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Las ventajas de una vida estable y ordenada en los deportistas de élite


Dedicarse al deporte de manera profesional es mucho más que desarrollar fuerza, llevar al máximo la rapidez de los reflejos o incluso aprender mucha teoría sobre el deporte al que uno entrega buena parte de su vida.

Es también, entre otras cosas, saber cuidarse física y mentalmente, y desarrollar habilidades desde las que sea posible vivir a través de hábitos de preparación eficaces.

Por ello, en este artículo haremos un breve repaso a las ventajas que tiene, desde el punto de vista de los deportistas de élite, aprender a vivir de manera organizada y aplicar los principios del orden a su día a día.

¿Por qué es importante llevar una vida ordenada ante las exigencias del deporte de élite?

No se trata tan solo de ser consciente de los horarios de entrenamiento y de las normas de vida saludable (físicamente) impuestas por el club deportivo, los sponsors, y demás entidades partícipes en la carrera profesional del deportista.

Más allá de esta versión formal de lo que se supone que es una vida ordenada, hay toda una serie de principios rectores en los que se fundamentan los hábitos de vida saludable y preparación eficiente (tanto en lo físico como en lo psicológico).

Pasarlos por alto no solo implica exponerse a complicaciones de salud ante un entorno en el que el trabajo duro puede generar mucho desgaste; además, produce una desventaja ante otros deportistas que sí saquen provecho de su capacidad para establecer hábitos y rutinas consistentes y adaptadas a sus metas y talentos. Y esto, en un ámbito de desarrollo deportivo y profesional tan competitivo, es un doble problema.

Pero… ¿a qué nos referimos exactamente al hablar de vivir una vida ordenada y en la que prime la estabilidad? No se trata de llevar la existencia de un robot, ni mucho menos (de hecho, pasar por alto la faceta emocional del/la deportista es un error muy grave en la preparación psicológica ante una liga, torneo o campeonato).

De lo que se trata es de ser conscientes de que, si no nos damos cuenta y no llevamos un cierto control de lo que hacemos y de cómo lo hacemos dentro y fuera de las sesiones de entrenamiento, nos exponemos a muchas situaciones que nos llevan a perder tiempo y salud, y perdemos muchas oportunidades en las que podríamos ganar en esos dos frentes.

Por ejemplo, adoptar una serie de rutinas adaptadas psicológicamente a las características y objetivos deportivos de uno mismo permite:

  • Aprender a distribuir temporalmente los incentivos que nos permitan automotivarnos como deportistas, aspirando a subir por una curva de dificultad ascendente.
  • No caer en la trampa de “tapar” el estrés con malas costumbres
  • No entregarse a la procrastinación (esa tendencia a decir “ya lo haré mañana”) y saber cuándo es mejor hacer cada cosa.
  • No excederse con las sesiones de entrenamiento produciendo el efecto contrario al deseado.
  • Mejorar la capacidad de concentración en la actividad deportiva gracias al hecho de haber gestionado bien los momentos de descanso.
  • Haber memorizado las referencias espaciales y temporales adecuadas para saber en todo momento qué hay que estar haciendo y qué actividad tocará realizar justo después.

Todas estas son áreas de trabajo que, como ves, no se ciñen estrictamente a lo que se suele entender como preparación física, y que se complementan con esta.

Vida estable en deportistas

¿Qué puede aportar la psicología al respecto?

La terapia psicológica no es solo una manera de dar tratamiento a psicopatologías; además, también se adapta a las necesidades de personas sin problemas de salud mental significativos, y entre las estrategias y técnicas de intervención que se engloban en este ámbito hay muchas que se usan para ayudar a profesionales, opositores, personas con proyectos creativos en marcha… y deportistas de élite también, por supuesto.

A fin de cuentas, la psicología aplicada no tiene por qué ceñirse únicamente a abordar trastornos psicológicos; de lo que se trata es de poner a funcionar todos los descubrimientos y avances técnicos generados en este campo de la ciencia para ayudar a la mayor cantidad de personas posible. Por ello, muchos de los servicios de psicoterapia ofrecidos están destinados a dar apoyo a gente con trayectorias profesionales muy estresantes, o sujetas a un alto nivel de tensión y exigencias.

En el caso de la asistencia psicológica para los deportistas de élite, una de las principales funciones del psicólogo es ayudar a la persona a estructurar sus rutinas y hábitos para que desde ese modo de vida sea posible sostener un programa de entrenamiento (físico y mental) efectivo y sostenido en el tiempo, sin “quemar” a la persona a causa de un exceso de ansiedad pero a la vez llevándola a afrontar siempre nuevos retos.

Algunas de las maneras en las que desde la psicología se puede ayudar a los deportistas profesionales en este aspecto son las siguientes:

  • Entrenamiento de las habilidades de automotivación para hacer del entrenamiento una rutina consistente.

  • Establecimiento de un programa de desencadenantes de la acción para aprovechar bien el tiempo y organizar cadenas de tareas.

  • Aprendizaje en la detección temprana de pensamientos-trampa asociados al inicio de una distracción.

  • Aprendizaje en la detección de patrones de comportamiento disfuncionales como reacción al estrés (comer sin hambre, morderse las uñas…).

  • Creación de rutinas de acondicionamiento del espacio de entrenamiento.

  • Entrenamiento de técnicas de relajación para conciliar el sueño fácilmente.

  • Aprendizaje en la detección de las señales que indican que toca descansar mentalmente.

  • Artículo relacionado: "Desencadenantes de la acción: qué son y cómo influyen en la conducta"

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Mi nombre es Tomás Santa Cecilia y mi manera de trabajar se fundamenta en el modelo cognitivo-conductual, uno de los más eficaces y adaptables a las necesidades o problemas de cada persona. Ofrezco mis servicios de manera presencial en Madrid u online por videollamada.