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Los 10 elementos del teatro más importantes


Los elementos del teatro son componentes de este arte escénico que, al ser analizados, nos ayudan a comprender el significado de las historias representadas por los actores, o permiten que exista una historia narrada, en primer lugar.

En este artículo veremos cuáles son estos elementos del teatro, de qué manera quedan involucrados en las narraciones, y qué los caracteriza.

¿Qué es una obra de teatro?

El teatro es una de las principales artes escénicas, y ha ido desarrollándose como forma de expresión cultural a lo largo de miles de años. Por eso, en él hay involucrados muchos factores que confluyen en la obra que es representada, para entretejer historias. Una obra de teatro es el resultado de esta combinación de elementos, y consiste en la representación de una historia formada por actos en la que actores encarnan personajes frente a una audiencia.

En un inicio, las formas de representación escénica que fueron la semilla del teatro estaban ligadas a tradiciones místico-religiosas, y mediante la recreación simbólica de mitos y leyendas pretendían aportar orden a la realidad, aplicando sobre esta ficciones narrativas que pretendían explicar lo que ocurría en el mundo.

Por ello, no se le daba importancia al autor, el dramaturgo o responsable principal de la creación del ritual (la creación de estos era, seguramente, producto de varias generaciones trabajando durante décadas). Más adelante, con la aparición del teatro propiamente dicho, se perdió la finalidad religiosa, y aumentó la capacidad de utilizar elementos del teatro de manera creativa y variada, dependiendo de lo que se quisiera expresar.

Estos elementos del teatro pueden ser de varios tipos: materiales, simbólicos, humanos… Todos ellos aportan nuevas capas de significado a medida que van haciendo aparición en el escenario.

Elementos del teatro: ¿cuáles son?

A continuación encontrarás un resumen acerca de los principales elementos del teatro, con explicaciones acerca del papel que juega cada uno de ellos en la representación.

1. Actores

Los actores son los profesionales encargados de interpretar a los personajes, encarnando su personalidad, sus motivaciones y los conceptos que simbolizan. Las acciones de los actores definen lo que pasa en el mundo ficticio en el que transcurre la historia, hacen avanzar el desarrollo de la trama, y además expresan las emociones que acompañan a la obra mediante su lenguaje no verbal, utilizando todo el cuerpo y las cualidades de su voz.

Los actores de las obras de teatro trabajan de un modo diferente a los de medios artísticos de tipo audiovisual como el cine, entre otras cosas por las características materiales de su trabajo: no hay muchos intentos, hay que hacer que lo que sea hace sea comprensible por la parte del público que está más alejada, y hay que lidiar con las limitaciones de espacio que están ligadas al escenario.

2. Escenografía

La escenografía es uno de los elementos del teatro que están más integrados en el escenario, y de hecho, el escenario puede ser entendido como parte de la escenografía. Es el conjunto de los objetos y los decorados que se utilizan para representar el espacio en el que transcurren los actos, y pueden ir cambiando a medida que se pasa de un lugar a otro (la sustitución de parte o la totalidad de los objetos de la escenografía suele darse en los “oscuros”, cuando el público no puede ver bien lo que pasa).

3. Audiencia

La audiencia es uno de los elementos del teatro que pasan desapercibidos por darse por supuestos, pero lo cierto es que el público de la obra nunca llega a ser un agente totalmente pasivo; participa en la creación de la obra, incluso aunque las personas individuales que lo conforman no sean conscientes de ello.

De hecho, la concepción de una obra de teatro se lleva a cabo teniendo en mente las características culturales, sociales y psicológicas de la audiencia, de manera que todo lo que pasa pueda ser comprendido. Esta es una de las diferencias entre una obra de teatro y una representación de tipo ritual-religiosa, en la que no es imprescindible que el público entienda lo que está pasando.

Por otro lado, también hay casos en los que los actores interactúan con el público verbal o físicamente, para desarrollar la narración juntos de manera más o menos improvisada.

4. Guión

El guión es el texto en el que se describe todo lo importante que ocurre en la obra de teatro, poniendo especial atención a las líneas de diálogo. Es el elemento de la obra de teatro que plasma por escrito las ideas y temas que se trabajan en la representación, y su autor es el dramaturgo.

Además, el guión o texto de una obra de teatro sigue un desarrollo en el que la carga dramática de la obra va ascendiendo desde los primeros minutos hasta los momentos cercanos al final; esta estructura se divide en las fases conocidas como planteamiento, nudo (con punto de no retorno) y desenlace.

Por otro lado, cada una de estas partes se divide a su vez en actos, que se diferencian por su contexto espacio-temporal, el momento y el lugar en el que transcurre la historia, y están separados por “oscuros” (un apagado general de luces). Los actos son unidades en las que se divide la trama, y aparecen en todas las artes escénicas en general.

5. Iluminación

Aunque en muchas obras de teatro la iluminación solo tiene el propósito de que sea vea bien lo que ocurre en el escenario y, como máximo, marcar cuáles son los momentos de transición de una escena a otra (mediante el apagado de luces), existen muchas posibilidades para utilizarla de un modo que dote de significado a la obra.

Por ejemplo, los focos se pueden articular para dirigir la atención de la audiencia a un punto determinado del escenario mientras se esconden ciertos objetos, pueden usarse varios de ellos de manera coordinada para generar una sensación concreta mediante sus patrones de movimiento, y también pueden llenar el escenario de diferentes colores, dependiendo de lo que pase.

Las posibilidades con este elemento del teatro son múltiples, ya que se puede jugar con el movimiento del haz de luz y los colores que proyecta. De hecho un foco de luz puede ser un personaje más de la obra, dialogando con el resto de personajes a pesar de no tener voz, mediante la creación de los contextos apropiados.

6. Maquillaje

El maquillaje es uno de los elementos del teatro que es de naturaleza cosmética, aunque eso no significa que su objetivo principal sea el de embellecer a los personajes: de hecho, en muchos casos el efecto que produce es el contrario, dado que con las técnicas actuales se puede modificar el relieve de la cara de los actores para que adopten expresiones grotescas.

De hecho, ofrecer al público personajes atractivos no tiene por qué figurar entre las prioridades de la obra de teatro. El maquillaje se usa con una gran diversidad de propósitos, entre los que encontramos varias finalidades técnicas, y otras que son de contenido.

Entre las finalidades técnicas del maquillaje destacan el contrarrestar los efectos de la distancia y de la iluminación artificial de cara a que el público tenga una imagen más clara y fiel de cómo lucen los personajes. De esta manera, incluso estando en las zonas más alejadas del escenario es posible ver las líneas de expresión de quien está actuando, y los focos no queman la imagen que se tiene de la cara de los actores.

Por otro lado, las finalidades de contenido a las que se llega utilizando el maquillaje son aquellas que tienen que ver con el tipo de ideas y simbologías que se pretende expresar mediante la apariencia de los personajes. En este aspecto entra en juego la teoría del color, y su manera de darnos información indirecta acerca de lo que está pasando gracias al uso de los colores, los cuales están asociados a ciertos conceptos y sensaciones.

7. Vestuario

Como elemento constitutivo a una obra de teatro, el vestuario se parece mucho al maquillaje, ya que también consiste en aplicar productos a los actores para que expresen sensaciones e ideas mediante su simple presencia, y también en este caso se juega con las paletas de colores para transmitir conceptos de manera inmediata, sin necesidad de hablar.

Sin embargo, una característica propia del vestuario es que **la ropa puede ser cambiada o eliminada rápidamente, incluso como parte del transcurso narrativo **que está incluido en la historia, algo que no ocurre con el maquillaje.

Por ejemplo, si llegado un momento dado el protagonista pierde su sombrero, este hecho tan sencillo puede expresar pérdida del control, pérdida de la autoridad que le confiere su pertenencia a cierta institución, sometimiento a otros, etc.

8. Sonido

El sonido de una obra de teatro está compuesto por la música y los efectos de sonido complementarios que ayudan a entender lo que pasa en la historia. La música puede ser diegética o extradiegética, es decir, puede formar parte de la historia y ser escuchada por los personajes, o puede acompañar a la historia, sin formar parte de lo que pasa en ella de manera literal.

9. Voz over

La voz over (o voice over, en inglés) es una serie de enunciados que son emitidos por alguien que no pertenece a lo que está ocurriendo en el acto de la obra de teatro, y que no está a la vista del público, normalmente para dar información que narra o que acompaña al desarrollo de la trama dando información añadida. Muchas veces se trata de una grabación de voz que se complementa con los efectos de sonido.

10. Director

El director de la obra es la persona encargada de coordinar el resto de elementos del teatro, tanto los materiales (decorados, iluminación, etc.) como los referentes a las acciones que deben realizar los actores para interpretar a sus personajes, en todo momento.

Por otro lado, el trabajo del director se hace más notorio antes de la puesta en práctica de la obra frente al público, que durante esta; de hecho, no se sitúa en el escenario, sino fuera de él, para tener una visión más general y panorámica de todo lo que ocurre a la vez.