Cómo acostumbrarse a salir a correr: 10 consejos útiles
Los hábitos saludables vinculados al deporte y al ejercicio están al alcance de cualquier persona; es cuestión de proponerse introducir estos cambios en la rutina y encontrar esa actividad física que más se adapte a nuestros gustos.
En este artículo vamos a ver cómo acostumbrarse a salir a correr, rutina de ejercicio que puede mejorar nuestra calidad de vida de manera significativa. Daremos un repaso a algunos de los beneficios de esta actividad, y también compartiremos maneras para adoptarla como un hábito.
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¿Qué beneficios obtengo al salir a correr?
El ejercicio físico es fundamental para mantener la buena salud. Todos nosotros somos una combinación entre aspectos mentales y físicos, por lo que es necesario mantenernos activos y evitar el sedentarismo.
Cómo acostumbrarse a salir a correr es una duda frecuente entre muchas personas que tiene la intención de comenzar esta actividad pero no consiguen dar con el modo correcto. No basta únicamente con tener la intención de hacerlo, hace falta un método que contribuya a comprometerse con esta rutina de ejercicio.
Los beneficios de salir a correr pasan por el hecho de experimentar una considerable mejora en la capacidad respiratoria, en la salud de las articulaciones y músculos, además de la posibilidad de interactuar con otras personas que también tengan la misma afición.
A continuación vamos a ver de manera concreta cuáles son los principales beneficios de salir a correr al aire libre.
- Control del colesterol.
- Ayuda a bajar de peso sin perder masa muscular.
- Prevención de la osteoporosis.
- Fortalece y tonifica los músculos de las piernas.
- Mejora el ritmo sanguíneo.
- Ayuda a combatir el estrés y aporta mejoría del estado anímico.
Cómo acostumbrarse a salir a correr y convertirlo en un hábito
En las próximas líneas vamos a ver cómo podemos conseguir el hábito de salir a correr encontrando los métodos y la motivación adecuada.
1. Elige la ropa adecuada
El proceso de elegir la ropa adecuada para salir a correr es un factor más importante de lo que parece. Y es que cuando nos sentimos cómodos con el atuendo que usamos tenemos más ganas de realizar cualquier actividad, incluso aunque no nos demos cuenta de ello. Si la ropa es para una actividad en específico y se adapta a las necesidades concretas de este tipo de ejercicio, representa un incentivo extra para ponerse en acción.
2. Mejor el horario de la mañana
El horario puede adaptarse dependiendo del calendario particular de cada persona, pero es recomendable que salgamos a correr por las mañanas, en vista de que en esta fase del día nuestro cuerpo se activa más para pasar el resto del día. Esto contribuye a que rindamos más y tardemos más en cansarnos, con el consiguiente reforzamiento de nuestra motivación. Indirectamente, ayuda a que nos comprometamos con el hábito de salir a correr.
3. Come bien
Si pretendemos hacer del running una actividad recurrente en nuestras vidas, debemos incorporar otros hábitos saludables a nuestro estilo de vida que permitan mantenerla. El comer bien es uno de los más importantes.
Cuando tenemos una buena dieta, balanceada entre macronutrientes y vitaminas, nuestro cuerpo tiene las fuentes de energía necesarias para realizar actividades físicas sin sufrir desgaste.
4. Haz estiramientos en casa
El estiramiento es indispensable para comenzar cualquier actividad física evitando lesiones. Cuando tenemos planeado comenzar a salir a correr a menudo, podemos comenzar por estirarnos previamente a la carrera. De este modo estamos enviando un mensaje a nuestro cerebro de que la actividad física se va a iniciar, y las probabilidades de que terminemos estando muy doloridos se reducirán.
5. Lleva un control médico
Si vamos a acostumbrarnos a salir a correr, también deberíamos tener pensado iniciar un control con un médico. Pasar por una revisión cada tanto es buena manera de comprobar si nuestra salud ha mejorado desde que iniciamos esta etapa de entrenamientos, o si han surgido complicaciones. Lo primero, además, ayuda a motivarnos para salir a correr más veces.
6. Recuerda el calentamiento
No es lo mismo estirar que calentar; el estiramiento consiste en mover los músculos de manera tal que estos se estiren, haciendo énfasis en la zona que vamos a trabajar. El calentamiento, por otro lado, se basa en realizar actividades físicas con poca intensidad para que nuestro cuerpo vaya asimilando lo que viene.
Lo ideal sería hacer una sesión de trotes estáticos en casa antes de salir a trotar al aire libre, durante unos 10 minutos, y luego comenzar la carrera con una intensidad moderada de manera tal que los primeros minutos sirvan como calentamiento para la carrera.
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7. Encuentra tu propio ritmo
Evita tratar de copiar el ritmo o la rutina de otras personas, enfócate en ti. Si al comienzo solo aguantas unos minutos de carrera antes de tener que parar a descansar, que no te desanime esa circunstancia, poco a poco irás ganando resistencia. Simplemente debes mantenerte constante en el proceso; no dejes que la falta de costumbre del principio te desmotive; pronto verás cambios a mejor.
8. Ponte un horario concreto y persiste
Para que pueda hacerse un hábito de cualquier cosa, es necesario realizar la actividad un mínimo de veces, aproximadamente durante 25 días. Por ello, ten en cuenta que antes de que salir a correr se te de cómo algo natural, tendrás que pasar por un proceso de creación del hábito durante algunos días.
En esta etapa hay que acostumbrarse a comprometerse con la tarea, y más adelante ya no costará tanto esfuerzo motivarse. Para facilitar las cosas, ponte un horario de antemano; uno que sea realista y encaje con tus actividades semanales.
Algo que ayuda mucho a lograr adoptar hábitos adecuados es lo que se conoce como desencadenantes de la acción. Consisten en tener en cuenta referencias espacio-temporales como señal de que debes realizar automáticamente cierta tarea. Por ejemplo: "cuando haya vuelto del trabajo y esté en el recibidor de casa, me pondré la ropa de deporte y saldré a la calle otra vez".
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9. Sal a correr en grupo
Encontrar un grupo de personas que tengan la misma motivación que nosotros es una manera de incentivar la creación de un hábito de este tipo.
Somos seres gregarios y disfrutamos más hacer cosas cuando tenemos alguien con quien compartir las experiencias. Además, el hecho de ver los progresos de los demás nos motiva a seguir, inspirándonos en su ejemplo. De este modo, estarás creando un contexto de actividad deportiva en el que el riesgo de que tires la toalla quedará minimizado.
10. Supera las excusas
Es común que antes de comenzar con una actividad nueva experimentemos una serie de pensamientos limitantes e involuntarios, que se presentan junto a ciertas excusas fabricadas por nosotros mismos y que por lo general evitan que podamos iniciar nuestras salidas a correr.
Ten en cuenta que esos pensamientos solamente existen para darte pretextos que te permitan permanecer en tu zona de confort. Lo ideal es entender que se tratan de aspectos inconscientes de nuestra persona que no tienen ningún tipo de control real sobre nosotros, a menos que lo permitamos.