayores, el Loco, es una carta del tarot que suele ser considerado el arcano cero debido a la necesidad de lo que representa para constituirse como persona. Y es que para que haya algo ha tenido que no haberlo. Representa lo inconsciente, la locura, la impulsividad, lo irracional. También es un reflejo de la innovación y la capacidad de soñar y crear, así como lo espiritual.
14. El cero tardaría en aparecer en Europa
El sistema de numeración de base decimal que empleamos actualmente, de origen arábigo, fue introducido en Europa por Fibonacci. Sin embargo, si bien Leonardo de Pisa (nombre real de Fibonacci) también introduciría el cero, no lo tendría en cuenta como número, considerando que estos empezaban a partir del uno.
15. Billetes sin valor
La corrupción es un fenómeno ampliamente extendido entre las clases dirigentes de muchos países. En algunos casos, algunas asociaciones han procedido a emitir billetes con valor cero en signo de protesta. Un ejemplo es el billete de cero rupias emitido por La Quinta Columna en la India.
16. Supone un elevado nivel de abstracción
A nivel matemático el cero tiende a describir la no presencia de algo. La existencia y la no existencia han formado parte de las preocupaciones, pensamientos e idiosincrasia de todas o casi todas las civilizaciones que han existido. Pero esta concepción un tanto filosófica requiere un esfuerzo y capacidad mental mayor de lo que a primera vista puede parecer. Así, el concepto de cero, de nada, implica una elevada capacidad de abstracción y cognición que el ser humano tarda años en lograr.
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