Cultura empresarial: qué es, tipos, y partes que la forman
El ámbito de la empresa y de las organizaciones está en constante evolución. La psicología social y de las organizaciones, entre otras cosas, se encarga de estudiar todos estos cambios. Un fenómeno importante dentro de este ámbito es la cultura empresarial, que consiste en el conjunto de valores y conductas que definen una empresa.
En este artículo conoceremos qué es exactamente la cultura empresarial, qué componentes la forman, qué tipos existen, cómo se transmite entre los trabajadores y qué elementos hacen falta para que se produzca un cambio cultural en las organizaciones, un proceso que muchas veces es necesario para seguir creciendo.
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Cultura empresarial: ¿qué es?
La cultura empresarial se puede definir como la personalidad de una empresa. Recoge todos aquellos valores, procesos, conocimientos, técnicas, actitudes y políticas que la empresa considera como definitorias e identitarias de la propia organización. Se trata, en cierta manera, de la “filosofía” de la empresa.
Todos estos elementos permiten la consecución de los objetivos de la empresa, y muchos expertos consideran la cultura empresarial como “el ADN de la empresa”, ya que en ella se encuentra, como decíamos, la identidad de la misma.
En la actualidad, cada vez más empresas, directivos y profesionales consideran la cultura empresarial como la parte más importante para que una empresa funcione, incluso más allá de su estrategia o modelo operativo.
Es por ello que ahora más empresas optan por definir una buena cultura empresarial, que se conozca, acepte y comparta por todos sus trabajadores y cargos. El objetivo de una buena cultura empresarial es que todos los miembros de la empresa la sientan como propia y compartan los valores de la misma.
Tipos
Podemos hablar de dos grandes tipos de cultura empresarial, aunque existen más: la cultura fuerte y la débil.
En la fuerte, la cultura empresarial se acepta y es seguida con determinación por parte de la los trabajadores; en la débil, en cambio, los trabajadores no asumen la cultura empresarial que propone la organización (sus valores, normas, conductas…). De hecho, perciben estos elementos como impuestos.
Cambio de cultura
En ocasiones, muchas empresas se ven obligadas a realizar un cambio de cultura empresarial. Pero, ¿cuándo ocurre eso? Cuando la conducta y los valores de la organización ya no sirven para lograr sus objetivos.
Así, la cultura empresarial tiene que estar siempre actualizada, en constante evolución. Más adelante veremos qué elementos se necesitan para producir un cambio de cultura empresarial.
¿Cómo se transmite?
La cultura empresarial se transmite principalmente a través de la comunicación organizacional. Existen diferentes tipos de comunicación organizacional (formal, informal, ascendente, descendente…) que posibilita múltiples formas de interacción social y de transmisión de la información. Estas interacciones permitirán que la cultura empresarial se conozca y se reproduzca.
De esta manera, cuando una persona nueva entra a formar parte de una empresa, lo más normal es que aprenda el lenguaje y la conducta apropiada dentro del grupo de compañeros de trabajo, escuchando las historias y “leyendas” de la empresa y observando los ritos y rituales de la organización.
Todo esto (el lenguaje, la conducta, los ritos…) también forma parte de la cultura empresarial, y es lo que la persona irá conociendo y asumiendo a lo largo de su paso por la empresa y del desarrollo de su trabajo en ella. Es por ello que lo ideal es que se fomente este conocimiento, para que el trabajador acabe formando parte real de la empresa.
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Componentes
Existen diversos elementos que forman la cultura empresarial, y varios expertos han realizado diferentes propuestas en relación a ellos. Vamos a conocer dos propuestas:
1. Propuesta de Edgar Shein
Edgar Shein, psicólogo social y autor de Organizational Culture and Leadership, propone tres elementos que configuran toda cultura empresarial:
1.1. Supuestos inconscientes
Estos engloban el cómo las personas y los trabajadores ven la empresa desde fuera (y desde dentro), qué opinan de ella, qué creencias tienen, etc.
1.2. Valores
Están formados por las normas que deben guiar el comportamiento de los trabajadores, así como sus principios y modelos a seguir.
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1.3. Artefactos
El tercer componente de toda cultura empresarial, según Shein, serían los artefactos, es decir, los resultados que la empresa obtiene a través de sus acciones.
2. Propuesta de Stephen Robbins
Stephen Robbins, escritor y autor de obras como Comportamiento Organizacional, propone otros 7 elementos como integrantes de toda cultura empresarial:
2.1. Autonomia individual
Consiste en el nivel de independencia y participación que tiene la propia empresa.
2.2. Estructura
La estructura recoge las normas que rigen el comportamiento de los trabajadores y las reglas que definen cómo funciona la empresa. También incluye el grado de control que se ejerce para asegurarse de que se cumplen las normas.
2.3. Apoyo
Se trata del apoyo y la ayuda que se proporcionan entre ellos los trabajadores y sus superiores, e incluye el tipo de relación que mantienen.
2.4. Identidad
La identidad como parte de la cultura empresarial hace alusión al hecho de sentirse parte de la empresa (es un sentido de pertenencia a la misma). Es la manera en que los trabajadores perciben la empresa en su totalidad y no de forma fragmentada.
2.5. Reconocimiento
El reconocimiento tiene que ver con las recompensas o el refuerzo positivo que reciben los empleados por el trabajo bien hecho y por sus aportaciones a la empresa, por parte de la organización.
2.6. Tolerancia al conflicto
Hace referencia a la capacidad que tiene la empresa de hacer frente a los obstáculos y a las dificultades que se presenten en la consecución de sus objetivos.
2.7. Tolerancia al riesgo
El último componente de la cultura empresarial que propone S. Robbins es la tolerancia al riesgo, concepto que hace alusión a la creatividad y a la innovación, aspectos muy positivos de implementar en la empresa.
Cambio de cultura empresarial
Como hemos mencionado al inicio del artículo, a veces las empresas necesitan realizar un cambio cultural, porque su sistema actual no funciona. Existen 4 rasgos que facilitan y posibilitan dicho proceso de cambio de cultura empresarial u organizativa. Estos rasgos o condiciones son las siguientes:
1. Líder fuerte
Es imprescindible un líder fuerte que pueda iniciar y mantener el cambio empresarial. Los líderes son figuras clave en todo proceso de cambio, que aportan ideas y dirigen a un equipo a través de la motivación, la ilusión y la experiencia.
2. Visión de lo que hay que hacer
Otra condición que se necesita para producir un cambio cultural en la empresa es una visión de lo que se necesita hacer para lograr dicho cambio. Esta visión implica la creencia de cómo será la nueva cultura, y debe estar bien definida.
3. Nuevos procedimientos de trabajo
También es necesario el desarrollo de nuevos procedimientos de trabajo que ayuden a romper la fidelidad con los viejos valores, y a instaurar los nuevos.
4. Organización abierta
Finalmente, una organización abierta al aprendizaje, adaptable a los cambios y en constante crecimiento, permitirá realizar con éxito ese cambio de cultura empresarial que la organización necesitaba para seguir creciendo.