Cómo organizarse para estudiar: 9 consejos prácticos
Cuando se quiere preparar un examen es muy importante que haya una correcta organización, ya que de lo contrario sería complicado que podamos mantener un estudio de calidad a largo plazo. Para ello, hay una serie de pautas a tener en cuenta que pueden resultar muy efectivas si se cumplen.
A la hora de saber cómo organizarse para estudiar se pueden tener como referencia una serie de consejos como los siguientes: elegir un lugar adecuado para estudiar, programar un calendario de estudio, hacer esquemas, flashcards y resúmenes de la materia o repasar el temario tantas veces como sea posible, entre otros.
En este artículo encontrarás una serie de consejos acerca de cómo organizarse para estudiar en el día a día y tener más facilidades para aprender y memorizar a buen ritmo.
- Artículo relacionado: "Psicología educativa: definición, conceptos y teorías"
Cómo organizarse para estudiar: pasos a seguir y estrategias recomendadas
Estudiar es un proceso que nos permite interiorizar información de manera que, si lo hacemos bien, esta o se nos olvide en cuestión de pocos días. Lamentablemente, es muy común que las personas no estudien bien y traten de ahorrar tiempo usando estrategias que, en el fondo, solo sirven para memorizar parte de la información y olvidarla en cuestión de horas. Por eso, los consejos que encontrarás a continuación te ayudarán a ahorrar tiempo y esfuerzo a medio y largo plazo, haciendo que aprendas más y mejor, comprendiendo tus apuntes y libros de texto.
1. Elegir un espacio idóneo para estudiar
Lo primero que hay que tener presente a la hora de organizarse para estudiar es elegir un espacio idóneo para ello; ya sea en tu casa o en la biblioteca, o pudiendo incluso alternar entre ambos lugares.
Sea cual sea el sitio, lo importante es tener en cuenta una serie de factores como que sea un lugar donde uno pueda sentirse cómodo estudiando y al mismo tiempo motivado para ello. También debe ser un espacio con buena iluminación y que esté aislado de ruidos que dificulten el estudio, pudiendo recurrir a unos tapones para los oídos si no te incomodan y tiendes a distraerte hasta con el más mínimo ruido.
Además, debes adelantarte a los acontecimientos y evitar distracciones en el lugar de estudio, por lo que deberíamos tener los dispositivos electrónicos, como el teléfono móvil, apagados o en silencio; siendo muy recomendable que no se encuentren a la vista en el momento de estudio, ya que estando a la vista es más fácil que lo utilicemos con mayor frecuencia. Únicamente deberíamos usar el ordenador o la tablet cuando lo necesitemos para hacer un trabajo académico, buscar cierta información relacionada con la materia que estamos estudiando o cualquier tipo de tarea relacionada.
- Quizás te interese: "Los 13 tipos de aprendizaje: ¿cuáles son?"
2. Equiparse con todo lo necesario para llevar a cabo cada jornada de estudio
A la hora de organizarse para estudiar resulta fundamental equipararse con todo lo necesario para llevar a cabo el estudio cada día (p. ej., bolígrafos, folios, manuales o apuntes con el temario que debemos estudiar ese día, subrayadores, etc.), procurando despejar la mesa de todo aquello que no necesitemos con el fin de evitar distracciones, y también para ahorrar tiempo a la hora de buscar lo que necesitemos ese día para estudiar.
Por otro lado, recuerda que hay que tener una botella de agua al alcance para mantenerse hidratado en todo momento.
3. Programar un calendario de estudio
Otro consejo muy importante a la hora de organizarse para estudiar sería realizar un calendario de estudio en el que programemos lo que debemos estudiar cada día, cada semana y cada mes, empezando por establecer pequeños objetivos, subdividiendo las tareas y el temario que debemos estudiar cada día. Es mejor ir enfocándose en pequeños objetivos día a día porque si nos centramos en metas a largo plazo podríamos sentirnos abrumados ante tanto temario.
También es muy importante establecer unos horarios fijos de estudio, como si fuera un horario de trabajo, con el fin de que sea más fácil acostumbrarse a ello y así convertirlo en rutina.
Cada día de estudio podríamos decidir las tareas empezando por las más complejas por la mañana que estamos con mayor energía y dejando para la tarde otras que sean algo más sencillas, ya que será más probable que nos encontremos más cansados. Otra opción también podría ser empezar la primera hora o la primera hora de estudiar con alguna tarea sencilla y cuando nos encontremos más enfocados ir a por las más complejas; luego, podríamos finalizar la jornada de estudio con una tarea más sencilla como dar un repaso al temario estudiado ese día.
En cualquiera de los casos, lo más recomendable sería dejar las tareas más complejas (como la comprensión del nuevo temario y la elaboración de los resúmenes, esquemas, etc.), para las horas en que nos encontremos con más energía, que suelen ser las de la mañana.
Cumple con la programación de estudio, aunque puedes dejar cierto espacio de tiempo para recuperar cierto tiempo que podrías haber perdido a causa de cualquier contratiempo que te hubiera surgido a lo largo de la semana (p. ej., programar la tarde del viernes siempre para repasar el temario visto a lo largo de la semana y para ponerte al día en caso de que un día no hubieras podido completar lo que tenías programado estudiar, etc.). Ante todo, debe haber una coherencia con la planificación del calendario de estudio, estableciendo objetivos realistas que podamos cumplir.
- Quizás te interese: "Gestión del tiempo: 13 consejos aprovechar las horas del día"
4. Hacer pequeños descansos
Es difícil ser productivo durante demasiado tiempo, ya que si uno no descansa mientras está estudiando, posiblemente bajará su rendimiento y en algunos casos ni se dará cuenta. Así pues, a la hora de organizarse para estudiar es importante hacer descansos cortos de 5 a 10 minutos por cada 25 a 30 minutos de estudio (puede que cada 45 minutos en algunos casos).
Todo depende del momento y de cada persona, pero siempre deben hacerse pequeños descansos, ya que, de lo contrario, no sería sostenible el estudio a largo plazo (haría que esa persona llegara fatigada al examen y que su rendimiento fuese bajando progresivamente a medida que se acerca la prueba).
En los tiempos de descanso también se debe aprovechar para ir al baño y pasear para pasear, tomar el aire y estirarse un poco, ya que estar tanto tiempo sentados puede acarrear problemas de espalda.
También es importante hacer descansos para comer, con pausas algo más largas que las normales (p. ej., 1 hora y media o 2 horas de descanso para comer y descansar; media hora de descanso para merendar y quizás tomar un café).
- Artículo relacionado: "Consejos para dormir bien y vencer al insomnio"
5. Hacer esquemas, flashcards y resúmenes de la materia
Otro consejo muy importante a tener en cuenta a la hora de organizarse para estudiar consiste en trabajar una lectura comprensiva. Para ello, deberíamos esforzarnos un poco más a la hora de leer el contenido con el fin de comprenderlo mejor en las primeras lecturas; para lograrlo suele ser útil subrayar lo más relevante, pasando a enlazar los contenidos que estamos estudiando con otros conocimientos ya adquiridos con anterioridad.
Otras formas de aprender con mayor profundidad la materia sería realizando esquemas del temario, flashcards (tarjetas didácticas) y resúmenes o mapas conceptuales de la materia.
6. Hacer simulacros de examen
A la hora de organizarse para estudiar también resulta bastante útil procurar hacer con frecuencia simulacros o preguntas sueltas de exámenes, sobre todo cuando el examen que vamos a realizar será tipo test, ya que en algunos casos podrían repetirse algunas preguntas. Y lo más importante, hacer estos simulacros nos ayudará a estar más entrenados y preparados en el momento de hacer el examen real, cuestionándonos a nosotros mismos si de verdad sabemos lo que creemos saber.
Asimismo, es tan fundamental hacer simulacros de examen como corregirlos, ya que al hacerlo aprenderemos de nuestros fallos y seremos más conscientes de cuáles son los temas o materias que dominamos menos y así sabremos que debemos reforzar el estudio de los mismos.
- Quizás te interese: "Tipos de memoria: ¿cómo almacena los recuerdos el cerebro humano?"
7. Al final de la jornada de estudio repasar todo lo estudiado ese día
A la hora de organizarnos para estudiar, una estrategia útil consiste en hacer un repaso al finalizar cada jornada de estudio; en ellos usaremos resúmenes, flashcards o mapas conceptuales de todo lo estudiado ese día con el fin de afianzar los nuevos conocimientos adquiridos.
También se podría realizar otro repaso al final de cada semana de estudio de todo lo visto los días anteriores; siendo ese día el último que estudiemos cada semana (p. ej., el viernes por la tarde) y no el de descanso.
8. Repasar el temario tantas veces como sea posible
Es imprescindible eepasar tantas veces como sea posible lo estudiado, ya que cuantos más repasos podamos dar al temario, más nos podremos fijar en los detalles y adquiriremos un mayor dominio de la materia de cara al examen. Eso sí, siguiendo la planificación, porque no podemos pasar el repaso del siguiente tema si aún no hemos repasado detenidamente el anterior.
Por ello, al igual que a la hora de estudiar un nuevo temario, cuando queremos repasar debemos dedicar el tiempo necesario y establecer un tiempo realista para hacer un repaso de calidad que nos sirva para afianzar los conocimientos sobre la materia.
9. Descansar en la medida de lo posible el día previo al examen
Para organizarse para estudiar correctamente resulta importante llegar con la suficiente planificación al examen, habiendo estudiado bien la materia para que el día antes no tengamos que pegarnos un atracón que, además de ser poco útil, podría causar que llegamos agotados a la prueba y no podamos concentrarnos lo suficiente para responder correctamente a las preguntas.
Por ello, sería recomendable que el día antes del examen descansemos todo lo posible e incluso que evitemos estudiar, realizando, por el contrario, actividades relajantes como dar un paseo o ver una película o, en caso de estudiar, que sean tareas livianas como mirar algunas preguntas de simulacro, resúmenes, flashcards o mapas conceptuales, intentando dejar el estudio al menos a media tarde para bajar la activación del sistema nervioso central y así poder relajarse para dormir con mayor facilidad el día antes del examen.
Es importante tener tiempo para desconectar
Ahora que ya hemos visto cómo hay que organizarse para estudiar, conviene recordar que es casi tan importante tener tiempo para descansar y desconectar, ya que de lo contrario podríamos acabar fatigados, desmotivados o incluso con problemas de ansiedad.
Por ello, deberíamos establecer al menos un día completo a la semana de descanso o dos si es posible para hacer actividades que nos permitan desconectar (por ejemplo, viajar, hacer deporte, ver series, etc.) y para estar con nuestra familia, amigos y/o nuestra pareja.
También es importante establecer momentos de descanso en los días de estudio (por ejemplo, al finalizar la jornada de estudio ir al gimnasio y después de cenar ver una serie o algo que nos resulte placentero y nos ayude a desconectar un poco para conciliar mejor el sueño).