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Efecto Ganzfeld: qué es, características y cómo fue investigado


¿Existe la telepatía? De momento todo parece indicar a que no, puesto que no existe ningún experimento fiable que haya demostrado que una persona pueda transmitir sus pensamientos a otra por medio de ondas psíquicas.

Pese a ello, no son pocos los que siguen interesados en demostrar que la telepatía existe y uno de los métodos más usados para comprobarlo es con el experimento Ganzfeld.

También conocido como efecto Ganzfeld, este consiste en hacer que una persona se encuentre en una situación de privación sensorial a fin de conseguir que consiga ser más sensible hacia lo que alguien le trata de decir sin articular palabra. Adentrémonos en este curioso e interesante experimento parapsicológico.

¿Qué es el efecto Ganzfeld?

El efecto Ganzfeld o experimento Ganzfeld (en alemán “campo homogeneizado”) es una técnica utilizada en parapsicología para, supuestamente, comprobar la existencia de la telepatía y experiencias extrasensoriales. La premisa detrás de esta idea es que, para conseguir observar un fenómeno telepático en condiciones experimentales, es necesaria la privación de los sentidos del sujeto experimental, facilitándole la recepción de información proveniente de otras fuentes, generalmente imágenes.

Quienes aplican este experimento afirman que cuando uno está expuesto a un campo de estimulación uniforme y no estructurado, como puede ser ver la negrura y escuchar un sonido constante, como lo es la estática de la televisión, el cerebro responde amplificando el ruido neuronal con tal de encontrar señales visuales y auditivas faltantes. Desde una perspectiva parapsicológica, esto sería lo que permitiría captar señales telepáticas de otras personas, aunque también podría dar como resultado alucinaciones visuales y auditivas.

Este peculiar experimento ha ganado popularidad en los últimos años por estudiar la telepatía, pero lo cierto es que es bastante antiguo, atribuyéndoselo al psicólogo alemán Wolfgang Metzger en la década de 1930. Metzger es considerado una de las figuras más importantes de la psicología de la Gestalt, corriente que surgió en Alemania a principios del siglo pasado. Metzger sugirió que cuando las personas observaban un campo de visión sin rasgos distintivos eran capaces de ver cosas que no estaban allí realmente.

Pese a tratarse de un experimento bastante interesante, es importante mencionar que no son pocos los estudiosos que señalan que esta técnica carece de la más mínima fiabilidad debido a la falta de preparación de los sujetos, a las condiciones que tiene el espacio usado y, naturalmente, el hecho de que el estudio de la telepatía forma parte más del mundo esotérico, por mucho que se intente estudiar desde una perspectiva de la psicología experimental.

Experimento de Ganzfeld

Historia del fenómeno

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha querido saber si existe la telepatía. El poder transmitir palabras, imágenes o incluso sentimientos a través de nuestra mente, sin necesidad de decir ni una sola palabra, es algo que atrae por su halo de misterio pero, también, por lo funcional que sería poder hablar con alguien sin que los demás se den cuenta.

Se cree que los primeros estudios sobre la percepción sensorial y las experiencias extrasensoriales los realizó el ya mencionado psicólogo Wolfgang Metzer en los años 30’, quien planteó la posibilidad de que el ser humano fuera capaz de alcanzar estos estados bajo ciertas condiciones de privación sensorial. Reduciendo la percepción de estímulos físicos, se podría conseguir que una persona captara el pensamiento de otra sin necesidad de hablar.

Varias décadas más tarde, en los años 70’ se realizaron los primeros experimentos formales sobre esta cuestión bajo la supervisión del parapsicólogo estadounidense Charles Honorton, interesado en analizar los sueños y descubrir si existía la telepatía. Para alcanzar sus objetivos, Honorton hizo uso del efecto Ganzfeld privando y limitando los sentidos de sus sujetos experimentales.

Los estudios de Honorton

Los experimentos sobre telepatía de Honorton comenzaron en 1974 en diferentes laboratorios, orientados todos ellos en comprobar la existencia de la percepción extrasensorial independientemente del entorno en el que se realizara. Este conjunto de experimentos fueron realizados por varios años, continuando hasta el año 2004.

El propio Honorton presentó en 1982 un artículo a la convención anual de la Asociación Parapsicológica que “confirmaba” haber tenido una tasa de éxito del 35%, “demostrando” la existencia de las experiencias extrasensoriales. Sin embargo, al ser presentados estos datos, el psicólogo Ray Hyman señaló una serie de fallos que se dieron durante los experimentos, lo cual habría contribuido a que se alteraran los resultados.

Tanto Honorton como Hyman estudiaron estos resultados por separado con el objetivo de realizar un análisis más profundo. Al cabo de poco tiempo se confirmó lo que Hyman había dicho, lo cual evidenció la necesidad de aplicar controles más estrictos durante la realización de estos experimentos parapsicológicos.

En 1989 se replicaron estos experimentos, obteniéndose unos resultados más o menos similares a los que se habían obtenido en el primer experimento de Honorton. Llegados a este punto, Hyman pidió a toda la comunidad de expertos y psicólogos que realizaran estos mismos experimentos de manera independiente, para así poder elaborar unas conclusiones más precisas a partir de una mayor cantidad de opiniones y evidencias.

A pesar de que se continuó con los estudios para demostrar la existencia de la telepatia, implicándose varios laboratorios y estudiosos, no se ha comprobado ni obtenido pruebas fidedignas de que este fenómeno parapsíquico exista. De hecho, algunos de los resultados obtenidos eran inconclusos o fueron criticados por la falta de rigurosidad en los experimentos.

¿Cómo se realiza el experimento Ganzfeld?

El objetivo principal del efecto Ganzfeld es comprobar la existencia de la percepción extrasensorial. Con tal de conseguirlo, es necesario contar con una serie de requisitos:

  • Se debe contar con una habitación totalmente vacía, completamente insonorizada y a oscuras.
  • En algunos casos se puede tener una luz roja encendida, pero los otros dos requisitos son fundamentales y deben ser respetados a rajatabla.
  • El único mobiliario que puede haber en la habitación es un sillón o cama cómoda en la que el sujeto experimental pueda acostarse.

El experimento comienza cogiendo un elemento que se pueda colocar sobre los ojos del sujeto a fin de impedir que pueda ver. En muchos casos, esta fase comienza cogiendo una pelota de ping-pong, partiéndola por la mitad y colocando cada fragmento sobre los ojos del participante, aunque este paso se puede hacer de forma más profesional cogiendo unas gafas especiales o usando un antifaz.

Posteriormente, se le colocan unos audífonos al sujeto, haciéndole escuchar un ruido suave y continuo, sin interferencias. Este sonido debe aislarlo del posible ruido accidental que hagan los demás implicados en el experimento durante su estancia en la habitación.

La realización del experimento suele contar con tres personas:

  • El receptor, quien se encuentra en la habitación.
  • El emisor, que se ubicará en otro espacio o lejos del receptor.
  • El investigador, que se encargará de revisar y monitorear los resultados.

Fases del experimento

A continuación veremos con detalle las fases del experimento Ganzfeld.

Fase 1

Los sentidos del receptor serán limitados durante unos 15 o 30 minutos. El objetivo de esta primera fase es lograr que el participante consiga alcanzar un estado de relajación pero sin dormirse.

Fase 2

La fase 2 se da con el sujeto totalmente relajado, pero asegurándonos de que no se encuentra dormido. Para asegurarse de que mantiene la conciencia, se le puede hablar ya sea por los audífonos o acercándonos y preguntándole si está dormido. Esto se debe hacer de la forma menos disruptiva posible.

Fase 3

En la fase 3 el emisor comenzará a ver imágenes, ya sea en una pantalla o teniendo unas fotos que le habrá dado el investigador, y tratará de enviarlas telepáticamente al receptor. El investigador grabará las reacciones que se estén dando durante este momento.

Al acabar el bombardeo telepático, el receptor deberá identificar cuáles fueron las imágenes que le envió el emisor. El investigador dispondrá de unos señuelos con el fin de confirmar si el experimento ha tenido éxito.

Críticas

Son varios los puntos débiles de los experimentos en los que se ha aplicado el efecto Ganzfeld para demostrar la existencia de la telepatía. En los primeros experimentos solía ocurrir que no todas las habitaciones estaban insonorizadas ni completamente vacías, lo cual podría haber afectado a la percepción de los sujetos del estudio.

Añadido a esto, la forma en cómo eran escogidos los sujetos no fue rigurosa ni metódica, y como los que hacen estos experimentos parapsicológicos suelen carecer de conocimientos científicos reales, sus experimentos suelen tener serios fallos en su diseño experimental.

Hackeando el cerebro con el efecto Ganzfeld

Nuestro cerebro es una máquina que, siempre que no padezca lesiones ni enfermedades, funciona de manera muy eficiente. Pese a ello, este órgano puede ser engañado con relativa facilidad y el ejemplo perfecto de ello son las ilusiones ópticas. Aunque en un principio el efecto Ganzfeld fue concebido para demostrar la existencia de la telepatía, parece ser que sirve para demostrar un fenómeno que bien podríamos considerar contrario: el de poder hackear al cerebro.

Con el experimento Ganzfeld podemos conseguir que una persona se sienta confundida, vivir la situación en la que se encuentra como muy extraña y perturbadora sin necesidad de recurrir al consumo de sustancias químicas de ningún tipo, tan solo usando la privación sensorial, algo que lo demostraron los youtubers de Scam Nation en un vídeo de su canal de YouTube.

Estos creadores de contenido crearon una situación de privación sensorial valiéndose de algunos objetos domésticos comunes como cinta adhesiva, una cuerda, hojas de papel, algodones y otros elementos. Para conseguir anular los ruidos del entorno, usaron unos auriculares por los que se oía ruido blanco de una grabación colgada en la propia plataforma de visionado de vídeos, reproduciéndose sin pausa por lo menos 30 minutos y sirviendo para cancelar el ruido de la habitación.

Notaron los efectos pasados entre 10 y 30 minutos, asegurado ver como “flores de colores” parecidas a cuando uno se frota los ojos fuerte y, después, empezaron a ver formas como dinosaurios, medusas e, incluso, llegó un momento en el que vieron algo parecido al “Ojo de Sauron” de la saga de “El Señor de los Anillos”. También tuvieron alucinaciones auditivas, oyendo uno gritos y el otro risas.

Gracias a elementos de ir por casa, los chicos de Scam Nation lograron crear una atmósfera similar a la que se daba en los experimentos de Honorton, replicando también lo mismo que sucede en los tanques de aislamiento sensorial.