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El falso mito de la marihuana terapéutica


El cannabis es la droga ilegal más usada a nivel mundial. Tiene riesgos para la salud y un gran potencial de dependencia.

Sin embargo, a la vez, las investigaciones científicas sobre esta droga han encontrado mucho potencial para mejorar la vida de la gente. ¿Pero qué hay de mito y exageración en todo esto?

Falsos mitos sobre el consumo de marihuana medicinal

En este artículo te voy a hablar sobre algunos de los mitos más habituales del consumo de marihuana medicinal (que podría no tener tanto de medicinal como algunas personas se piensan).

Minimizando la percepción de riesgo del consumo

La desinformación, los titulares de grupo de Facebook y cadena de Whatsapp, dominan el mundo digital de hoy. Cuando algo nos gusta, tendemos a seleccionar e interpretar la información a nuestro alrededor para acomodarla a aquella que ya pensamos (o que nos gustaría seguir pensando). Hay muchos tipos de sesgos cognitivos, pero a este se le suele llamar “sesgo de confirmación”.

Cuando alguien empieza a desarrollar dependencia por fumar cannabis, tenderá a darle más importancia y credibilidad a noticias y fuentes de información que hablen de lo “buena” que es la marihuana para todo. Aunque muchas veces sean exageraciones, generalizaciones, incluso completos bulos.

Cuando un fumador habitual piensa que la marihuana es “natural y sana”, tenderá a consumir más a menudo y en mayores cantidades, por la poca percepción de riesgo que tenga.

Es todo fruto de la exageración de unos supuestos beneficios. Pero si el cannabis fuese totalmente inocuo, no existirían los profesionales que ayudan a la gente a superar la adicción a la marihuana.

Marihuana

Fumar porros de cannabis es consumo recreativo, raramente medicinal

Si te fumas un porro cada tarde o cada noche, raramente es consumo medicinal.

Eso es consumo recreativo. Consumo para “pasárselo bien”. Consumo para sentir el “colocón” tan característico del cannabis, que te hace olvidar los problemas durante un rato, morirte de risa o tener un bajón de angustia y paranoia.

El consumo medicinal es cuando un médico te prescribe un medicamento o un compuesto hecho a base de algunos de los principios activos del cannabis.

Y es que es cierto que hay muchas investigaciones prometedoras sobre cómo algunas de las muchas sustancias presentes en el cannabis pueden ayudar a muchas personas a combatir el dolor crónico y muchas otras enfermedades. Pero un tratamiento serio es aquel que está supervisado por un profesional con formación, por un médico, con unos objetivos terapéuticos concretos, unas dosis y una frecuencia de uso personalizadas para esa persona concreta según su dolencia.

Fumarte porros con tus colegas no es ningún consumo medicinal, de la misma manera que la pizza congelada del supermercado no se puede comparar a una pizza del restaurante italiano de tu barrio.

Fumar porros “por salud” es como intentar matar moscas a cañonazos

Nadie puede negar que el consumo excesivo de cannabis entraña riesgos. El cannabis es una planta, y contiene miles de sustancias diferentes, es compleja.

De entre todos esos miles de compuestos, algunos pueden aportar unos efectos, unos otros totalmente diferentes. Y todo dependerá también de la genética y el metabolismo de la persona, así como sus características psicológicas.

Me recuerda a los bulos sobre que el “una copa de vino al día es buena para el corazón”. Ese es el ejemplo perfecto de bulo y generalización extendida por la industria del alcohol. Es paradójico, porque siendo cierto que alguna de las sustancias presentes en el vino pueden ser buenas para el corazón en ciertas dosis, lo cierto es que quedan completamente superados por los daños que hace el alcohol en el corazón.

Es decir, lo inteligente es aislar y sintetizar ese compuesto concreto en forma de medicamento, y que la gente se lo pueda tomar por separado, sin el resto del “veneno” que está presente en el vino.

Lo mismo ocurre con el cannabis. Hay compuestos concretos que, por separado, se ha demostrado que puede ayudar a muchas personas con diferentes dolencias.

Pero fumándote un porro, te llevas el resto de sustancias nocivas que crean dependencia, paranoia, problemas de ansiedad e irritabilidad, incluso sintomatología esquizofrénica. De todo menos medicinal, sobre todo si abusas durante mucho tiempo y con gran frecuencia.

Aquí una lista de los problemas que experimentan muchas personas que fuman marihuana (y de los que pocas quieren hablar):

  • Agresividad e irritabilidad
  • Problemas de sueño
  • Ansiedad y estrés crónico
  • Angustia y pánico
  • Apatía y síntomas de depresión
  • Paranoia
  • Psicosis y esquizofrenia

La genética tiene un gran peso en este asunto, así como el entorno y el estilo de vida de la persona. No todas las personas que consumen cannabis van a experimentar problemas, y menos si mantienen un consumo esporádico y no demasiado frecuente.

Pero lo que no se puede negar es que, si una persona mantiene un consumo extremo durante mucho tiempo, tendrá muchas más probabilidades de acabar desarrollando problemas en el futuro. Algunas personas tardan más, otras tardan menos (genética). Pero cuanto más juegas, más probabilidades tienes de llevarte el “premio” que nadie quiere que le toque.

Cómo superar la dependencia por el cannabis y dejar los porros

¿Quieres dejar el cannabis? Soy un psicólogo especializado en adicciones, y trabajo todos los días con personas que quieren dejar de ser esclavas de una planta. Conmigo trabajarás:

  • Las creencias que mantienen tu dependencia por el cannabis.
  • Tus hábitos de consumo, y cómo modificarlos (sin depender de la “fuerza de voluntad”, sino con estrategias probadas científicamente).
  • La dependencia emocional que tengas por la marihuana en diferentes situaciones de tu vida.
  • Cómo superar el síndrome de abstinencia de la marihuana.
  • Cómo evitar las recaídas, y qué hacer incluso si tienes una (para levantarte y recuperarte lo antes posible).

Ponte en contacto conmigo y te daré cita lo antes posible.