¿Problemas con tu pareja? El culpable es el ciclo negativo
En nuestro día a día, cuando tenemos problemas con nuestra pareja y sentimos que no nos entiende, el resto de nuestra vida se ve afectada. En realidad, lo que ocurre es que cuando no estamos bien con nuestra pareja, todo ‘pesa más’: la vida pesa más, los problemas pesan más, incluso las alegrías no se disfrutan tanto...
Y ante esta situación de carga al sentir que la persona que más queremos no nos entiende, se sienten infinidad de emociones.
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El ciclo negativo en las relaciones de pareja
Ante estas emociones, todas las personas necesitamos protegernos. Algunas actúan retirándose, como que ‘no les importa’ (llamados ‘evitadores’ en la Terapia Focalizada en las Emociones -TFE). Otras muestran con intensidad lo mucho que les afecta, queriendo encontrar el entendimiento en ese mismo momento (los llamados ‘perseguidores’ en TFE). Ambas formas son una demostración de que sí importa.
Es aquí donde “nace” el ciclo negativo, un patrón repetitivo de relacionarse en la pareja que se activa en diferentes situaciones del día a día, porque cada uno quiere ser visto, quiere ser aceptado, quiere sentirse lo más importante para el otro y quiere ser ‘suficiente’ para la otra persona.
La Terapia Focalizada en las Emociones (TFE) parte de la premisa de que una relación sólida se basa en sentir que tu pareja está emocionalmente disponible, te ofrece seguridad para ser quién eres, mostrar tus sentimientos y sentir que tienes a quien acudir cuando lo necesitas.
Desde este modelo de terapia, ‘el ciclo negativo’ se refiere a la inevitable interconexión entre, por un lado, quién soy, qué necesito yo y la forma en la que actúo con mi pareja para dejárselo saber y, por otro, la manera en la que mi pareja lo entiende y responde a ello desde quien es y lo que necesita también.
Lo que yo pienso, lo que yo siento y lo que yo hago en respuesta a lo que veo en mi compañero/a de viaje puede ser entendido por él/ella de una manera diferente, porque él/ella también piensa, siente y hace desde su propia necesidad. Cada persona tiene una forma particular de comprender el mundo y las relaciones.
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El origen de muchas discusiones
El ‘ciclo negativo’ es la trampa en la que caemos todas las parejas; ese modo de relacionarnos con la persona que más queremos que se repite una y otra vez, sobre todo en los momentos de conflicto. Es un patrón de comportamientos, interpretaciones personales y emociones internas que se dan en cada uno de los miembros de la pareja cuando surge una diferencia: la conducta de una persona despierta emociones en la otra, éstas emociones junto con la interpretación que se hace de ellas activan maneras de actuar y responder que, a su vez, despiertan también emociones, comportamientos e interpretaciones en la primera. Todas ellas lo que expresan es la necesidad profunda de sentirnos aceptados, valorados, queridos.
Por este motivo, se repiten una y otra vez en el día a día de una relación y si no se sienten escuchadas y entendidas son las responsables del distanciamiento en la pareja.
Este ciclo negativo explica y da sentido a las discusiones y a los silencios. Discutimos porque nos importa. Nos callamos y retiramos porque nos importa… Ambas posiciones muestran lo que tanto significa la otra persona para nosotros.
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El trabajo desde la Terapia de pareja Focalizada en las Emociones para parejas
Uno de los objetivos de la Terapia de pareja Focalizada en las Emociones es acompañar a ambos miembros de la pareja en el descubrimiento del ciclo negativo y la parte que les corresponde a cada persona: su comportamiento tiene un impacto en el otro y viceversa.
Desde mi experiencia -como persona en una relación afectiva estable, y como psicoterapeuta con más de dos décadas de trabajo terapéutico- el observar mi propia forma de actuar, cómo esta tiene un efecto en mi pareja y ser consciente de mi interpretación personal de las acciones de ‘mi compañero de vida’, se hace más fácil -y tienen más valor para mí- cuando no me siento juzgada, cuando siento que se comprenden mis emociones, mis intenciones y mis necesidades.
Es precisamente esto lo que consigue la Terapia Focalizada en las Emociones para parejas: potencia, en cada miembro de la pareja, la aceptación tanto de sus propias necesidades, como de sus anhelos emocionales. Es solo después de esta aceptación individual cuando entonces se puede abrazar también las de la otra persona. La TFE se enfoca en fortalecer el vínculo emocional con la pareja para que el dolor y la lucha personal de cada uno tenga un ‘puerto seguro’ donde descansar, desde el que salir a explorar y al que se sabe que se puede volver. Porque cada persona tiene derecho a ser quien es. A sentirse una persona aceptada, valorada, amada, tal cual es.