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Los 3 tipos de conformidad que nos afectan en el día a día


La conformidad es la tendencia que nos lleva a modificar actitudes y comportamientos como estrategia de reconocimiento de un grupo minoritario ante el grupo mayoritario. En otras palabras, es una práctica que nos ayuda a mantener el autoconcepto y las relaciones interpersonales en un nivel aceptable de estabilidad.

Paradójicamente, el término “conformidad” puede comprenderse como sumisión, resignación y amoldamiento; o bien, como aprobación, armonía y acuerdo. Esto quiere decir que se trata de un proceso complejo en el que podemos identificar distintos matices y expresiones.

En este artículo veremos qué es la conformidad según algunas propuestas clásicas de la psicología social, y qué tipos de conformidad son los más comunes.

¿Qué es la conformidad?

Algo que la psicología social ha estudiado desde hace mucho tiempo, es por qué algunos grupos o miembros de un grupo tienden a modificar de manera importante sus opiniones, expectativas o conductas, ante otros miembros del mismo grupo.

De ahí han surgido conceptos como influencia social, obediencia y conformidad. Esta última es el grado en el que unos miembros de un grupo modifican su comportamiento, opiniones o actitudes, para evitar ser rechazados por los otros miembros del grupo. Es decir, la modificación del comportamiento sirve para que el grupo minoritario o un individuo específico pueda actuar según las normas sociales del mayoritario.

La conformidad entonces no es únicamente un proceso social (no sólo está determinado por el grupo mayoritario al que queremos pertenecer), ni tampoco es solo un proceso únicamente psicológico (no solo tiene que ver con la actitud individual).

Se trata de un proceso psicosocial, porque nuestra actitud, comportamiento y opiniones se modifican en base a las relaciones que entablamos con los demás, lo cual hace posible que el grupo social se genere.

En suma, la conformidad consiste en modificar la propia conducta en dirección a las conductas, emociones u opiniones de la mayoría, como una forma de defendernos ante su posible rechazo; lo que a su vez, tiene que ver con las relaciones de autoridad y poder que se establecen entre mayoría y minoría.

Tipos de conformidad

Entre otras cosas, las teorías sobre la conformidad dejan ver la necesidad que tenemos de relacionarnos. Hacen visible la interdependencia que nos caracteriza como seres humanos; interdependencia que en ocasiones se transforma en una obediencia pública que se prioriza a la aceptación privada o individual.

Herbert Kelman es un intelectual austriaco que ha contribuido de manera muy importante a la psicología social y a los estudios sobre la conformidad, la obediencia y la influencia social. A mediados del siglo XX desarrolló tres tipos de conformidad que han seguido vigentes en gran parte de los estudios sobre el tema.

1. Cumplimiento

La palabra “cumplimiento” viene de “cumplir” que significa ejecutar en función de una expectativa. En el caso de la conformidad por cumplimiento, suele pasar que la persona se muestra de acuerdo con la opinión del grupo, manteniendo para sí misma las opiniones propias.

En este caso se ve claramente la división entre el espacio público y privado: la persona defiende las opiniones de la mayoría cuando se encuentra ante el público, aunque en privado mantiene sus propios juicios.

La principal motivación en este caso es la necesidad de ser aprobado y el miedo a ser rechazado por la el grupo mayoritario.

2. Identificación

La identificación es un proceso psicológico mediante el que una persona asimila y adopta ciertas características de un modelo externo, que puede ser un grupo o un individuo.

En este sentido, la conformidad por identificación es cuando la persona se muestra de acuerdo con la opinión de la mayoría, pero solo lo hace cuando se percibe como miembro competente del grupo.

En otras palabras, se origina conforme un individuo está vinculado afectivamente con un modelo por el cual se siente admiración o respeto. Puede ser un ser querido, o alguien a quien reconocemos como una autoridad competente.

En este caso, la motivación principal es la propia fuente (el modelo) y la fascinación que provoca. Esta fascinación conecta directamente con nuestro imaginario sobre el modelo, con lo cual suele ser un tipo de conformidad más profunda y más difícil de reconocer.

3. Internalización

La internalización es un proceso en el que la identificación con el modelo de referencia, o la norma, se interioriza, es decir, se vuelve parte fundamental de nuestra propia persona. El caso de la conformidad por internalización es cuando la persona se mantiene de acuerdo con la opinión de la mayoría incluso después de haber abandonado el grupo.

En este caso el espacio público y el privado se mezclan: la persona acepta la creencia, actitud o comportamiento en los dos ámbitos, con lo cual, se trata también de una conformidad a largo plazo.

Esta suele ser la más profunda. Está motivada principalmente porque el riesgo de rechazo implica un malestar importante, es decir, surge ante el reconocimiento afectivo de que es más fácil corresponderse con el grupo, a pensar o sentir que estamos teniendo las acciones o respuestas incorrectas. En este caso conectan una dimensión afectiva y motivacional (el miedo al rechazo) con una dimensión cognitiva (no querer estar equivocados).

Otras propuestas

Sin desestimar los aportes de Kelman, la psicología social ha continuado estudiando y desarrollando teorías sobre la conformidad. Por ejemplo, suelen ser muy populares en los años recientes los conceptos de “influencia social informativa” y la “influencia social normativa”, que se corresponden con el número 1 y 3 de los que presentamos anteriormente.