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7 estrategias para gestionar emocionalmente el no poder ir de vacaciones


Los periodos vacacionales son uno de los acontecimientos más esperados del año para muchas personas, pero desafortunadamente, esta realidad no siempre encaja con las responsabilidades vinculadas a ciertos modelos de trabajo y desempeño profesional. Por eso, no son pocos quienes no se pueden permitir irse de vacaciones cuando lo desearían, algo que puede producir no solo frustración y malestar subjetivo, sino también desgaste laboral y desmotivación.

Por eso deben ponerse en marcha una serie de estrategias psicológicas que nos ayuden a sobrellevar de la mejor manera posible las semanas en las que querríamos estar desconectando de todo en una playa, en ciudades lejanas o en plena naturaleza.

Consejos para afrontar y asimilar el no poder irte de vacaciones cuando quieres

A continuación presentamos una serie de consejos de gestión emocional enfocados a gestionar la frustración y la posible desmotivación surgida ante la imposibilidad de tener unas vacaciones como las que querrías disfrutar.

1. Concretar unas vacaciones futuras

Aunque no podamos irnos de vacaciones en el momento actual, resulta de gran ayuda programar unas vacaciones que nos permitan relajarnos y disfrutar, para dentro de unas semanas o meses.

No puedo cogerme vacaciones

Concretar el momento en el que podremos irnos de vacaciones en una fecha futura, nos permitirá tener una referencia temporal de la meta a la que tarde o temprano llegaremos, y que nos servirá como elemento motivador.

2. Workation

Explorar la posibilidad del workation (trabajar durante las vacaciones) es una práctica muy recomendables para trabajadores autónomos y nómadas digitales que deseen viajar a algún destino vacacional pero deben seguir trabajando.

El workation consiste fundamentalmente en irse a otra ciudad o país y trabajar desde allí durante unos días, para desconectar al menos parcialmente durante los períodos de tiempo libre de los que se puedan disfrutar.

Esta práctica resulta de gran eficacia, ya que nos permite aprovechar al máximo el tiempo libre tras el trabajo diario, y nos proporciona la posibilidad de conocer otras ciudades o países durante el tiempo en el que nos alojemos en dicho destino turístico.

3. Aprovechar las actividades en período vacacional

Durante las etapas en la que la mayoría de persona pide días de vacaciones se celebran muchas actividades culturales relacionadas con la música o el cine al aire libre, experiencias que podemos vivir de manera intensa una vez finalizada nuestra jornada de trabajo diaria incluso aunque nosotros no tengamos esos días libres. De este modo, nos desprenderemos de la idea de que no podemos disfrutar de ningún aspecto de la época vacacional, sin dejar que nos afecte una visión muy pesimista y dramática de lo que nos ocurre.

Para lograr compaginar dichas actividades con nuestras obligaciones laborales debemos mantener una correcta organización del tiempo en todo momento, que nos permita programar actividades de ocio posteriores.

4. Potenciar la optimización del tiempo

Si queremos aprovechar todas las oportunidades que nos brinda el horario de verano y las largas horas de las que disponemos antes de que anochezca; al optimizar nuestro tiempo de trabajo estaremos usando esa idea de que estamos en “época de vacaciones” para motivarnos a rendir mejor y terminar ante las tareas pendientes.

Terminando antes nuestra jornada laboral tendremos margen de maniobra para aprovechar el tiempo el resto del día y poder realizar todo tipo de actividades lúdicas o encuentros sociales con nuestros mejores amigos.

5. Cuestionar las expectativas vacacionales socialmente compartidas

La sociedad de consumo en la que vivimos fabrica una serie de expectativas y necesidades artificiales para vender sus productos al público general, y este fenómeno se usa también para vender destinos vacacionales determinados.

Los medios de comunicación, la publicidad y más recientemente las redes sociales contribuyen a exaltar modelos de ocio vacacional basados en destinos turísticos de costa masificados, en los que es necesario gastar una gran cantidad de dinero en compras constantes.

Cuestionar estas expectativas de ocio vacacional y huir de los modelos estereotípicos de vacaciones nos permitirá valorar otras formas de pasar nuestras vacaciones, por ejemplo, descubriendo nuevos lugares en nuestras ciudades o visitando pueblos cercanos con encanto, algo que se puede hacer en cualquier época del año.

6. Evitar las comparaciones

De la misma forma que puede sernos de gran ayuda cuestionar las expectativas de ocio vacacional de las sociedades de consumo modernas, también es altamente recomendable no comparar nuestras comparaciones con las de nadie más, sobre todo en la época del “postureo” en redes sociales.

El hecho de comparar nuestros planes de vacaciones con otras personas nos puede hacer sentir mal, ya que siempre habrá alguien que viva experiencias mucho más valoradas socialmente que nosotros.

7. Buscar tiempo para nosotros mismos

Las vacaciones de verano son un período muy necesario para descansar y es en estos meses cuando debemos compaginar el trabajo diario con el hecho de encontrar unas horas diariamente para poder descansar o realizar actividades placenteras.

Buscando un hueco diario para hacer todas aquellas cosas que más nos llenan y que nos hacen felices lograremos aumentar nuestro bienestar, nuestro buen humor y podremos recargar energías para nuestro trabajo.

Cualquier actividad que nos haga feliz puede ser buena para superar la frustración y lograr la felicidad en el período vacacional.

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