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Teoría asociacionista de la creatividad


El asociacionismo fue en sus inicios un planteamiento filosófico que afirmaba que el pensamiento humano operaba asociando un estado con otros estados sucesores.

Los asociacionistas británicos, entre los que destacan John Locke y David Hume, defendían que este principio de asociación se aplicaba a todos los procesos mentales y que las ideas se asociaban en la mente siguiendo a ciertas leyes, entre las que destacaban la ley de continuidad y la ley de semejanza.

¿De qué manera se asocia este concepto con los procesos creativos? Para ello debemos examinar la teoría asociacionista de la creatividad.

Las ideas de Sarnoff Mednick

La ley de la continuidad postula que las ideas que se han experimentado juntas tienden a aparecer juntas en nuestra mente (por ejemplo, cuando una situación nos evoca algún sentimiento o el recuerdo de una persona).

La ley de semejanza, por su parte, sostiene que los contenidos psíquicos que tienen similitud tienden a manifestarse juntos en nuestro pensamiento (por ejemplo, cuando una foto de alguien nos evoca rasgos de su personalidad).

En 1962, Sarnoff Mednick publicó su teoría asociativa del proceso creativo, en la que defendía que el pensamiento creativo era el proceso por el cual elementos dispares se unen en nuevas combinaciones para elaborar una propuesta útil para el individuo o la sociedad. La combinación de los elementos más remotos se considera más creativa que la combinación de elementos más similares.

Serendipia, similitud y meditación

Mednick planteó que el individuo puede producir soluciones creativas a través de uno de tres procesos: serendipia, similitud, o meditación. La serendipia sería un proceso de asociación accidental, la similitud lo sería por evocación entre dos elementos y la meditación produciría evocación al presentarse tres o más elementos.

Este autor también identificó distintas variables, sobre todo diferencialistas, que podrían contribuir a incrementar la probabilidad de que se llegue a una solución creativa o de se haga una asociación novedosa. De este modo se creó una base para el estudio psicológico de lo creativo desde una teoría asociacionista de la creatividad.

El Test de Asociaciones Remotas

Al parecer, una de las ventajas de la teoría de la asociación aplicada a la creatividad es que podría ponerse a prueba. En 1967, Mednick operacionalizó la definición asociativa de la creatividad mediante el Test de Asociaciones Remotas (RAT), que es un instrumento muy aplicado en la investigación sobre pensamiento creativo, incluso en la actualidad.

En su estudio, el equipo de Mednick informaró de los altos valores de fiabilidad del RAT, así como de una correlación positiva entre altas puntuaciones en RAT y alta flexibilidad mental, mientras que bajas puntuaciones en RAT se relacionaban con individuos altamente dogmáticos. Posteriores estudios han encontrado alta correlación con la Creativity Rating Scale (CRS), mientras que no parece haber correlación entre el RAT y el Miller Analogy Test (MAT) ni con el Grade Point Average (GPA).

Las críticas al test de creatividad

A pesar del intensivo uso del RAT en el estudio de la creatividad, el instrumento no ha estado exento de críticas. Una de ellas se orienta a que se omite el efecto que puede tener la motivación del individuo en la puntuación, así como otros factores intrínsecos a la persona, tales como sus experiencias pasadas. También se ha encontrado que una alta puntuación en RAT se relaciona significativamente con otras variables cognitivas como la capacidad verbal.

Igualmente, la teoría asociativa en su conjunto también presenta detractores. Entre ellos está Daniel Fasko, quien argumenta que la teoría asociativa de la creatividad es demasiado simplista para abordar la complejidad de este fenómeno psicológico.

Alexander Bain y el concepto de incubación

Una de las propuestas sobre la creatividad que ha nacido del asociacionismo es la idea de incubación que propuso Alexander Bain.

Este autor propone que la incubación tiene lugar cuando las nuevas combinaciones de elementos emergen de las ideas que ya existen en la mente del individuo. Desde esta perspectiva, la creación desde la nada sería imposible, pues la creación se entiende como un acto de combinar, de forma novedosa, el sustrato almacenado en la mente de los individuos.

El aprendizaje incidental

Otros autores apuntan hacia la importancia que tiene el proceso de formación, retención y empleo de asociaciones no solo para la creatividad, sino también para el aprendizaje incidental, entendiéndose por aprendizaje incidental una situación en la cual ideas o relaciones aparentemente irrelevantes tienden a asociarse posteriormente generando un cambio en el conocimiento del individuo y/o en su conducta.

En este sentido, se entiende que un individuo creativo exhibirá mejor aprendizaje incidental.

Para explicar la posible conexión entre creatividad y aprendizaje incidental, se han planteado dos hipótesis: (a) un individuo altamente creativo tiene mayor sensibilidad perceptual para los estímulos aparentemente irrelevantes; y (b) la persona altamente creativa puede retener mejor el estímulo y hacerlo más accesible con posterioridad, con el propósito de emplear la información en una tarea de aprendizaje incidental (Laughlin, 1967).

El pensamiento creativo visto desde el asociacionismo

En resumen, desde la perspectiva del asociacionismo, el pensamiento creativo es el resultado de un proceso mental en el que elementos dispares se unen de manera novedosa dando como resultado una propuesta útil al individuo o al entorno, o resolviendo algún problema.

Según los asociacionistas, las ideas conducen sucesivamente a otras ideas y este continuo de conexiones constituiría el funcionamiento general de la mente.

Desde esta perspectiva, cualquier teoría asociativa sobre la creatividad se centrará en analizar las formas en que se pueden generar dichas ideas y en cómo estas ideas se vinculan entre sí en nuestra mente.

En la actualidad, hay consenso en cuanto a que ampliar el número de opciones o de elementos, para que se puedan generar gran variedad de asociaciones, facilita la creatividad. De hecho, muchas de las teorías actuales de la creatividad sitúan la clave del proceso creativo, precisamente, en la asociación de ideas que propuso Mednick.