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Cómo superar los pensamientos negativos en tu día a día


En la mayoría de los casos, los pensamientos negativos no son en sí un problema psicológico; son tan solo el reflejo de un mundo en el que muchas veces las cosas no salen como querríamos, ni siquiera lo que se nos pasa por la cabeza.

Del mismo modo en el que el mundo en general no está diseñado para encajar con nuestros intereses y preferencias, los procesos mentales, que en gran parte escapan a nuestro control, plasman esa diversidad de experiencias buenas y malas, y no tienen por qué corresponderse con nuestros gustos.

Sin embargo, hay casos en los que los pensamientos negativos y generadores de malestar pasan a ser parte del problema. Esto ocurre particularmente cuando “entramos en bucle” y pasan a ser, además, pensamientos intrusivos, que nos vienen a la cabeza una y otra vez a pesar de (o precisamente a causa de) lo mal que nos lo hacen pasar.

Sin embargo, ante esta clase de problemas hay varias cosas que podemos hacer. Aquí encontrarás algunas de estas propuestas en forma de consejos para saber superar los pensamientos negativos que se repiten demasiado.

5 consejos para aprender a superar los pensamientos negativos

Lo primero que debes saber es que la manera más eficaz de hacer frente a los pensamientos negativos problemáticos (es decir, aquellos que generar un malestar muy intenso y que se repiten con demasiada frecuencia) es ir al psicólogo.

No hace falta haber desarrollado un trastorno psicológico para beneficiarse del apoyo profesional de este tipo: si tienes dificultades significativas en la gestión de tus emociones y de los pensamientos asociados a estos, acudir a profesionales es la mejor opción. De esta manera contarás con un experto que supervisará tu caso particular y diseñará un programa de “entrenamiento” psicológico adaptado a tus características y necesidades.

Ahora bien, si consideras que el malestar producido por los pensamientos negativos no llega a constituir un problema que merezca asistencia psicológica, puedes optar por introducir algunos cambios en tu día a día. Aquí encontrarás un resumen de los más importantes y sencillos de aplicar, aunque debes tener en cuenta que lograr un control absoluto de tus pensamientos es imposible, para lo bueno y para lo malo.

1. No intentes mantener tu consciencia limpia de pensamientos negativos

Como adelantaba antes, no es realista proponerse bloquear totalmente los pensamientos negativos. Pero no solo es imposible; además, intentarlo resulta contraproducente, porque nos lleva a ponernos en estado de alarma para intentar ser policías de nuestra propia consciencia. Esto nos lleva a predisponernos a atraer hacia ella aquellos pensamientos a los que damos más importancia, entre ellos los que queremos eliminar.

2. Entiende lo que te da ansiedad

Llevas un tiempo experimentando pensamientos que producen en ti estrés o angustia, pero eso no significa que entiendas. Pero si llegas a entender la lógica de aparición de esos pensamientos intrusivos, les restarás poder.

Para ello, limítate a observar el contenido de esos pensamientos como si fueses una tercera persona que toma nota de lo que pasa por tu mente. De este modo detectarás temas y generalidades en los contenidos de esos pensamientos, y empezarás a verlos no tanto como un elemento de la vida que no puedes evitar, sino como una construcción de tu mente, con sus propios estereotipos, recursos narrativos, simplificaciones, etc.

Ansiedad y pensamientos negativos

3. Lleva un horario de sueño claro

Uno de los momentos en los que los pensamientos negativos recurrentes causan más estragos es cuando estamos intentando conciliar el sueño, sin apenas estímulos sensoriales que nos distraigan de nuestros pensamientos y la predisposición a preocuparnos si notamos que hay algo que nos mantiene en vela.

Para minimizar las posibilidades de tener problemas en este sentido, es importante tener un horario de sueño claro y, si notamos que nos cuesta dormirnos, salir de la cama durante 15 o 20 minutos y realizar alguna actividad relajante y no exigente física o intelectualmente antes de volver a intentar dormir.

4. Aprende a hacer “reset”

Cuando notes que estás en un estado ansioso que te pre dispone a “entrar en bucle”, realiza una actividad sencilla que te permite centrar tu atención en metas a corto plazo: salir a correr, leer, meditar, etc. Piensa que no es tiempo perdido, sino que sus efectos psicológicos beneficiosos te permitirán centrarte y rendir mejor a la hora de realizar las tareas y responsabilidades que debes cumplir.

5. Adopta un estilo de vida saludable

Las personas en buen estado físico tienen una predisposición menos a sufrir problemas con la gestión de sus emociones. Come bien (sin obsesionarte con la dieta), haz ejercicio regularmente y cuida de ti en general.

¿Quieres contar con la ayuda de un psicólogo?

Si notas que los pensamientos negativos recurrentes afectan significativamente tu calidad de vida, te propongo que te pongas en contacto conmigo. Soy psicólogo experto en psicología cognitivo-conductual y atiendo de manera online por videollamada o presencialmente en mi consulta de Madrid.