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​La psicología del geek, en 6 características básicas


Hippies, góticos, otakus, punks, heavies, nerds, geeks, millennials… Todos estos términos y palabras suenan con relativa frecuencia en los últimos tiempos. Se trata de diferentes culturas o tribus urbanas. Este concepto relacionado con los fenómenos sociales hace referencia a una agrupación de personas en la que se desarrolla un conjunto distintivo de creencias y conductas que les diferencia del resto de miembros de la misma sociedad.

Una tribu urbana es una manera de expresión cultural y social que presentan un conjunto de individuos de una misma sociedad, siendo esta cultura elegida y modulada por los sujetos que la conforman según su contexto y manera de vivir. Algunas se forman alrededor de un estilo o gusto musical, otras alrededor de una ideología y existen también vinculadas a la existencia de una afición común.

Una de estas subculturas, culturas urbanas o tribus urbanas, que en la actualidad gozan de una popularidad creciente es la cultura geek. Pero… ¿existen características psicológicas que definan a este colectivo?

¿Qué se entiende por geek?

Proveniente del inglés desde un periodo en que suponía una etiqueta con carga peyorativa, la palabra “geek” hace referencia a aquella persona que presenta un elevado nivel de atracción y fascinación con todo lo relacionado con las tecnologías, ocio electrónico y ciencia ficción. Hay una elevada heterogeneidad dentro de esta categoría, siendo el denominador común el interés por la tecnología.

Dentro de este grupo podríamos por ejemplo encontrar a los hackers, sujetos con gran afición a los gadgets, a algunos fans de la ciencia-ficción y fantasía o a individuos con un alto interés en el ocio electrónico (estos últimos más bien conocidos como gamers en la actualidad).

Si bien como se ha dicho en un primer momento el término geek tenía connotaciones negativas, en la actualidad este concepto es visto cada vez con mayor aceptación y reconocimiento por parte de la sociedad, siendo bastante bien valorada su cultura y habiéndose establecido incluso un “Día del Orgullo Geek”.

Pero ¿qué características suele poseer alguien catalogado dentro de esta tribu urbana?

Entrando en la mente del geek

Se han realizado diversos estudios que han intentado analizar las características de los miembros de las distintas subculturas y su personalidad distintiva. En lo que respecta a la cultura geek, algunos de los resultados reflejados por estos estudios (destacando el de McCain, Gentile y Campbell) son los siguientes:

1. Interés por las tecnologías

El interés por las tecnologías y su funcionamiento es, como se ha dicho anteriormente, el punto en común de los diferentes tipos de sujetos denominados como geeks.

2. Neofilia

Muchos de los denominados (y autodenominados) geeks presentan lo que se conoce como neofilia, es decir una fuerte atracción y afinidad hacia la (especialmente la tecnológica). Ello supone un cierto nivel de rechazo a lo rutinario y una cierta capacidad de adaptación a los cambios.

3. Desencanto político

Diversos estudios con numerosos voluntarios reflejan que un gran número de individuos catalogados dentro de esta cultura urbana sienten aversión hacia lo político. Es decir, tienden a no sentirse cómodos, ignorados y no representados por los órganos políticos. Asimismo, esto los induce a una mayor participación en asociaciones cívicas apolíticas.

4. Creatividad y apertura a la experiencia

Algunos estudios realizados respecto al nivel de creatividad de los miembros de esta subcultura parecen indicar que los geeks tienden a realizar un mayor número de proyectos creativos, tanto a nivel laboral como de ocio, que la media. Un ejemplo de ello es el colectivo de los hackers, los cuales manifiestan una elevada capacidad para encontrar y crear nuevos métodos y mecanismos en el mundo de la informática.

5. Apertura a la experiencia y extraversión

Si bien la imagen estereotipada de los geeks parece reflejar a personas introvertidas y con poco contacto social, los estudios llevados a cabo indican más bien lo contrario, correlacionando los datos obtenidos mediante estudio con niveles medios y moderados de extraversión

Tal vez el tópico sea debido a la mala consideración social que se tenía de este colectivo cuando se gestó el concepto geek, algo que pudo conducir a su rechazo social y, por consiguiente, a que las personas etiquetadas con este término adoptasen una actitud a la defensiva a partir de sus experiencias pasadas. De este modo, la actual consideración positiva de este colectivo facilita que sus vinculaciones sociales sean mayores y de más calidad.

6. Relativa tendencia a la depresión y/o grandiosidad

Los individuos estudiados también presentaban una propensión a estados y trastornos de tipo depresivo, manifestando niveles bajos de autoestima. Sin embargo, un porcentaje moderado de individuos que se sentían atraídos por la cultura geek mostró puntuaciones elevadas en características que hacían pensar en la existencia de un cierto nivel de narcisismo.

Consideraciones finales: los riesgos del etiquetado

Si bien muchas personas valoran positivamente ser catalogadas dentro de esta y otras subculturas, hay que tener muy en cuenta los riesgos e la utilización excesiva de etiquetas; el hecho de categorizar a las personas en función de sus gustos o características puede inducir diversas problemáticas. Ser incluido dentro de un colectivo concreto supone que se va a tender a asumir la presencia de determinadas características personales que pueden o no poseerse, y suponer asimismo un problema de cara a vincularse a personas externas al propio grupo.

Además, si bien la percepción social actual de lo que se entiende por geek es aceptablemente buena, no deja de ser cierto que hasta la década de los noventa el término era empleado de manera peyorativa, suponiendo la existencia de ciertos prejuicios (algunos de los cuales aún hoy en día se mantienen de forma latente) que en ciertas situaciones podían perjudicar los individuos considerados como tales.

Ser etiquetado dentro de un colectivo puede contribuir en el proceso de formación de una identidad, y supone el riesgo de que la etiqueta no se ajuste a nuestras características, pudiendo conllevar autocensura para ajustarse al endogrupo y el establecimiento de relaciones competitivas con otras categorías sociales.

Tanto a la hora de identificarse con un grupo como a la hora de intentar catalogar a las demás personas, se ha de evitar caer en juicios estereotipados y/o prejuiciosos que pueden acarrear graves consecuencias sobre el sujeto etiquetado y/o el grupo social en el que se cataloga.

Referencias bibliográficas:

  • Arnold D. O. (1970). Subcultures. The Glendessary Press, Berkeley.
  • Bell, D. (2001). An introduction to cybercultures, Routledge, Londra.
  • Konzack, L. (2006).Geek Culture: The 3rd Counter-Culture. Consultado el 25 de mayo de 2015.
  • Thornton, S. (1995). Club cultures. Music, media and subcultural capital, Wesleyan University Press, Hanover.