Los 23 tipos de costes en una empresa: ¿cómo se clasifican y cuáles son?
Son muchos los diferentes tipos de costes en una empresa. En base al criterio que se use, la actividad económica que se analice y el tipo de nivel que se esté teniendo en cuenta podemos hablar de muchos tipos de costos distintos.
Sean cuales sean en toda organización se deben tener en cuenta y saber los tipos de costes que pueden darse en el seno de su institución, para así preverlos, tenerlos bien registrados y, en la medida que se pueda, reducir los costes e incrementar los beneficios.
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Tipos de costes en una empresa según la función en la que se incurren
Los tipos de costes en una empresa son muy variados y su categorización depende de varios aspectos a ser tenidos en cuenta, además del criterio que se use. A continuación vamos a ver estos criterios además de cada una de las categorías dentro de ellos.
De acuerdo con la función en la que se incurren, podemos hablar de costes de producción, de distribución o venta, de administración y financieros.
Costes de producción
Los costes de producción son aquellos derivados del proceso en el que se transforma una materia prima en un producto elaborado. Dentro de ellos podemos encontrar los tres siguientes subtipos:
1. Costes de materia prima
Los costes de materia prima son aquellos directamente relacionados con el coste de los materiales integrados al producto, es decir, lo que físicamente cuesta el producto. Por ejemplo, sería lo que cuesta la madera que conforma una mesa, la malta de la cerveza o la arcilla de una pieza de cerámica.
2. Costes de mano de obra
Los costes de mano de obra son aquellos derivados de la intervención directa en la transformación de la materia en un producto manufacturado.
Por ejemplo, serían costes de mano de obra el sueldo del carpintero que ha hecho una mesa, el agricultor que ha recogido la malta, el minero que obtiene la arcilla.
3. Gastos indirectos de fabricación
Los gastos indirectos de fabricación son gastos asociados a la producción que se dan durante la transformación de la materia prima en un producto pero no se derivan directamente de la mano de obra. Entre ellos podríamos encontrar el sueldo de los supervisores de los artesanos, el mantenimiento, el consumo energético, la depreciación...
Son muchos los costes que se pueden dar en una fábrica o en la cadena de producción que son indirectos para la elaboración de un producto o el ofrecimiento de un servicio que no dependen de la materia prima ni de la mano de obra directas.
Costes de distribución o venta
Los costes de distribución o venta son los que incurren en el área que se encarga de llevar los productos terminados desde el lugar de producción hasta el consumidor. También son los que se relacionan con la promoción y la venta del producto o servicio, como pueden ser la publicidad, las comisiones, el abastecimiento en establecimientos donde se venden...
Costes de administración
Los costes de administración son los que, como su propio nombre indica, se originan por la actividad administrativa de la empresa. Se relacionan directamente con la dirección y el manejo de las operaciones generales de la empresa, entre los cuales podemos encontrar los sueldos, el gasto telefónico, las oficinas generales, los servicios de comunicación dentro de la organización...
Costes financieros
Los costes financieros son los que se originan por la obtención de recursos ajenos que la empresa necesita para su desarrollo. En ellos se incluye el coste de los intereses que la compañía debe pagar por los préstamos, así como el coste de otorgar crédito a los clientes.
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Tipos de costes según su identificación con una actividad, departamento o producto
Dentro de esta clasificación encontramos los costes directos y los costes indirectos.
Costes directos
Los costes directos son los que se pueden identificar o cuantificar con los productos finalizados o áreas específicas. Son aquellos que la gerencia es capaz de asociar con los servicios o artículos dados. Entre ellos encontraríamos también el sueldo correspondiente a la secretaria del director de ventas, el coste de la materia prima, el coste de la mano de obra...
Costes indirectos
A diferencia de los costes directos, los indirectos son aquellos que no se pueden identificar o cuantificar plenamente con los productos terminados o las áreas específicas. Un ejemplo de coste indirecto es la depreciación de la maquinaria o el sueldo del director de producción con respeto al producto.
Algunos costes son duales, en el sentido que son directos e indirectos a la vez. Un caso de ello es el sueldo del gerente de producción que es directo para los costes del área de producción, pero indirecto para el producto. Definir si un coste es directo o indirecto depende bastante de la actividad que se esté analizando.
Según el tiempo en que se calcularon
Dentro de este criterio encontramos costes históricos y costes predeterminados.
Costes históricos
Los costes históricos, también denominados como costes reales, son aquellos que se dan después de que el producto haya sido manufacturado. Este tipo de costes indican lo que ha costado producir un determinado bien o servicio. Los costes históricos son los que se utilizan a la hora de preparar los estados financieros externos.
Costes predeterminados
Los costes predeterminados son aquellos que se calculan antes o durante la producción de un determinado artículo o servicio en forma estimada o aplicando el coste estándar.
1. Costes estimados
Decimos que un coste es estimado cuando se calcula sobre ciertas bases empíricas pero sigue siendo aproximado. Es decir, es una previsión o pronóstico del valor y la cantidad de los costes que se van a dar durante la producción del producto o la oferta de un servicio.
2. Costes estándar
Los costes estándar son aquellos que se efectúan con base generalmente científica sobre cada uno de los elementos del coste de un determinado artículo o servicio. Es el cálculo que se cree exacto de lo que debería costar un producto o servicio en su producción u ofrecimiento, siempre y cuando no se dé ninguna sorpresa y en base a cómo ha sido la producción hasta ese momento.
Según el tiempo en que se cargan a los ingresos
Dentro de este criterio encontramos los costes del productos y de periodo
Costes del producto
Los costes del producto, como su propio nombre indica, hace referencia a aquellos que se han dado como consecuencia de la producción y venta del producto, sin importar el tipo de venta.
Costes de periodo
Los costes de periodo son aquellos que se dan durante un determinado lapso de tiempo. Pueden ser diarios, semanales, quincenales y, como máximo, mensuales. Por ejemplo, puede ser que la empresa esté ocupando unas oficinas de alquiler cuyo coste se lleva en un periodo concreto (normalmente al mes) y que es independiente de cuantos productos o servicios ofrezca la empresa.
Según el control que se tenga sobre su ocurrencia
Aquí encontramos los costes controlables y los costes no controlables.
Costes controlables
Los costes controlables son aquellos que una o varias personas tienen autoridad para realizarlos. Por ejemplo, los sueldos de los directores de ventas son costes controlables por su nivel inmediatamente superior, el director general de ventas. Otro ejemplo es el sueldo de la secretaría que depende directamente de lo que decida su jefe.
Realmente, la mayoría de los costes de una empresa, especialmente los sueldos, son controlables en uno u otro nivel de la organización. En los niveles más bajos este aspecto es mucho menos controlable, mientras que a niveles superiores es casi al máximo. El director de toda la organización puede influir en el salario de todos sus trabajadores, mientras que el escalafón más bajo no lo es ni del suyo propio.
No se debe pensar que los costes controlables son iguales a los costes directos. Por ejemplo, el sueldo de un director de producción es directo con respecto a su área, pero no es controlable por él. Estos costes son los que se usan para diseñar la contabilidad por áreas de responsabilidad o cualquier otro sistema de control administrativo.
Costes no controlables
En algunas ocasiones no se tiene autoridad sobre los costes que se manejan. Un ejemplo de ello es la depreciación del equipo para el supervisor, ya que tal gasto suele ser una decisión tomada por la alta gerencia.
Según su comportamiento
En este criterio encontramos los costes fijos, los costes variables, y los costes mixtos.
Costes fijos
Los costes fijos son aquellos que no sufren alteración alguna con el paso del tiempo, siendo constantes aún cuando se dan grandes fluctuaciones en términos de producción u otros aspectos. Entre los costes fijos tenemos aspectos como el pago del alquiler de la fábrica, la depreciación de bienes de uso en línea recta o por coeficientes, el sueldo del contador de costes, seguros, sueldos, el salario de los guardias de seguridad…
Suelen ser aquellos gastos necesarios para sostener la estructura de la empresa y que se realizan periódicamente. Dentro de los costes fijos podemos encontrar:
1. Costes fijos discrecionales
Los costes fijos discrecionales son los susceptibles a ser modificados en algún momento, como lo son los sueldos de los trabajadores, el alquiler del edificio, el propio proceso de producción...
2. costes fijos comprometidos
Los costes fijos comprometidos, también denominados sumergidos, son aquellos que no se ven modificados por nada. Un ejemplo de ello sería la depreciación de la maquinaria.
Costes variables
Los costes variables son aquellos cuya magnitud cambia en razón directa al volumen de las operaciones que se realicen en el seno de la empresa. Dicha actividad puede ser referida a la producción o a las ventas. Por ejemplo, el gasto en materia prima cambia tanto por las variaciones en su valor como en la cantidad que se requiere a medida que se incrementa la producción.
Costes mixtos
Como su propio nombre viene a sugerir los costes mixtos tienen las características propias de los fijos y de los variables a lo largo de varios rangos relevantes de las operaciones.
1. Coste semivariable
La parte fija de un coste semivariable usualmente representa un cargo mínimo al hacer un determinado producto u ofrecer un servicio. Su parte variable es el coste cargado por usar realmente el servicio.
Por ejemplo, en la mayor parte de los cargos por servicios telefónicos constan dos elementos: el cargo fijo, que permite al usuario recibir o hacer llamadas, y el variable por cada llamada telefónica realizada.
2. Coste escalonado
En el coste escalado su parte fija cambia abruptamente a diferentes niveles de actividad, puesto que estos costes se adquieren en partes indivisibles.
Esta idea es un tanto compleja de entender así que vamos a ver un ejemplo. Imaginémonos que se requiere un supervisor por cada 20 trabajadores. Si hubieran 30 trabajadores necesitaríamos dos supervisores y, si contratamos a otros trabajadores hasta llegar a 40 seguiríamos necesitando solo dos supervisores. Pero si llegamos a 41 trabajadores requeriremos a tres supervisores, puesto que necesitamos uno extra cada 20 trabajadores.
Según su importancia para la toma de decisiones
Aquí encontramos costes relevantes y costes irrelevantes.
Costes relevantes
Los costes relevantes son aquellos gastos futuros que se espera que difieran entre cursos alternativos de acción y que pueden descartarse si se cambia, reduce o elimina algún paso o actividad económica.
Costes irrelevantes
Son aquellos que permanecen inmutables, sin importar el curso de acción elegido.
Según el tipo de sacrificio en que se ha incurrido
En este criterio encontramos costes desembolsables y de oportunidad.
Costes desembolsables
Los costes desembolsables son aquellos que implican la salida de efectivo. Estos gastos se convertirán más tarde en costes históricos y pueden llegar a ser relevantes o no a la hora de tomar decisiones administrativas.
Coste de oportunidad
Cuando se toma una nueva decisión para aplicar una determinada alternativa se abandonan los beneficios que hubieran supuesto otras opciones. Los hipotéticos beneficios perdidos al descartar otras alternativas, quizás mejores, son lo que se denominan costes de oportunidad por la acción escogida.
Según el cambio originado por un aumento o disminución de la actividad
En este criterio podemos encontrar costes diferenciales y costes sumergidos.
Costes diferenciales
Los costes diferenciales hacen referencia a los aumentos o disminuciones del coste total, o el cambio en cualquier elemento del coste producido por una variación en la operación de la empresa. Estos costes son importantes durante la toma de decisiones, puesto que son los que muestran los cambios, beneficiosos o negativos, que se han dado en la empresa ante un pedido especial.
1. Costes decrementales
Cuando los costes diferenciales se producen por reducciones del volumen de la operación hablamos de costes decrementales.
2. Costes incrementales
Los costes incrementales son los que se ocasionan por el aumento de las actividades u operaciones de la empresa.
Costes sumergidos
Los costes sumergidos son aquellos que independientemente de la acción que se elija no se verán alterados, es decir, van a permanecer inmutables.
Según su relación a la reducción de actividades
En este último criterio encontramos los costes evitables y los costes inevitables.
Costes evitables
Los costes evitables son aquellos que son plenamente identificables con un producto o departamente así que, de esta manera, si se elimina el producto o el departamento, se elimina ese coste.
Costes inevitables
Los costes inevitables son aquellos que no se suprimen, aunque el departamento o el producto asociado a ellos o sospechosamente asociado a ello sea eliminado de la empresa.
Referencias bibliográficas:
- Barfield, J., Raibron, C. y Thomson, M. K. (2004). Contabilidad de costes Tradiciones e Innovaciones.
- Polimeni, R., Fabozzi, F., y Adelberg, A. Contabilidad de costes: conceptos y aplicaciones para la toma de decisiones gerenciales. Santafé de Bogotá. McGraw-Hill Interamericana.